Capítulo veintiuno - Nekoma.

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Esa mañana desperté primero que todos los chicos. Los observé un rato, absorta con sus capacidades de descargar tanta energía constantemente y dormir como ángeles, exceptuando a Tanaka, quién babeaba por la boca, seguramente del cansancio. Me levanté y me bañé, decidí salir a correr antes que todos después de comer una manzana. Al regresar ya estaban reunidos en su totalidad en el comedor, un poco confundidos porque no sabían dónde estaba.

—No te pierdas de esa manera —me reprendió Daichi.

—Avísanos cuando vayas a salir —hasta Suga me regañó.

—Lo siento, solo tenía ganas de correr.

—¡Me hubieras despertado Hotaru-san! Habría ido contigo —comentó un feliz Hinata apaciguando la tensión del momento.

Le removí el cabello al chibi mientras le sonreía. —La próxima vez, lo haré.

Comimos alborotadamente como los últimos días, luego todos se adelantaron al entrenamiento mientras Kiyoko me esperaba, ya que había decidido bañarme otra vez. En el camino nos desviamos del gimnasio porque la mánager tenía un encargo especial y me había solicitado mi ayuda. Terminamos en la lavandería de Uchizawa, Hidenori nos atendió y hablé un rato con él mientras ordenaba el pedido del equipo, luego regresamos tranquilamente con las bolsas en las manos, no sabía que era, pero tenía una idea de ello.

Al entrar al gimnasio, todos estaban en lo suyo. Kiyoko llamó la atención de Take-sensei para avisarle de nuestra llegada.

—¿Todo listo chicas? —preguntó el profesor.

—Sí -respondimos ambas.

—Limpio y doblado, todo listo —acotó Shimizu—. Son los uniformes —explicó ante la confusión de las miradas de todos los nuevos del equipo.

—¡Woow! —Hinata estaba realmente asombrado con su camisa—. ¡Es la que vi en la tele! —se alegraba el chibi. Sostenía el dorsal número 10—. ¡Pero el de Noya-san es naranja! ¡No se vale!

—Por supuesto, Shouyou -comenté alegremente a su lado, el chico no sabía mucho sobre el vóley a pesar de jugarlo tanto—. Nishinoya tiene un rol líder —expliqué.

Me sentía tan inteligente gracias a Sugawara.

—¿Rol líder? —se asombró el pequeñín— . Oooh.

—El líbero sale y entra de la cancha en cualquier momento —aclaró Tobio como si fuera algo obvio de saber—. Es el único que debe ser llamativo, idiota.

—¡Tobio! —le regañé ofuscada con su actitud con Hinata y el pelinegro chistó—. No me chistes, chiquillo -le saqué la lengua y me volvió a chistar, ¿qué le pasa a este niñato?

—Cálmense —controló Daichi la situación, me ofusqué y me alejé de Kageyama.

—Oye ¿qué te pasa con Hotaru-san? —escuché a la lejanía como Hinata le hacía esa pregunta a Tobio, pero no quise escuchar la respuesta, capaz y chistaba de nuevo.

Comenzaron a discutir por otras trivialidades como siempre y yo me acerqué a Keishin y me quedé a su lado sin decir nada, él me miró de reojo pero no interfirió en mi momento de búsqueda de paz.

—¿Todo esto fue su idea, entrenador? —preguntó Hinata a Keishin repentinamente feliz, pero no sé a qué se refería.

—No, fue coincidencia —contestó Ukai como quien no quiere la cosa.

—¡Entonces, es el destino! —celebró Shouyou contento.

Y otra vez Tobio y Hinata comenzaron a pelear y tampoco supe porqué.

LUZ DE LUCIÉRNAGA » ʰᵃⁱᵏʸᵘᵘ✔︎Where stories live. Discover now