CAPÍTULO 39

99 15 1
                                    

La noche llego y Soo Ah rogaba por que todos se marcharan a sus habitaciones. No podría salir tranquila si alguno de ellos estuviera aun despierto. Soo Ah estuvo todo el día en su cuarto, si salía podían notarla mas extraña que de costumbre en esos días. La señora Cho preocupada por lo nerviosa que había estado Soo Ah durante el día, no le costo más remedio que hablar con Soo Jin.

—Jin, mi niña— le hablo una ves que entro en la habitación.

—¿Si?— le respondió mientras miraba unos documentos importantes.

—¿Como les fue en la estación de policía? ¿Tomaron ambas declaraciones?— le pregunto.

—Nos fue muy bien, mejor de lo que esperábamos. A Park Joon Hee le esperan muchos años en la cárcel. Tiene demasiados cargos. Espero que se pudra allá adentro, espero que sea una sentencia larga y dolorosa. Así como nos ha hecho sufrir a Soo Ah y a mi— hablaba con mucho resentimiento y no era para menos.

—Esperemos que así sea.

—De hecho, ¿ha visto a Soo Ah?— le pregunto desviando la mirada de aquellos documentos importantes que hojeaba—. desde que llegue no la he visto. ¿Sabe donde ha estado en todo el día?

—De hecho, de ella misma le venia a hablar.

—¿Que pasa con mi hermana?— pregunto inquieta. Sabia que ella estaba sufriendo por Donghae y lo peor, en silencio. No hablaba con nadie desde que Donghae se marcho de la hacienda.

—Ha estado muy rara durante todo el día. Apenas ha comido un bocado. El pequeño Young Jae si como, pero ella no ha querido comer. Me atrevería decir que que bocado que tenia su tarta, fue dada al pequeño Young Jae, ya que estuvo demasiado activo durante toda la tarde.

—No te preocupes. Ella esta muy arrepentida de la mala decisión que tomo al alejar a Donghae. Sabia que esto pasaría. Solo déjela sola, necesita analizar todo lo que ha hecho mal.

—No me gusta verla así— dijo triste la señora Cho—. Me recuerda cuando Young Ha lloraba por su familia. Lloraba de la misma manera que ella lo esta haciendo. La desesperación la esta consumiendo por dentro, y eso no es bueno para su salud.

—Lo sé, pero mejor ya no nos metamos ahí. Eso es algo que solo le concierne a Soo Ah y a Donghae. Tienen que arreglar sus problemas solos— la señora Cho asintió—. No te preocupes, démosle su espacio, lo necesita.

La madrugada llego y finalmente ya todos se encontraban en sus habitaciones dormidos. Se arrodillo frente a la cama y saco la mochila donde haha guardado todo lo que necesitaba llevarse. La coloco en la cama y luego busco por un papel y un lápiz. No podría marcharse sin al menos dejarle una nota a su hermana, por que si le decía directamente, no le permitiría entrar en la boca del lobo. Denia dejarle esa nota.

"Jin... Para mi es muy difícil lo que esta pasando. No puedo dormir tranquila pensando en el gran error que cometí al alejarlo de mi y de nuestro hijo. Me siento muy malle hice daño al hombre que amo, al padre de mi hijo. Por mi culpa lo esta pasando mal. Por tal razón, mejor me marcho. Ya nada estaré bien, mis días están contados y no se podrá evitar. Nada de lo que pase ahora se podrá evitar. Perdóname, perdóname por no tener fe, pero ya no me alcanza. Esta es mi despedida, me voy, me voy con mi hijo y la única soluciona para tener toda esta desgracia, el suero..."

Una ves finalizó la carta y la dejo encima de la mesita de noche al lado de la cama. Se coloco la mochila en la espalda y luego tomo a su hijo, quien estaba muy despierto a esas altas horas de la noche.

—Mi amor...— pronuncio ella sorbiendo su nariz—. Mi amor, mama necesita que no hagas ruido, mama tiene que salir contigo. Mama intentara rescatar a papá. Perdóname por ponerte en riesgo, pero no tengo más alternativa. Si no te llevo conmigo, no volveremos a ver a papá, no los quiero perder, a ninguno de ustedes— lagrimas volvían a bajar por sus mejillas.

Más allá de tu miradaWhere stories live. Discover now