ᵘⁿᵇᵉᵃʳᵃᵇˡᵉ [Tincan]

11

— Hijo ¿ Qué hacías fuera tan tarde? — su madre le pregunta. — Pude oír anoche que estabas bastante molesto y rompiste algunas cosas al llegar. ¿Ya terminaste con el Omega ese? — se rió. — Te dije que-

— No terminamos madre. — responde rápidamente con la esperanza de que esta se calle.

Estaban en la mesa comiendo, era domingo y Tin estaba muy molesto como para lidiar con su madre que parecía querer molestarlo aproposito.

— ¿No? Bien, entonces ¿Por qué tanto escándalo? Si ese Omega te trae problemas no deberías de salir con él. — ella alza la voz.

— Él no me trae problemas. — gruñe. — Lo amo y tú ni nadie harán que lo pierda. — se levantó de la mesa y sale de la casa.

Lo que decía era cierto, Tin no dejaría que nadie lo hiciera perder al menor.

☁️·☁️

Lunes.

— Can, creo que te están esperando afuera. — Ae y Can estaban en la casa del menor desayunando, el omega más joven había dicho aquello.

El omega mayor se asoma por la ventana y ahí está el carro de Tin, el alfa estaba viendo su teléfono concentrado.

— ¿ Cuánto tiene allí? — Can mira la hora.

— Tal vez unos quince minutos.

— Vamos. — termina la comida rápidamente y sale del comedor.

— No te preocupes amigo, yo iré en el bus. — Can lo mira con una ceja alzada pero sigue su camino.

— Hola, alfa. — Can le dice asomado por la ventana y éste deja su teléfono para mirarlo.

— ¿ Qué esperas? Entra.

Al entrar al coche hay tensión ya que tienen una conversación pendiente que el menor no recuerda mucho.

El mayor comienza a manejar a una velocidad alta.

— La próxima vez que salgas si no vas a tomar supresores creo que sería mejor que salieras conmigo.

— ¿No podré salir sin tí nunca más? — Can bufa. — No me importa nuestro vínculo, si eres un alfa posesivo ni nada de eso. Yo seguiré siendo libre, puedo cuidarme solo.

— No me demostraste eso el sábado.

Ni siquiera recuerda que pasó exactamente.

— ¿Qué hice? — se hunde un poco en su asiento.

— Te estabas besando con un alfa, raro de tu parte ya que pareces despreciarlos, pero al estar tan borracho... Es de esperarse.

— Oh.

— Me molesta que te hayan tocado, ya que estás marcado, maldición. — gruñe y el omega se asusta al sentir un denso y muy espeso olor a enojo. — No me molesta que te marquen y morir, me importas tú, me importa que te hagan algo que no quieras.

— Tin... Yo lo siento, no pensé que esto pasaría, antes me embriagaba y nadie me hacía nada, no pensé...

— Entonces no sé si será mejor que tomes supresores... Puedes hacer lo que quieras. Sólo piénsalo. — Tin sale del auto muy enojado y Can hace un puchero. Tal vez sea lo mejor para todos.

Se estaba acostumbrado a la mirada de los demás, pero muchas personas podían notar lo patético de la situación, Tin estaba enojado y él aunque tratara de oler lo más neutral posible, se notaba triste.

— No pensé que fuera tan grave, Can — Ae habla el Omega tampoco recuerda mucho de la situación.

— Mi collarín no está, esos alfas lo tienen, muchas personas me vieron sin el. — habla lo que piensa. — Tal vez alguno me iba a marcar.