CAPÍTULO 25

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Una energía mucho más intensa se formó en la misma posición en la que el ángel usualmente había estado liberando las otras bolas energizadas, dirigiéndola hacia la ubicación donde provino aquel rayo que lo tomó de sorpresa y el cual había hecho un daño mayor en su cuerpo. Estaba a punto de lanzar su ataque y de posiblemente acabar con el responsable de aquel fuerte impacto cuando Arthur, sabiendo que la atención de su enemigo permanecía fija en alguien más, atacó nuevamente y esta vez el ángel no tuvo forma de evadirlo. En breve su cuerpo fue expulsado seguido de la detonación que se generó después del impacto. El cuerpo del ser mostró graves daños, saliendo de él una especie de vapor como resultado de las quemaduras generadas por tan intensa energía. Sus alas apenas y presentaban movimiento alguno; el ser, en el suelo, permaneció quieto.

"¿Es esto todo?", se preguntó Arthur al contemplar el resultado seguido de su ataque y de inmediato volteó a ver a su compañero quien se encontraba sobre una camilla, los soldados que habían estado a su alrededor lo trasladaban hacia uno de los vehículos que se había acercado a ese lugar.

-¿Fred? -El rostro de Arthur estaba lleno de confusión ante lo que sus ojos observaban.

Su compañero estaba inconsciente y estaba siendo llevado lejos. En ese momento de desconcierto logró recordar la escena en la que evidentemente los soldados trataban de someter a Fred, una acción nada comparada con la de querer ayudarlo sino más bien de atraparlo, "¿pero para qué?", surgió esa pregunta en su cabeza justo antes de tener que dar un salto hacia uno de sus costados al presenciar la llegada hasta su posición de varios disparos provenientes de un par de los vehículos que no habían sido destruidos. Fue ahí cuando logró entender la razón por la que su ahora inconsciente compañero era escoltado por aquellos soldados. Eran blancos de la organización que había estado en total ataque contra la criatura, y usados como una herramienta para terminar con el enemigo principal para después acabar con ellos. Ante tal razonamiento e impulsado ahora por el resentimiento hacia aquella organización que tratara de destruirlos, su mente se vio enfocado en escapar de ahí no sin primero rescatar a Fred, algo que le parecía sencillo en comparación con lo que había tratado hacía rato.

Justo antes de llegar al vehículo en donde trasladaban el cuerpo de Fred, los soldados que permanecían protegiéndolo apuntaban en dirección hacia su segundo objetivo, solo que en un segundo desapareció de la vista de cada uno, sorprendiéndolos. Al no ver señales de él, prosiguieron avanzar sin dejar de mantenerse alertas por un posible ataque, contemplaban la idea de que al ser dos personas que habían estado luchando juntos con habilidades similares, era posible que tratara de rescatarlo, algo que les podría beneficiar por el hecho de que al no huir de la zona podría ser más fácil de dar con él y atacarlo hasta someterlo.

Una tranquilidad inundó todo aquel espacio después de la caída del ser quien seguía en la misma posición en la que había terminado. Los soldados se acercaban a él con sus armas y equipos para inspeccionar y cerciorarse de que en verdad no hubiera más actividad presente. El clima había comenzado a cambiar, ahora las densas y oscuras nubes se dispersaban poco a poco dejando notar los últimos rayos del Sol en aquel atardecer, la ligera oscuridad que se había generado se vio finalizada.

Como una acción inesperada, una bola de energía se impactó en uno de los vehículos que permanecía alejado de la zona central de registro, alertando a todo el equipo quienes apuntaron en primera hacia el destruido vehículo, después prosiguieron a desplegarse en torno a él sin encontrar la razón principal de aquel estallido. Pasaron apenas unos segundos y una segunda explosión se produjo al extremo del primero lo cual definitivamente puso en total alerta a todos, solicitando que las aeronaves que se encontraran sobrevolando el lugar buscaran el origen de aquel ataque. Los soldados que habían subido el cuerpo de quien fuese uno de sus objetivos a capturar permanecían mucho más alertas, y en seguida más de sus compañeros comenzaron a agruparse justo alrededor del vehículo con lo cual resguardarían y protegerían a quien mantuvieran allí dentro. Pero su formación se vio desintegrada al proyectarse en ellos otro impacto que los golpeó y arrojó lejos de ahí. En breve, Arthur surgió a unos centímetros de donde permanecía su compañero y de inmediato desapareció. Cuando los soldados se repusieron de ello se acercaron al vehículo, entrando sin encontrar a nadie más ahí.

Lejos de ese lugar, Arthur reapareció, sin tener idea alguna de qué hacer para reanimar a Fred por lo que decidió salir de allí y llevarlo a un lugar seguro para que se repusiera. Pero antes de que pudiera teletransportarse junto con el cuerpo de su compañero, algo llamó su atención, eran los soldados que habían comenzado a reagruparse, corriendo hacia un punto en común el cual Arthur no podía ver debido a que un muro se encontraba obstaculizando esa parte. Se levantó para poder ver qué ocurría y en ese instante un fuerte sonido junto con una expulsión tremenda de energía fue liberada del cuerpo del ángel, el cual ahora se encontraba suspendido apenas unos cuantos centímetros. Sus alas, extendidas totalmente, resplandecían con esa tonalidad dorada que se iluminaba con los rayos del Sol, y las líneas dibujadas en ellas comenzaron a brillar aún más. Se mostraba fuerte y aun con sus heridas en todo su cuerpo lucía haberse recuperado.

Arthur se encontraba inmovilizado, sentía fluir en su cuerpo la adrenalina que lo impulsaba a hacer cualquier cosa para acabar con su enemigo, pero aún más, sentía algo que en verdad lo mantenía estático, algo breve, pues después sintió su cuerpo debilitarse. Ante eso, Fred recuperó el conocimiento, volviendo en sí, como si aquella expulsión de energía hubiera influido en su recuperación. Su reacción al despertar denotaba cierto impulso violento al recordar lo último por lo que había pasado antes de quedar inconsciente. Se levantó, con su mirada puesta en Arthur el cual mantenía su mirada fija en una única dirección, haciéndolo voltear también. Lo que vio le hizo sentir impotencia, algo que compartía con su compañero.

-Aún podemos derrotarlo, ¿no es así? -La pregunta de Arthur sacó de su estado a Fred regresándolo a su postura anterior, decidido a terminar con aquella criatura.

-Si sigues en ese lugar es muy probable que no -la respuesta provocó que Arthur se relajara, algo que Fred sabía que ambos necesitaban si deseaban continuar.

Justo en el momento en el que Fred se acercó a Arthur para ayudarlo a incorporarse, las aeronaves abrieron fuego contra el ángel uniéndoseles los pocos vehículos que aún quedaban al igual que los soldados, todos en contra de su principal blanco, haciendo que se refugiase en sus alas que por instantes parecía resultar inútil ya que aun así muchos disparos lograban penetrar en su ya lastimado cuerpo. Sin dar siquiera respiro alguno ante tan sincronizado ataque, cuatro luces de color rojo fueron proyectadas en el suelo desde muy alto. Haciendo un par de parpadeos, las luces comenzaron a avanzar hacia un punto en común, hacia su objetivo, fijándolo para arremeter con un torrente de energía. Arthur, sin pensar más volteó a ver a Fred quien asintió con la cabeza y en ese momento desapareció. 

El legado: la llegadaWhere stories live. Discover now