CAPÍTULO 19

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CENTRO DE OPERACIONES ESPECIALES DE LA WCU

BASE SUBTERRANEA, LONDRES, INGLATERRA

08:28 p.m. Agosto 09, 2030

El director Owen se encontraba sentado observando desde varias pantallas en su escritorio lo que estaba aconteciendo en el centro de la ciudad de Chicago, al otro lado del mundo, su rostro, tan serio y misterioso como de costumbre, mostraba una pequeña sonrisa que era apenas cubierta por sus entrelazadas manos que mantenía al frente, al mantener sus brazos apoyados sobre su escritorio, de manera que su atención era totalmente absoluta. Las imágenes mostraban desde varios ángulos la cruenta batalla que se extendía muchas cuadras en todo aquel lugar, los incesantes ataques contra aquel, al que denominaran el ángel, parecían resultar efectivos, no permitiendo que este pudiera escapar, principal objetivo de la corporación ya que, después de todo, al neutralizarlo esta tendría toda la libertad de hacer lo que quisieran con el cuerpo del ángel, con lo cual pretendían sacar todo el provecho posible en beneficio, no de la humanidad, sino de ella misma y engrandecerse tanto como pudiera. Pero la atención del director se había desviado a lo que le resultaba igualmente sorprendente. Las imágenes eran claras, mostrando a través de ellas a dos personas que se encontraban interactuando con aquel ser y que, al parecer, mostraban actividades similares a este, aunque la postura mostrada por ambos fuese en beneficio incluso de las tropas de la WCU, pues entre los ataques generados por los vehículos y soldados sobresalían los que estas dos personas terminaban proyectando en el ser. Su sonrisa parecía incrementarse aún más.

-ADI, realiza un llamado a las fuerzas neutrales en la zona de actividad -la postura de Owen no se vio modificada en lo más mínimo- diles que se autoriza el uso del Mjolnir con intensidad nivel 3, por tanto -continuó- envía las coordenadas al más cercano que se encuentre orbitando para llevar a cabo el proceso.

-En este momento, director -respondió la IA al momento de que a través de las paredes varios destellos de una luz color verde claro sobresalían, como si al hablar estas se activaran- aunque debo aclarar que muchos de los soldados aún se encuentran muy cerca de la zona de impacto, muchos de los cuales permanecen heridos.

-Todo requiere sacrificios, la importancia de nuestro objetivo no deberá verse obstaculizado por -se detuvo el director quien adecuaba su tono y las palabras que procedería a emplear- pequeñeces.

La IA tardó unos segundos en responder, no porque dudara de las acciones que se empleaban sino más bien porque ejecutaba las órdenes tal cual les habían sido dadas.

-Está hecho, director. El M-D03 se encuentra ahora en dirección a las coordenadas de ataque -las palabras de la IA fluían libremente y sin más razón que la de realizar las tareas que le fuesen asignadas-, el tiempo estimado de llegada es de 8 minutos y 36 segundos. Las tropas aún presentes en el lugar comenzarán a desplegarse y realizar las maniobras respectivas para la ejecución.

Toda la oficina permaneció en silencio por un largo rato, las imágenes en vivo de lo que estaba ocurriendo seguían reproduciéndose en las pantallas. Las manos del director de tan sigilosa corporación por fin se vieron desentrelazadas. Con su codo aún apoyado sobre su escritorio, movió su brazo izquierdo apenas unos ángulos, empuñó su mano provocando así que la imagen mostrada se congelara, y con un movimiento sublime comenzó a abrirla, haciendo un acercamiento de lo que precisamente deseaba ver con mayor atención. Conforme el acercamiento de la imagen proseguía esta se veía esclarecida y modificada, dejándose notar claramente, y por muy breve, las correcciones en la nitidez y pixeleado de lo que allí se mostraba, eran dos personas de edades diferentes pero con algo en ellos que notablemente los hacía similares, similares en las acciones que hacían, en lo que era evidente. Un haz luminoso se desprendía de las manos de ambos y los cuales, en constancia con todo lo que se mostraba, eran acumulados en una especie de bola de energía que eran dirigidos hacia el ser y que, sin duda alguna, resultaban efectivas aún mejor que los ataques dirigidos por las propias armas.

El legado: la llegadaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz