Capítulo N°29 "Pizzería del Amor"

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Acaso no me ves ahora?
Creo que me estoy enamorando
Me estoy enamorando de ti
No me necesitas?
Creo que me estoy enamorando,
Me estoy enamorando de ti...

Falling for you - The 1975

- ¿Como sabes tanto de autos? -

- Mi abuelo Tyler... - Fui interrumpida.

- ¡Verdad! Que daría por tener una abuelo como el tuyo, Don Carlos es verdaderamente bárbaro -

En cierto modo tiene razón. Mi abuelo es pura diversión. Para sus 63 años se comporta peor que Jack, por él saliera todos los días a jugar a "La Rayuela" ¹. Su instinto latino lo llevó al un club formado en Seattle. Dice que es la unica forma de sentir que esta en casa. Él llegó a Estados Unidos solo como un turista, pero conoció a la gran Anne O'connor, una joven estudiante de modas. Y pues nada hicieron click. Juró algún día contarles de mi sangre latina.

Observé a Tyler. Esta sonriendo y con su miraba fija buscando algún cupo para estacionar el Jeep. ¿Como es posible que llegamos a esta instancia? Siempre lo vi como alguien imposible y más al lado de Amber. Desde que lo conocí me pareció interesante, su sentido del humor es único. Cuando pise por primera vez esté instituto. Todos me quedaron viendo como bicho raro, y claro era la nueva. Mi apariencia no era muy linda, desde lo ocurrido a principios del verano me volví completamente insegura y no quería mostrar mi silueta. Lucas había matado la chica empoderada que algún día fui. Pero Tyler la está reviviendo. Me hace sentir especial, que todo lo puedo lograr. Y tengo miedo demasiado.

¡Por la berenjena! ¡No me puedo enamorar!

- Kylie, me estás asustando - su expresión es de mucha preocupación.

- lo siento, sólo estaba pensando lo mucho que ha cambiado todo en tan poco tiempo -

Y es verdad en esté poco tiempo, todo cambió. No se si es para bien o mal. Pero todo cambió.

- Los cambios son buenos ky, al final todos nos ayudan a crecer ya sean buenos o malos -

Una pequeña sonrisa se formó en mis labios. Si tan solo supiera que él me está cambiando.

Ambos bajamos del Jeep en silencio. Tyler activo la alarma y fuimos camino a la entrada. Compramos ocho ticket para subir a las atracciones. El cajero nos regalo un mapa, lo primero que observamos era la famosa montaña rusa y la rueda de la fortuna. Supongo que esa eran las principales atracciones. Pero solo uno era el que me interesa "El palacio de las gomitas". ¡Bingo! Al lado de los autos chocones y los juegos de peluches. Arrugue el mapa y tomé la mano de Tyler. Como niña pequeña me fui casi corriendo pero en mi defensa ¿A quién rayos no le gustan las gomitas?. Son deliciosas. En menos de lo que canta un gallo ya estabamos al frente del palacio. ¡Santas palomitas de maíz!. Esto es un maldito sueño. En la entranada hay dos osos gigantes de gomita, estrellas de gomitas, flores de gomitas, hasta unas malditas pizzas de gomitas. ¡Que me da un soponcio²! ¡TODO ES DE GOMITAS!

- Lamentó interrumpir tu momento de éxtasis. Pero si no me sueltas la mano en este instante creo que la voy a perder.

Solté inmediatamente su mano. No se si mi agarré era muy fuerte pero se veia algo hinchada. ¡Modo vergüenza ON!

- Lo siento, yo solo no me di cuenta -

- Tranquila, solo entremos quiero probar las famosas gomitas con forma de pollo - agregó sonriendo.

Él tomó mi mano y me guió hasta porteria. Entregamos nuestros tickets y por fin entramos. ¡Es el jodido paraíso!. Tyler comienza a reir al ver mi expresión. Me recorrí toda la tienda en cosa de segundo, comimos las gomitas con forma de pollo y tenia un exquisito sabor a gomita. Ty se sentía algo desilusionado el creia que tendrían sabor a pollo. Estabamos haciendo la fila para pagar los kilos de gomitas. Y adivinen que encontré. ¡UNA MALDITA PISCINA DE GOMITAS CON TOBOGANES!. Solté en cosa de segundos la mano de Tyler y fui corriendo a la piscina. Salté tan fuerte que los niños que se encontraban ahí salieron disparados con millones de gomitas. Nade, baile, hice angeles de gomitas, subi a los toboganes. Ni se imagianan la cara de reprobación de las mamás al verme. Ty se sentó al frente de la piscina. Tomó su celular, saco varias fotografías y reía de mi. Finalmente se acercó a mi.

No soy la típica NerdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora