Narco Barbie ✔️

Capitulo 44

MIA O'CONNER

Ya me atendieron. Solo necesitaron vendarme, no era grave, y me dieron medicamentos para el dolor.

Veo como entra Noah y antes de acercarse a mí, se queda hablando con Dylan, ¿qué onda estos dos? Después de un rato, vienen hacia mí y yo me le quedo mirando a Noah, quería saber si sabia algo, él mira disimuladamente a Adrik y eso me hace entender que necesita que él no esté.

Me encontraba en la camilla todavía. Al rededor mío estaban solo ellos tres, Liam y Logan se quedaron con Maia, a ella también la atendieron y le hicieron lo mismo por lo que me contó Adrik.

El teñido, encontrandose a mi lado, me acaricia el pelo y me hablaba para no aburrirme. A los minutos lo llaman y me da un beso en la frente para despues alejarse y contestar.

—Mia, tenemos que hablar—me dice Noah.

Yo le señalo con la mirada que estaba al lado mío Dylan.

—Tranquila, corazón, estoy informado del tema—me dice.

—¿Qué?¿Cómo?—le pregunto confundida.

¿Él sabia de la mafia?

—No es importante eso ahora.

—Tiene razon, Mia—dice Noah y le presto atención—. Quienes generaron el ataque fueron los turcos—me susurra.

—Esos hijos de puta.

—Todo hubiese sido más fácil si me escuchabas, amor—dice Dylan.

—¿Vos sabias?—pregunto molesta.

—Esa mafia, hace meses atras, me ofreció aliarme con ellos, me contaron lo que les hiciste y tenian pensado matarte. Rechace la oferta con la excusa de que si saldría mal seria hombre muerto por el intentar matarte. Averigue y me entere que con muchas mafias tambien habían intentado pero lo mismo que yo, los rechazaron. Con los unicos que pudieron fue con los de Dinamarca, la mafia de Vannesa Morgan alias Margot, pero vos los mataste. Cuestión que quedaron solos y siguieron solos con el plan.

—Estoy mariada, ¿por qué habrían ido hacia vos?

—Soy el lider de la mafia de Canadá.

—Es broma, ¿no?—digo riendome.

Miro a Noah y él niega con la cabeza.

—¿O sea qué sabias todo esto y no se te ocurrio decirme nada?

—Tenia pensado hacerlo pero primero queria averiguar con quienes hacian trato. Cuando me entere que, por lo menos con una de las mafias de todo el mundo, pudo, ahí te lo estaba por decir pero me llego el dato de que ya habias acabado con ellos. Pense que no serian capaces de seguir, son un mafia muy chica y al no tener aliados seria un viaje hacia la muerte para ellos. De todas formas estuve pendiente por si alguien habia cambiado de decisión y queria unirse a su bando. Hace dos días me entere que querian seguir con el plan igual, estando ellos solos. Como hoy te encontre, te lo queria decir pero no me dejaste hablar. Pensaba que iban a tardar en ejecutar ese plan, entonces creí que con esperar un día más para volver a intentar contarte no pasaría nada pero me equivoque. No sabía que pensaban atacar tan pronto, de saberlo te lo hubiese dicho.

—¿Y como sé que lo que decis es verdad? ¿Pudiste ayudarlos y tirarles información de que estaria en este instituto? Capaz que sos complices.

—Mierda, Mia, yo nunca te tocaria un pelo, ni ayudaría a que lo hagan.

—¿Cómo estoy segura de eso?

—Fuimos amigos, fuimos novios, te agarré cariño. No podria matarte.

—Fue mucho el cariño que después te fuiste con otra—digo falsamente.

Bueno, eso sonó como un ¿planteo?

—La cague en ese momento, lo sé. No estoy intentando hacerme la victima, ni nada. Pero, Mia, vos en un momento fuiste alguien importante para mí. Después deje de sentir lo mismo que vos, te adoraba, te queria pero no para estar en una relacion y antes de cortarte, por calentura, te engañe. Por verguenza, deje de hablarte y simplemente me aleje, no me animaba a mirarte a los ojos. Fue la cosa más inmadura, infantil y estupida que hice en mi vida. No tenias porque sufrir, no te lo merecias.

—Me hiciste llorar como una hija de puta. Pero con el tiempo lo logre superar, no te guarde rencor.

—Lo siento mucho, de verdad—da un suspiro largo y me vuelve a mirar—. Te engañe, si, pero no podria matarte. Me diste momentos re lindos, estuviste a mi lado siempre y no me olvido de eso.

Me regala una sonrisa ladina.

No creo que mienta, presiento que dice la verdad.

—¿Y qué paso con los turcos?—pregunto.

—Escaparon. No pude hacer mucho ya que estaba la policia pero llame a nuestra gente para que los encontraran y se encargaran de ellos—me informa Noah.

—¿Saben si alguien murió o esta muy grave?

—Hay muchos heridos pero esta todo bien, no corren peligro—me dice Dylan y yo asiento.

ADRIK ANDERSON

—¿Y bien?—digo.

Me acaba de llamar alguien de la policía.

—Capturamos a uno de los responsables. Resulta ser que se trata de la mafia Turca. Ya llame a su país, a los responsables de capturarlos y vienen enseguida. Pero quiero que se acerque a la camioneta en la cual está, hay algo que tendria que saber.

—Está bien. ¿Dónde están?

Me informa el lugar y salgo para allá. Antes de meterme a la parte trasera de la camioneta, miro para todos lados, seria raro que me vean con la policía, algunos podrian sospechar de mi trabajo. Una vez adentro, me encuentro con el detenido con esposas y un policía, que es el que me informo de esto.

—Deci lo que me acabaste de decir—le dice el policial—. Contale porque el ataque.

—Pretendiamos acabar con Daga.

Al escuchar el nombre me quedo confundido.

—¿Qué estaria haciendo Daga acá?

—Estudia en este instituto.

Abro los ojos como platos.

—¿En este? ¿El San Nicolas o el instituto La Salle?

—¿Sos sordo o qué? En este, el San Nicolas.

En otro momento le hubiese pegado por faltarme el respeto y tratarme de inutil pero estaba tan sorprendido por lo que me acababa de decir que ni actuar podia.

—¿Sabes quién es?—pregunto entusiasmado.

—No.

—¿Y como mierda querian matar a Daga?

—Nuestro jefe no dio nombre, lo unico que nos dijo era que estudiaba acá, que era mujer y que media aproximadamente 1.64.

—Son muy pocos los detalles. Necesito más. La mayoria de las mujeres miden eso.

—Solo dijo eso.

—¿Quién es tu jefe?

—No voy a decirlo.

—Carajo, deci su nombre—empiezo a descontrolarme.

No habla, solo me mira.

Me altero tanto que estoy a punto de pegarle a puño cerrado pero el policía me detiene.

—Si dice algo más se lo informamos—me dice echándome del vehículo.

Sali de la camioneta y me quede pensando.

O sea que Daga es una mujer y que estudia en el mismo intituto que yo. Pude habérmela cruzado muchas veces, hablado con ella, estudiado, hasta mismo poder haberme acostado con ella y ni enterado. ¿Y si ella me conocia?