Fall For a Trouble.

Capitulo cincuenta y dos.

Jordan P.O.V

Alex estaba muerto....

Esa sola palabra no ha dejado mi cabeza desde que sucedió. Ha pasado una semana y se siente como una eternidad, supongo que así es el tiempo, mi mente no asocia aún lo sucedido con la realidad, no puede, ni quiere, creer que Alex ya no esta.

Ni tampoco Erin.

Recuerdo con exactitud como todo sucedió, los ojos de Erin habían estado fijos en otra cosa, y eso me había hecho ver al bastardo...

Paul apretó el botón que hizo que las llantas de Alex explotaran, Paul mato a Alex. Paul mato a Alex.

Esas palabras no parecían dejar mi cabeza.

Paul tenía la culpa de todo.

Cuando llegue alado del cuerpo de Alex...había sido demasiado tarde, había muerto en brazos de Sara, y por mas que quisiera despertarlo. No lo había logrado.

Las personas muertas no vuelven a despertarse. Y Alex estaba muerto.

Jamás había sabido lo que dolor significaba, no hasta ver como su pego dejaba de moverse. Un dolor intenso, desgarrador y totalmente fuerte me carcomía por dentro.

Se había llevado la poca humanidad que me quedaba, mi alma y eso que me mantenía estable. Se había llevado todo lo bueno.

Todo había dejado de importar, todo, el mundo, nada tenía importancia, mi mejor amigo se había muerdo, mi amigo de la infancia, mi compañero, el único que había estado ahí...Alex se había ido para siempre.

Una parte de mi vida termino ahí, con la de el, recargue mi mejilla en la suya pensando poder pasarle vida, darle la mía si era necesario, el merecía vivir mas de lo que yo lo hacia. Pero no lo había logrado.

Su pecho seguía sin moverse y Alex estaba muerto.

Entre la nube de perdida y dolor, me había dado cuenta de el caos a mi alrededor, y que Erin no estaba por ningún lado. Pero no podía pararme. No fui a buscarla, en cambio solo me hundí en mi miseria.

Pero después todo se tornó rojo. No había más dolor. Solo una pesadez mental que me hizo pararme e ir a golpear a ese bastardo, golpearlo para descargar ira y dolor. Para matarlo.

No fue hasta que Erin llego que me di cuenta...me di cuenta que todo era un error. No fue hasta que vi su cara que supe que había que terminar con todo. Que todo se había vuelto una mierda y tenía que terminarlo a como de lugar.

El dolor no se había ido los días que le siguieron. En cambio todo parecía ir de mal en peor. Había alejado a Erin del mismo modo que hace unos meses, antes de que todo empezara, había alejado a todos y me encontraba solo y sin una camarada para desahogarme.

Elena y Jean estaban en Londres, Alex estaba muerto y Erin no era una opción.

A ella la había hecho a un lado, por su bien.

El día del funeral no había mejor ni mas liberador. No había hecho más que dormir los días después de el accidente o día negro, como había empezado a llamarle en mi mente. Dormía por que no podía soportar la mera idea de estar de luto, de luto por Alex.

Había tocado fondo y esta vez no me apetecía salir, y no había nadie que me ayudara a hacerlo. Aunque dormir no era mucho mejor que estar despierto. Un par de ojos verdes me perseguían en mis sueños, haciéndome levantarme empapado en sudor y con el corazón a mil por hora, siempre estaban relacionados con muerte y accidentes en autos. Y los perdía a ellos también. Más de lo que ya lo había hecho.