Capítulo 21.-Rojos.

321 16 207
                                    

En París, una barricada era destruida por el fuego de los cañones

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

En París, una barricada era destruida por el fuego de los cañones. Los comuneros se replegaron de inmediato, escapando de las fuerzas versállesas ya que, de lo contrario, las represalias eran horripilantes.

Siempre se escuchaba una descarga de los rifles y varios gritos y llantos en la ciudad. Eran, por supuesto, de los parisinos inocentes y de algunos comuneros que cayeron prisioneros.

Una barricada de blanquistas se replegaba, siendo interceptados por la caballería en otra parte, así que todos cayeron prisioneros, siendo conducidos a una muerte segura en un paredón.

Eugeo observaba todo desde su posición, cerrando los ojos a la vez que negaba con la cabeza. Sabía perfectamente en que acabaría aquello, y no era algo precisamente lindo. Su barricada seguía teniendo la bandera roja, la cual ondeaba tímidamente al tener las expectativas tan bajas.

-¡Vienen versálleses! -Gritó uno de los que estaban de vigías.

-¡A sus posiciones, todos! ¡Carguen sus armas, ya! -Eugeo bajó de la barricada, tomando un fusil para recargarlo, además de ayudar a llevar un cañón capturado en la refriega anterior.

Un grupo de soldados marchaba en posición de ataque hacía la barricada, teniendo varios cañones a su disposición, los cuales eran protegidos por varios soldados.

-Quiero a cuatro de los nuestros apuntando a esos cañones. Uno disparará al artillero y el otro al acompañante.

-A la orden.

-Preparen el que tenemos, apunten al centro de la formación de esos desgraciados. Todos, a mi señal. -Eugeo apuntó hacía la cabeza del artillero de uno de los cañones.

-¡Salgan de ahí en nombre de la República! ¡Si entregan sus armas y se rinden, no sufrirán las consecuencias de sus actos! Les tendremos piedad.

-¡¿Así como a las personas que están en el suelo?! ¡¿Así como a los que fusilaron, cerdos?!

-Esa no fue nuestra decisión. El mariscal MacMahon fue quien la tomó.

-Claro. Los tiranos y los opresores nunca tendrán la culpa, ¡púdrete, cerdo!

-Yo se los advertí... ¡Dis...! -Sin poder terminar, una mujer comunera con el seno izquierdo descubierto le disparó en la cabeza al que hablaba, derribándolo al suelo.

-¡Esa no era mi señal!

-Da lo mismo, ¡fuego! -Al grito de la mujer con el seno izquierdo descubierto, los comuneros que apuntaban a los cañones dispararon, matando a los artilleros.

Eugeo rodó los ojos, comenzando su trabajo de igual forma.

Un impacto de cañón golpeó la barricada, haciendo que Eugeo cayera al suelo, doliéndose del impacto. Tras soltar un grito, y con ayuda de sus compañeros, se puso de nuevo en pie.

Sword Art Online: Palacio Noir et Blanc (Kirialice)Where stories live. Discover now