Capítulo veinticuatro - Oponentes formidables.

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Dos días nos tomó tener todas las noticias para el periódico escolar en orden, Anna y yo trabajamos arduamente para quedar satisfechas. Ese viernes por fin regresé con regularidad a las prácticas de los cuervos. Entré feliz de poder estar ahí sin más preocupaciones y si no fuera por Kiyoko, la mayoría me fuera asfixiado con sus abrazos de la emoción. Todos estaban al tanto del porqué de mis faltas y nos veíamos en las horas del almuerzo o en recesos de clases. También chateaba con Sawamura y Suga para que los tranquilizara por mi ausencia y no se hicieran ideas locas. Además de que pasé diariamente por la tienda de Ukai y algunas noches cené con él y la abuela.

Después de los saludos y los abrazos, retomamos la jornada. Tsukki y yo no nos esperamos más para ir a clases desde que regresamos de la golden week. Kageyama no me hablaba casi, solo lo necesario, pero siempre se mantuvieron cerca por si necesitaba algo, no quise ahondar en los temas, lo vi como problemas de adolescentes que no saben expresar sus sentimientos.

Me guardé el encuentro con los chicos de Fukurodani, no quise darle vueltas a eso y ya al siguiente día para mí era total historia, exceptuando los momentos cuando estaba con Moyori, según sus palabras ella había quedado flechada por la sonrisa de Bokuto y yo no podía evitar rezongar con desinterés cuando comenzó a acusarme de estar secretamente ilusionada con Keiji por el agarre de manos que ella vio desde lejos.

Ella era una tonta, yo ya no me ilusiono con chicos que no voy a volver a ver, ya no tengo 10 años.

Además, ya he olvidado a aquel chiquillo que conocí un día lluvioso de Tokio llamado Shinsuke, Kita Shinsuke.

Antes de viajar en los recuerdos de viejos amores decidí ayudar a Kiyoko con los balones para distraerme de los pensamientos que me venían por culpa de Anna. Keishin comenzó una ardua práctica en donde yo tenía que buscar los balones perdidos, él mismo me asignó esa tarea diciendo que con estos días de descanso me había vuelto una floja, que malo.

Faltaban dos semanas para las intercolegiales y de verdad que estos chicos se estaban esforzando por mejorar. No hay preliminares por distritos en Miyagi, no se consta de muchos equipos en Sendai, así que iremos a las preliminares de la prefectura en el que participarán 60 equipos y solo quedará uno. Eso significa que perdiendo una partida, el torneo terminará para nosotros. Si queríamos vengarnos de Nekoma, tendríamos que ser los número uno de Miyagi, no había opción para segundos lugares. Pero algo atenazaba mi pecho, Aoba Johsai, ellos también eran de Miyagi y no eran los únicos fuertes.

Al caer la noche, ya descansábamos del arduo trabajo. Estaba agotada, Keishin tenía razón, estaba convirtiéndome en una floja. Me senté junto a Noya, Ryu y Koushi que leían la revista semanal de vóleibol. Cuando vi por encima del hombro de Yu la gran foto que le dedicaban al as de Shiratorizawa me escandalicé, eso solo era sinónimo de lo bueno que era. Los gritos de asombro de nuestro líbero terminaron llamando la atención de Hinata y Tobio.

—¿De Shiratorizawa de dónde rechazaron a Kageyama? —preguntó Shouyou de forma ingenua.

—¡No fastidies! —devolvió el setter encolerizado.

—Shiratorizawa —murmuré recordando a Oikawa y Hajime, en lealtad a ellos no podía venerar a nadie de ahí.

—¿Quién es Ushiwaka? —preguntó el chibi extrañado.

—¿No sabes quién es? —le pregunté, hasta yo lo sabía.

—Es que Hinata solo tiene ojos para el pequeño gigante —contestó Suga risueño.

—Ese es el indiscutible as número uno de nuestra prefectura —explicó Ryu—. Ushijima Wakatoshi, mejor conocido como Ushiwaka.

Oikawa seguro tenía pesadillas todavía por ese jugador.

LUZ DE LUCIÉRNAGA » ʰᵃⁱᵏʸᵘᵘ✔︎Where stories live. Discover now