Insospechada Sorpresa |NamJin|

Capítulo 76: Imposible de olvidar

Maratón Final: Día 1

¡Sorpresa! Así es babies, ya se viene el Final 🤧

—¡Estoy cansado de todo esto!

SeokJin chilló, dejando caer su cabeza dramáticamente sobre el escritorio. Se sentía agotado, tanto mental como físicamente; por todo y por nada en esas últimas dos semanas. Él no era el mejor para sobrellevar el estrés y, sin lugar a dudas, estando embarazado era mucho peor.

Todo comenzó cuando fue presentado como el nuevo presidente de la compañía, por supuesto, en ese momento SeokJin tenía los ánimos hasta las nubes porqué amaba los nuevos retos. Ver como todos los ejecutivos, en su mayoría alfas, se quedaban con expresiones perplejas cuando tuvieron que acatarse a la idea de que un joven omega, y encinta, se convertiría en su superior hizo al ego de Jin crecer; sus reacciones causaron que su arrogancia aumentara.

Claramente, él sabía que no sería fácil lidiar con unos vejestorios y vanidosos alfas en una compañía económicamente inestable. Sin embargo, no se esperó que cada día terminara descubriendo más y más problemas envolver a la compañía; desde deudas y ventas de acciones ilícita, hasta malversación de dinero y consumo excesivo del capital... Y tan solo con dos semanas y media siendo el Gerente general se sentía estar ahogándose en un vaso de agua. Y su embarazo, de ahora recién siete meses, no ayudaba en lo más mínimo a su ánimo; cada día era peor y él parecía estar convirtiendose en una lenta tortuga.

Y tal vez, SeokJin tenía muchas opciones, pero la arrogancia que había crecido en él también aumento su jodido orgullo. Y se negó  profundamente a vociferar que ya no encontraba como sacar adelante a la compañía al borde de la quiebra y lo cansado que estaba.

—¿Por qué no le pide ayuda al señor Kim...?

Le había cuestionado Soobin: quien ahora era como su sombra al estar desempeñando el papel de chofer y guardaespaldas para él en esas dos últimas semanas. Increíble, pensó SeokJin al descubrir las peculiares habilidades del chico.

Sentado en uno de los sofás de su despacho, mientras lo veía con aquellos ojos de cordero que a Jin le parecían tiernos; el menor le había hecho aquella pregunta como si fuera lo más razonable, pero Jin solo frunció el ceño.

—¿Por qué debería? Soy perfectamente capaz de manejar mi compañía. —Él había contestado con mucha arrogancia.

—Pero usted no puede estresarse mucho... —Soobin le replicó. Y a pesar de que le enternecía que el beta se preocupara por él, arqueo una ceja en desacuerdo.

—Y NamJoon tiene sus propios asuntos.

De esa forma, SeokJin había terminado la conversación aquel día; sin saber qué unos días después llegaría a su límite de estrés. Lo que estaba sucediendo en ese momento mientras se quejaba de no aguantar otra reunión más y lo casando que estaba.