Capítulo 46

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Para Akihiro Sakura no existía nada tan reconfortante como estar de regreso a su tierra

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Para Akihiro Sakura no existía nada tan reconfortante como estar de regreso a su tierra. Se sentía en casa cada vez que la visitaba, aunque siempre iba por negocios o asuntos familiares. Se había marchado siendo muy joven, pues él era el menor de sus hermanos, pero aun así siempre había sentido ese vínculo irrompible con su cultura y país natal.

Japón era para él un país mágico. Sus colores, su aroma, sus calles, su gente, todo siempre lo transportaba a sus recuerdos felices de la infancia, cuando aún no tenía tantas preocupaciones ni tantas responsabilidades. Pero ya esos momentos eran solo la base de la montaña de su vida, y estando en la cima solo podía mantenerse ahí: caer nunca había sido una opción.

Los enemigos de su familia acechaban cada vez más cerca y era necesario ocuparse de cada uno de ellos. Por ese motivo, había regresado a su hogar de la infancia, desde donde su hermano Kentaro dirigía el «Imperio Sakura» en Japón.

Akihiro entró a la oficina de su hermano y, luego de saludarlo, se sentó en uno de los sillones de cuero. Había llegado muy tarde la noche anterior, así que habían pospuesto la conversación para la mañana.

Watashitachiha-betsu no shigoto ni tsuite hanashiaubekidesu* —le dijo a su hermano.

—No hables en japonés —le respondió Kentaro y miró hacia la puerta de la oficina.

—¿Desconfías de alguien dentro de la casa? —preguntó Akihiro con algo de recelo.

—En la situación en la que estamos atravesando desconfío de todos, hermano, nuestro enemigo es peligroso y la traición puede ser letal.

—De acuerdo —asintió Akihiro—, debemos discutir pronto el tema que me trajo aquí y regresar cuanto antes, no quiero dejar a mis hijos solos por mucho tiempo.

—Hiroshi ha estado haciendo un gran trabajo allá.

—Así es —afirmó Akihiro, muy complacido—. Él será un gran líder para nuestra familia, pero aún tiene mucho por aprender, sigue siendo joven e impulsivo.

Kentaro suspiró profundo antes de responder con seriedad:

—Él no es el único que desaprueba la paz con los Miyasawa, pero sabemos que es la mejor opción por el momento. Estamos siendo duramente golpeados aquí, debemos actuar con cautela.

—Es cierto, pero ya es hora de que él cumpla su misión. Honrar a nuestro padre y a nuestro hermano es lo primero, el resto puede esperar.

—¿Crees que esté listo para hacerlo?

—Estoy totalmente seguro —respondió Akihiro. Confiaba profundamente en su hijo.

—¿Qué pasa si llega a saber más de lo necesario mientras realiza el trabajo? Eso no sería bueno, y menos en este momento.

—Hermano —le dijo Akihiro con certeza—, todo eso ocurrió hace más de veinticuatro años. Hiroshi es un Sakura, siempre lo ha sido, y se ha estado preparando sin saberlo durante toda su vida para realizar este trabajo. Nuestro padre lo enseñó bien y nada de lo que pueda ocurrir cambiará su lealtad hacia nuestra familia.

—Creo lo que dices —dijo Kentaro. Luego se levantó de su asiento y caminó hacia la ventana, desde donde podía verse parte de la colosal obra lograda por su padre y su difunto hermano mayor—. La hora de la justicia ha llegado...

*Hermano, debemos hablar sobre el otro tema.

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Este capítulo estuvo especialmente dedicado a LizTrianaGomez
❤️

El ángel de la muerte (Antes llamada "El último dragón rojo") © [✓]Where stories live. Discover now