–¿Y tú papá?

Me pregunta.
Mi corazón se acelera ante esa pregunta.

–Viaja mucho- respondo– Honestamente no me gusta hablar de mi padre, no me trae buenos recuerdos.

Ella asiente.

–Lo siento, no debí preguntar.

–Descuida- me siento mal al mentirle todo el tiempo, pero no me queda de otra.

–Tampoco me gusta hablar mucho de mi padre a decir verdad.

Se sienta en una banca.
Me siento al lado de ella luego de comprobar que no hayan muchas personas merodeando por aquí.

–¿Por qué?

Le pregunto, acariciando su brazo izquierdo. Es realmente suave. De pensar que hace horas estuve acariciando sus piernas y besando sus pechos me pone duro.

Maldita sea.
Me hubiese encargado de hacerla mía sino fuese por Sam...

–No soy de comunicarme tanto con él- suspira, triste– Somos dos polos opuestos, creo que ya te había comentando varias cosas al respecto.

Asiento.
Recordando sus palabras anteriores veces que hemos salido.

–Me gusta hablar contigo Ross- voltea, para mirarme– Me hace sentir bien, bien sin necesidad de ingerir algo.

Me gustaba eso.
A mi también me hacia bien pasar tiempo con ella.
Pero al recordar el plan, esa pequeña ilusión que hay en mi corazón se esfuma.

–Digo lo mismo.

Respondo, acercándome un poco más a ella, siento su mano en mi barbilla, obligándome a que voltee, sus labios besan los míos.

Con dulzura.
Le sigo el beso, colocando mis manos en su cuello, sin usar mucha fuerza, lo presiono. Robándole un gemido.
Luego de unos segundos, sus labios se separan de los míos.

–Quizá luego de ir al parque de diversiones podríamos pasar por tu casa.

Susurra contra mis labios.
Haciendo despertar a mi amigo.
Sonrío, volviendo a besarla.

–Lo haremos cuando te sientas lista.

Se separa de mí, mirándome tiernamente, debo de confesar que su mirada me intimida de una forma especial.

–Eres el mejor Ross.

Dice para luego volver a besarme.

-

Subo hacia mi habitación lo más rápido que puedo, rogando por no encontrarme con Sam en el camino y me hiciera un interrogatorio.

Estoy completamente empalmado gracias a las caricias y besos de _____________. De tan solo pensar que quizá luego de ir a la feria tuviésemos la oportunidad de tener algo, me excita.

–¿Qué haces aquí?

Pregunto al observar a Khali parada dentro de mi habitación. Maldita sea.

–Quiero hablar contigo- me observa– ¿Dónde estabas?

–Eso no te importa a ti- suspiro, y trato de encorbarme un poco para que no se note mi erección.

Khali se levanta de mi cama, y se dirige hacia mí, intenta tocarme pero la detengo.

–¿Estás con otra persona?

Ruedo los ojos.

–¿Sabes lo que pasa? Es que me fuiste infiel, y nuestra relación no es la misma de antes desde hace mucho tiempo.

–Puede volver a serlo, vamos Ross, todos cometemos errores, llevamos mucho tiempo juntos como para separarnos por una estupidez... ¿estás excitado?

El calor sube a mis mejillas.
¿En serio tenía que notarlo?

–¿Puedes irte de una vez? Khali, no pienso volver contigo, ni tampoco disculparte, y por favor, deja de venir a mi casa, le diré a Sam que no te deje entrar.

Khali se detiene en seco.
Mirándome con odio.
Su mirada, baja hacia mi entrepierna nuevamente, y se acerca a mí.

–Ya hay otra que te pone, ¿no es así?

Río.
Me parece tan estúpido hablar de esto con ella.

–Al igual que a ti.

Khali sonríe, sarcástica.

–¿Recuerdas esos tiempos en los que decías que solo yo podía volverte loco?

Se acerca, siento su mano sobre mi erección, haciéndome sobresaltar. Gruño.

–Desperdiciando esto en otra persona- se encoge de hombros, sin dejar de tocarme– Quiero conocerla, quiero saber que tan bonita es para que te haya puesto más de lo que yo lo he hecho.

¿Qué demonios?

–Dile que podemos salir los tres- sonríe, acercando su boca a mis labios– Y pasarla bien por una noche, me encantaría, ¿sabes?

–¿Quieres hacer un trío?

Le respondo atontado.
Dejándome tocar por ella.
A estas alturas necesito relajarme con lo que sea.
Necesito imaginar que ____________ es la que está provocandome placer.

–Claro- ríe– ¿Por qué no?- me besa en los labios de forma corta– Además, sé que tu también lo quieres, es la fantasía de muchos hombres.

De tan solo recordar el sueño que tuve con ellas, me hace sentir glorioso. ¿Debería aceptar? No... ____________ no me lo aceptaría jamás, digo, ni siquiera hemos tenido sexo los dos.

–¿Que opinas?

Cierro los ojos con fuerza.
Concéntrate Lynch.
No arruines esta mierda solo por Khali.
Tu padre vale más que todo el sexo que puedas tener.

Me alejo de ella, perdiendo de inmediato todo el contacto que tenemos.

–Retírate por favor.

Frustrado; Ross LynchWhere stories live. Discover now