CAPÍTULO 24

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Tan súbito como su desaparición, surgió justo encima del ángel y con un movimiento rápido impulsó sus manos que sujetaban fuertemente el arma que pretendía usar para acabar con el propietario de esta, dando un fuerte golpe que ocasionó un gran impacto. Para su sorpresa, su golpe había fallado, pues su objetivo se había percatado de su presencia y logrado con ello esquivar su ataque, retirando su cuerpo en un movimiento que lo expulsó varios metros hacia atrás. La mirada de Arthur permaneció fija en el lugar del impacto, no creía que hubiese fallado. De inmediato su atención se vio desviada al presenciar el acercamiento de una de las largas extremidades del ser hacia él y de inmediato volvió a desaparecer.

El azul del cielo había sido cubierto en gran parte por densas y oscuras nubes que habían estado acumulándose, comenzando como gigantes en el horizonte y ahora permanecían casi estáticas sobre la ya destruida ciudad, amenazando con soltar una intempestiva lluvia. Las condiciones no eran muy favorables para el M-D01 que se había estado acercando a las coordenadas establecidas después de la destrucción de uno de los modelos pertenecientes a su serie. El Mjolnir, como solían ser llamados, no podría realizar su disparo profundo de energía de no tener un objetivo claro, por lo que si las condiciones del clima seguían o empeoraban más de lo que ya estaba, sería imposible llevar a cabo su ataque. De ser posible su disparo, el resultado podría ser diferente debido a su intensidad de este en comparación con las demás de su serie, pues su cédula de poder era alcanzada mucho más rápida y eficiente logrando con ello obtener una mayor liberación de energía.

La WCU entendía que sus esfuerzos por querer contener a su objetivo primario estaban resultando más difíciles, prolongadas y principalmente destructivas, algo que simplemente no debería de ser así por el hecho de que, de seguir como hasta el momento, las probabilidades de fracasar aumentarían provocando resultados trágicos que al final acabarían con el firme propósito de esta corporación. La decisión estaba tomada, y ahora la prioridad recaía sobre aquellas dos personas que habían mostrado fascinantes habilidades que bien podrían ser utilizadas en pro de esta.

Si se tenía éxito con la eliminación de aquella criatura y se lograba la captura de los ahora blancos primarios, la acreditación de tal logro hacia la WCU la haría ascender más, coronándola prácticamente en la corporación a la cual todos deberían recurrir y principal, con ello lograría obtener el control sobre todo siendo esto el despertar de una nueva tiranía autoritaria a nivel global que detonaría una era de inestabilidad en la sociedad. Todo esto alcanzaría su auge de seguir como hasta el momento y nadie tendría oportunidad de derrocar tan abominable poder.

Los soldados entendían bien las órdenes dadas y las ejecutarían sin ninguna contradicción y al ver lo que sucedía entendían que era tiempo de actuar, una oportunidad era eso, nada podía dejarse escapar. Ante la distracción ejercida por quien se encontrara luchando en ese momento con el ángel, un equipo se había dirigido hacia la ubicación del segundo sujeto. Este permanecía con su rodilla derecha en el suelo y su otra pierna en posición de querer levantarse, herido y con respiraciones fuertes, indicación de un cansancio que no le permitía volver a estar activo como en un principio. Un grupo primero de seis soldados se acercaron a él disponiendo sus armas en torno a la criatura, una manera de no verse ofensivos y de esa manera facilitar su inmovilización.

-¡¿Se encuentra bien?! -Preguntó uno de los soldados quien al parecer dirigía a ese pequeño grupo- ¡¿Puede moverse?! -Continuó con voz fuerte, algo normal en alguien que perteneciera a tal agrupación, lo cual no levantó en absoluto sospechas en Fred al permanecer en la misma posición.

Uno más se acercó directo a él, manteniendo en su mano un maletín el cual supuestamente contenía lo necesario para asistirlo. La mirada de Fred se dirigió hacia lo que poseía el soldado en sus manos, era una especie de jeringa metálica el cual poseía dos tubos pequeños en la parte superior que contenían sustancias de diferentes colores.

