Capitulo 28

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ADRIK ANDERSON

Salgo a correr a Mia, después de haber escuchado lo que dijo mi mamá.

Mierda, no me imagino lo que está sufriendo. Ella me contó su miedo al abandono por su mamá y todo lo que sufrió. Pero una cosa soy yo que solo escucho y otra muy distinta es ella que siente ese dolor.

Le grito pero no se detiene. En un momento lo hace cuando estábamos ya afuera de la cafetería y se queda mirando a alguien, me acerque un poco más y a quien estaba mirando era a su papá. Le pregunta si era verdad o no y después de tanto insistirle se lo termina afirmando. Mia cae al piso llorando y lo primero que se me cruzo por la cabeza era acercarme a ella pero el papá intentó hacerlo y salió corriendo. La volví a seguir, llegando a su edificio y cuando estaba a punto de entrar a su cuarto, seguido de ella, me cierra la puerta en la cara. Intento abrirla pero tiene seguro.

—Mia por favor, abri la puerta—le grito.

Al segundo llega Maia y Liam.

—¿Qué mierda está pasando?—pregunta Liam.

—Tu hermana se enteró algo de tu mamá y tu papá, ahora está encerrada y no quiere salir.

—Amiga, soy Maia. Abrime así hablamos—dice pegada a la puerta.

Al ver que no contesta niega con la cabeza.

Escuchamos un fuerte ruido de vidrios rompiéndose. Liam y yo nos miramos un breve segundo y empezamos a golpear la puerta fuerte.

—¡Mia!—le empezamos a gritar.

—Tiremos la puerta abajo—me dice su hermano y asiento.

—No lo hagan, ya conseguí la llave—dice mi mamá corriendo para nosotros.

—¿Cómo?—preguntó.

—Era muy obvio que iba a pasar esto, entonces le pedí la llave a la chica de limpieza—dice y me la da.

Abro la puerta lo más rápido que puedo. Cuando entramos vemos todo destruido y a Mia acostada en el piso llorando encima de vidrios. Corro hasta llegar a ella y la levanto.

—Maia, dame algo de ropa. Puede que tenga vidrios la suya—le dice Liam.

Yo me siento en la cama y la siento a ella sobre mis piernas mientras le acaricio el pelo.

—Peque—dice Liam mientras le acaricia la mano.

—Acá—dice Mai.

Yo sin pensarlo un segundo le saco la remera. Me había olvidado que Liam estaba ahí, él apenas ve que se la levanto se da vuelta. La voy cambiando mientras trato de revisar su cuerpo de que no tenga ningún vidrio incrustado en la piel y Maia me empieza a ayudar.

—Listo—digo y la acuesto, tapándola con las sábanas.

Su hermano va corriendo hacia ella y se acuesta a su lado.

—¿Me pueden decir qué pasó?—pide mientras la abraza.

—Sos Liam ¿no?—pregunta mi mamá.

—Si.

—Veni, hablemos afuera.

Él le da un beso en la frente y se va de la habitación con mi mamá.

—Amiga—dice Maia y se acuesta con ella en la cama.

Yo me siento en esta también y le empiezo a acariciar la mano.

LIAM O'CONNER

Salgo con la mamá de Adrik, que la había conocido por foto.

—Estas tan grande—me dice y me acaricia la cara.

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