—¡No me callo! Eres un maldito asesino. Juro que te pudrirás en la cárcel, te lo juro.

Las sirenas poco a poco se comenzaban a escuchar.

—La policía...¿Llamaron a la policía?— preguntó el enojadísimo.

—Yo la llame— dijo su hermana mientras le apuntaba con el arma.

—No me entregues así. Eres mi sangre. A la sangre le tienes que perdonar todo.

—¡No!— gritó—. Si yo voy a la cárcel, te dije que te llevaría conmigo.

—No iré a la cárcel, prefiero que me mates.

—No. Yo no soy una asesina. Podré haber secuestrado, pero no soy una asesina.

—¡La policía, arriba las manos!— dijo el policía entrando a la habitación. Habían algunos 5 policías—. Suelte el arma, señorita, ¡ahora!

—Estás acabas Joon Hee. Espero que te mueras y vallas directo al infierno. Maldito asesino.

—Señor Park Joon Hee, está usted arrestado por, fabricación de sustancias, secuestro, asesinato, falsificación de documentos ente otra cosas que un juez le informara en el tribunal. Usted tiene derecho aún abogado. Todo lo que diga será usado en su contra— le dijo el policía arrestándolo.

—Van a pagar muy caro haberme denunciado.

—Señora Park Shin Hee, queda usted arrestada por posesión de armas, fabricación de documentos falsos, secuestró en complicidad con el acusado Park Joon Hee. Tiene derecho a un abogado, todo lo que diga o haga será usado en su contra ante un tribunal.

La policía los arrestó, y se los llevo. Inmediatamente Young Ha desató a Donghae y el gesto de este la sorprendió de sobre manera. Donghae la había abrazado.

—Perdóname... Perdóname, hermana.

Las lágrimas en el rostro de Young Ha se hicieron presentes. Un abrazo de su hermano significaría mucho para ella, aunque así fuera una sola ves.

—Perdóname por no creerte... Perdóname.

—No hay nada de que perdonar. Ya todo paso— se abrazaron lo más fuerte que podían.

—Perdonen la interrupción, señores, pero tenemos que ir is de aquí— se separaron—.Ya viene unos especialistas para investigar el lugar. Será mejor que los llevemos a la estación de la policía para que den su declaración.

—Yo necesito ir al hospital. Mi novia está en el hospital. Necesito ir a verla.

—Bien. Usted debería tratarse también.

—Gracias— le respondió Donghae intentando levantarse.

—Ven, te ayudo— le dijo Young Ha ayudándolo a ponerse de pies.

—Gracias, hermana. Gracias por abrirme los ojos.

Ella solo puso sonreírle y sentir dentro de ella un gran alivio.

La policía le hizo el favor de llevar a Donghae al hospital en compañía de su hermana a quien por fin había aceptado. Aunque sentía dolencias en su cuerpo, no le importaba en lo absoluto, él solo quería ver a Soo Ah. Al entrar al hospital, fue directo a la recepción. Le indicaron que aun no tenia habitación disponible para ella, ya que el medico aun estaba atendiéndola.

—Es lo única información que puedo brindarle hasta el momento— le indico y Donghae asintió—. Debería de tratar sus heridas, caballero. No se ve en buen estado— le dijo la chica detrás del mostrador.

Más allá de tu miradaWhere stories live. Discover now