Capítulo 20

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Los sollozos de Rose hacían eco en la habitación de Astrid

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Los sollozos de Rose hacían eco en la habitación de Astrid. Joshua, por otro lado, estaba apoyado en la ventana, con la mirada perdida en el horizonte. Ninguno había podido dormir esa noche, no luego de la desaparición de Astrid. Ambos se sentían culpables. Ellos la habían sacado de su casa, después de todo, eran responsables de que su amiga estuviera secuestrada o quizás algo peor, pero no podían perder las esperanzas.

La policía había estado interrogando gente en el bar durante toda la noche, pero al parecer nadie la había visto, se había esfumado. Sin embargo, algo muy dentro le decía a Joshua que había mucho más en esa historia, y que lo que había visto en el bar estaba, sin dudas, ligado a lo ocurrido con Astrid. Si solo hubiera escuchado sus instintos y no la hubiera dejado sola...

Se volteó a ver a Rose, que apretaba la almohada de Astrid contra su pecho, y luego salió despacio de la habitación y bajó las escaleras. En la sala de visitas estaban los padres de Astrid hablando aún con uno de los detectives. Estaban abatidos, y eso le rompía el corazón.

La policía no lograría encontrarla, tenía mucho en contra al enfrentarse a los Yakuza. Era sabido todo el dinero y las influencias que poseían esas familias, y todo lo que estaba ocurriendo tenía su firma por todas partes: habían vuelto a terminar el trabajo. Sin embargo, él no era parte de la policía y no pensaba quedarse de manos cruzadas mientras la vida de Astrid pendía de un hilo. Estaba convencido de que seguía con vida en algún lugar, no podía estar muerta.

Pasó por delante de las tres personas en silencio y le entregó una última mirada a la madre de Astrid.

«Yo voy a encontrarla», se prometió a sí mismo y a todos. No pensaba detenerse hasta que la trajera sana y salva a casa, y haría cualquier cosa para lograrlo.

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Este capítulo estuvo especialmente dedicado a NajoCarsey
❤️

El ángel de la muerte (Antes llamada "El último dragón rojo") © [✓]Where stories live. Discover now