Fall For a Trouble.

Capítulo veinticinco.

Me volví hacia la voz haciendo que el vestido hiciera una bonita floritura en el aire, solo para encontrarme con Jordan viéndome directamente.

Amplíe los ojos.

-Whoa- murmuré, sonrojandome al instante, ¿yo había dicho eso?

Vergonzoso.

Pero solo después, me di cuenta de que el sonido no solo había salido de mi boca, Jordán me miraba con asombro en los ojos, y algo más, pero él si que se tenía merecido su "whoa".

Iba con traje, todo negro, no había nada combinado con el vestido de Monica, solo iba elegante y...te dejaba sin aliento.

- Ahora entiendo- murmuró.

Alcé la vista a sus ojos, avergonzada.

- ¿Qué?- mi voz salió quebrada.

Patética.

- Ese vestido...es algo- carraspeó- Debería estar prohibido- susurró.

Sonreí ligeramente.

- Gracias- dije.

Asintió aún sin apartar la vista, carraspeé.

- Y...¿qué querías decir con tenías que ser tú?

Alzó la vista saliendo al fin de su aturdimiento.

- Oh sí, sabía que nadie podía verse tan impresionante hoy cómo t...

- Aquí estas- la voz de Monica vino de atrás de Jordan.

Alcé la vista hacia ella con un poco de envidia, se veía asombrosa.

Su vestido era perfecto, su rubio cabello era perfecto...toda ella era perfecta y...bueno.

- Ah, eras tu Erin- me miró de arriba a abajo- Algo llamativo- dijo.

La fulminé con la mirada.

- Vamos Monica, sabes que se ve sensacional- dijo Jordán.

Monica lo fulminó con la mirada y dándome un empujoncito, camino hacia dentro de el salón.

Jordan suspiró.

- Me tengo que ir- me miró de nuevo- Disfruta la noche- susurró metiendo un cabellito salido detrás de mi oreja- Ojalá fuera...- se cayó abruptamente antes de sacudirla cabeza y entrar a el gimnasio.

Mi respiración se aceleró, ¿por qué este chico seguía haciéndome sentir así?

Alcé la vista para ver a Damien viniendo hacia mi sonriendo, con un boleto en la mano, mi corazón se llenó de culpa.

No debería estar pensando en Jordan, había venido con Damien...y con Damien es con quién debería estar, había tenido suficiente dolor, era hora de comenzar de cero, a disfrutar con alguien que me quería, y ese alguien venía hacia mi, viéndose más hermoso que nunca, con una sonrisa que solo era para mí.

Y yo tenía que aceptarla, aceptaría a Damien de una vez por todas...y sería el final de mi estúpido enamoramiento escolar.

- Princesa- dijo entregándome el boleto.

Sonreí.

- Gracias- dije.

- Hoy más que nunca pareces una, ¿sabes? Aún no puedo creer que este aquí contigo- murmuro acariciando con su pulgar mi mejilla.

- ¿Por qué no?

- Eres demasiado hermosa para haberme aceptado- dijo bajando la mirada.

Reí.