-¡Estoy bien! -Gritó Fred al ver el acercamiento de tal objeto a su brazo.

-Usted necesita ayuda, señor -dijo el soldado acercando insistentemente aquella jeringa al cuerpo de Fred, pero este volvió a evadirlo al ponerse de pie.

-No soy yo quien necesita ayuda, mi amigo sí -su mirada mostraba cierta preocupación mientras mantenía uno de sus brazos en dirección hacia donde se encontraba luchando Arthur con aquel ser.

La mirada del soldado más cercano a él volvió su rostro rápido hacia uno de sus compañeros, algo que le hizo desconfiar a Fred pues los demás se encontraban alrededor de él, aunque no en posición de ataque, pero el hecho de permanecer rodeado le causaba cierta desconfianza. Lo que sentía se vio desvanecido al instante en el que un fuerte impacto se escuchó, seguido de una expulsión de todo lo que allí había. El ángel había sido golpeado y mandado su cuerpo a estampar contra un edificio por un ataque generado por Arthur, además de que los ataques generados por parte de los soldados que aún permanecían de pie no paraban de terminar impactándose en él. Ante la distracción generada, el cuerpo de Fred fue embestido con un fuerte golpe en su abdomen que hizo que su cuerpo se encorvara del dolor, mandándolo al suelo. Los demás integrantes del equipo que permanecían a su alrededor se habían arrojado contra él, intentando someterlo, algo que les resultaba complicado debido a la fuerza que su objetivo aún ejercía.

Arthur se encontraba agotado, había dejado a un lado suyo la cuchilla que había estado usando para arremeter contra el ángel, pues los resultados habían sido contrarios a lo que en verdad deseaba. Como un medio más había utilizado la energía que de su cuerpo podía desprender para atacarlo, pues lograba percatarse que hacer eso resultaba mayormente eficiente pero no tanto como para poder destruirlo. Los ataques por parte de aquel equipo de soldados que habían estado en aquel lugar casi desde el inicio no cesaban, los daños provocados eran apenas notorios debido a la forma en la que el ser lograba protegerse aunque, de acuerdo a lo que Arthur podía observar, este había entrado en un estado de evasión más que de ataque lo cual significaba una ventaja que debía ser aprovechada para de una vez acabar con él. Y era eso lo que se disponía a hacer cuando su atención se distrajo al observar como su compañero forcejeaba contra aquellos que lo tenían rodeado, tratando de someterlo, algo que sin duda le sorprendió enormemente pues pensaba que el único objetivo para todo aquel personal era, sin duda, aquella criatura.

Su distracción permitió a su herido enemigo encestarle un golpe que lo arrojó muchos metros de allí, provocándole una inestabilidad en su cuerpo. Su visión era apenas clara y se sentía muy mal, débil como para poder reaccionar ante un segundo golpe, algo que sin duda se veía venir debido al acercamiento del ángel hasta él, moviéndose rápido aún al permanecer bajo ataque por sus insistentes agresores.

Parado justo en frente de Arthur, este extendió ambas alas al momento que su cola serpenteaba y colocaba en posición de ataque las extremidades alargadas en su brazo derecho, apuntando al cuerpo de su objetivo quien permanecía aún aturdido por el golpe recibido.

En un movimiento rápido, sus extremidades se lanzaron como flecha, sin tomar ninguna desviación que pudiera evitar su ataque, cuando un sonido que semejaba la de varias corrientes eléctricas junto con un resplandor muy intenso se hicieron presente súbitamente, desapareciendo tan rápido como su llegada. Después de eso, un sonido ensordecedor se produjo, algo que provocó que Arthur saliera del estado en el que se encontraba. Se incorporó, apenas, algo aturdido por lo que acababa de suceder, lo que veía le causó gran sorpresa debido a que, después de haber estado a merced del ataque de su agresor, este ahora se mostraba enfurecido, pues su brazo había sido cortado en una gran proporción, algo que no había sido posible en la continuidad de los ataques anteriores.

El legado: la llegadaWhere stories live. Discover now