Extra

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Pov Poché.

5 años después/ Casa Calle Garzón

Una sonrisa enorme de dibujo en mi rostro al ver por fin la puerta de mi amado hogar, estaba emocionada de volver a ver a mis hijos y a mi hermosa esposa.

Había llegado de un viaje de negocios que hice en Canadá, para mi mala suerte no pude llevar a mi familia cómo lo había hecho la mayoría de veces.

La idea era pasar mi cumpleaños allá con las personitas que más amo, pero mi pequeño hijo de apenas un año no podía viajar por un resfriado inesperado, por lo cual no hubo viaje.

Mi sonrisa crecía más al pensar en mis hijos, eran el amor de vida junto a su madre, Sara Calle Garzón de tres años y mi hombrecito Salomón de apenas un año.

Habían pasado muchas cosas en estos años, cuándo pensé que había perdido al amor de vida ella regresó a mí, con dos palabras y cinco letras que me costó decirlas de regreso por pensar que todo se trataba de un sueño.

Y tal vez fue así, porque desde que estamos juntas, vivo un sueño a su lado.

Terminé de entrar a la casa, cerré la puerta a mis espaldas colgando las llaves, en el llavero.

—¡Sara Calle Garzón!— la voz de mi esposa resonó en la planta de arriba. — ¡Ven en este momento!

Muchos podrán decir que venir de un viaje de varias horas y encontrar gritos en tu casa es un martirio, para mí era todo lo contrario, porque eso significa que hay una nueva aventura con risas y amor en la casa.

Eso solo me hacía sentir cómo hace mucho no me sentía en un lugar. En casa.

Rápidamente dejé las maletas en el suelo para ir a ver el alboroto, caminé por la extensa sala hasta llegar a las escaleras y ver una escena demasiada cómica por parte de mi hija.

— ¡Mamá!— gritó corriendo hacia mí.

Abrí mis brazos esperando a mi pequeña hija que era un terremoto, solté una risa al verla con su ropa interior en la cabeza y ella totalmente desnuda bajando las escaleras a toda velocidad, Ramón y Max con más años perrunos encima detrás de ella.

— Te tengo, pequeña bella. — mencioné riendo.

Alcé a mi hija para empezar a dejar besos por doquier en todo su rostro, logrando sacar uno de mis sonidos favoritos en la vida, su hermosa risa que era igual a la de su madre.

Sara era un copia de Calle, sus cabellos castaños, sus ojos avellanas sumamente hipnóticos igual a los de su madre. Era una bendición tener dos castañas bellas.

— Y tú por qué andas desnuda, ¿eh?— le cosquillas en su pancita y Sara rió.

Ramón y Max ladraban y movían sus rabos con entusiasmo, los acaricié brevemente con Sara en brazos.

— Calol, mami. — alzó sus brazos con una mueca, reí.

Sara aún tenía problemas para mencionar de forma correcta algunas palabras.

— Bueno, vamos con tú otra mami.

Comencé a subir las escaleras con mi hija en brazos, Sara se escondió en mi cuello y metió su dedo pulgar en su boca, negué sonriendo.

Terminamos de llegar a la planta de arriba, fui a la habitación de los niños, al enfocar mi vista mi esposa se giraba con Salomón en brazos, una sonrisa radiante se extendió por su rostro, un brillo especial en sus ojos.

Me acerqué a ella rápidamente, ella iba a abrir la boca para mencionar algo, pero no la dejé hablar porque tomaba su cintura con mi brazo libre y la besaba, diciéndole a través de ese beso cuanto la había extrañado.

Propuesta Indecorosa || TerminadaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt