Rosas: El reflejo del amor || Ziam

𝑿𝑽𝑰𝑰.- 𝑫𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂𝒔.🌹

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Liam.
Lunes, 7:55 p.m.

Era la noche esperada, Liam estaba de aquí para allá arreglando la mesa y asegurándose de que todo estuviese en orden en la casa. Zayn había estado ya muchas veces ahí y había visto la casa desordenada, pero ahora, al ser su presentación formal como novios, tenía que ser especial.
Colocó los cubiertos al lado de cada plato y planchó cualquier arruga que el blanquecino mantel pudiera tener.

—Ni siquiera en tu cumpleaños te tomas tantas molestias —dijo su papá seguido de una risa.

—Es que esto es mejor que un cumpleaños —respondió Liam, alejándose un poco para admirar la mesa—. Voy a mi habitación para colocarme perfume —dijo mientras se encaminaba a las escaleras—, si Zayn toca no le abras, yo quiero recibirlo.

Geoff rió nuevamente.
—De acuerdo, lo dejaré esperando a que su príncipe se digne a bajar.

Sonrió.
—Seré rápido. —Apresuró el paso hasta su pieza y se paró frente al tocador. Tomó su perfume favorito (uno con un suave olor a rosas), lo roció en sus muñecas, en su cuello y un poco en su cabello. Se alejó un par de pasos para verse a cuerpo completo en el espejo y sonrió. Sip, se veía lindo para su Zaynie; Portaba unos jeans ajustados en color mezclilla claro, unas zapatillas Vans del mismo color que su sudadera: rosa palo. Volvió a acercarse al tocador y cuando estaba a punto de salir se dio cuenta de que algo le faltaba—. Uy, casi lo olvido —tomó un brillo labial sabor fresa y lo colocó en sus regordetes labios dándoles un color rojo suave, hermoso y tentador. Seguro Zayn no se resistiría a besarlo.

Escuchó el timbre sonar y rápidamente salió de su habitación con una enorme sonrisa en el rostro.
Su familia estaba de pie en la sala esperando a que este abriera y dejara a Malik pasar. A unos cuantos pasos de la puerta, Liam se detuvo en seco y se giró para verlos.
—¿Cómo me veo? —cuestionó. Acababa de quedar satisfecho al mirarse en el espejo, pero una segunda opinión nunca estaba de más.

—Te ves hermoso —dijo su madre.
—Como el príncipe que eres —dijo su papá.
—Muy lindo —dijo Nicola.
—Divino —dijo Ruth.

Al escuchar tantos halagos al mismo tiempo se sonrojo, le gustaba saber que estaba lindo, especialmente si iba a ver a Zayn.
Respiró profundo y abrió la puerta.
—Hola —saludó con una bella sonrisa.

Zayn llevaba unos jeans negros rasgados de las rodillas, unas botas del mismo color, una camisa a cuadros en colores rojo, beige y azul marino.

El azabache lo miró de arriba a abajo con los labios entreabiertos, se le veía desorientado.
Cuando terminó de "examinarlo" lo miró directamente a los ojos.
—¿Qué hice para merecer a tan hermosa criatura celestial? —cuestionó casi en un suspiro—. Te ves más lindo que de costumbre —añadió con una tímida sonrisa.

Amplió su sonrisa ladeando la cabeza ligeramente hacia un lado.
—... ¿Y esas rosa? —dijo señalando el ramo que este traía en las manos.

—Oh, sí —sonrió con más confianza—. Por supuesto son para ti —dijo tendiendole el ramo.

Tomó el obsequió e inhaló profundamente el exquisito aroma.
—Me encantan, gracias.

—P-por nada —dijo repentinamente nervioso.

Liam apretó sus labios y los abrió generando un tentador "pop" para llamar la atención de su novio a ellos. Esperaba un beso de saludo, pero al parecer Zayn no estaba interesado en eso, ya que desvío la mirada.
—¿Todo bien?

—S-sí, yo... Sí —respondió sin verlo.

—Mmm —¿Estaba mal si le pedía un beso?... Nah, ¿por qué lo estaría? Después de todo ellos ya eran novios—... ¿No me vas a dar un beso?