𝑽.- Á𝒏𝒈𝒆𝒍.🌹

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Zayn.
5:00 p.m.

Estaba terminando de empujar unas cosas dentro de su clóset cuando el timbre resonó por toda la casa. Cerró el armario con bastante dificultad por la gran cantidad de "basura" que metió en este.

Su habitación ya lucía decente sin tantos cachivaches acumulados ni el cesto de ropa sucia en la esquina. El orden le fascinaba, pero le era difícil tenerlo en su habitación, puesto que con tantas cosas que tenía en ella, era difícil organizarlas.

Se dio un rápido vistazo en el espejo de la puerta de dicho mueble y corrió escaleras abajo. Se giró para ver que todo en la casa estuviese en su respectivo lugar y abrió la puerta.
—Hola, amigo —saludó con una pequeña sonrisa.

—Hola, amigo —respondió Liam, antes de darle un beso en la mejilla.

—Aaaah... Yo —Tragó saliva, el beso lo hizo ponerse más nervioso—... ¿Quieres pasar?

—Supongo que sí, he venido a hacer el proyecto —Rió bajo—. O ¿planeabas que lo hiciéramos aquí afuera?

—Aaah —«Joder. Sabía que la pregunta era en referencia al proyecto, pero su mente se iba a fugaces pensamientos perversos. Le encantaría que lo hicieran al aire libre, y no precisamente la tarea»—... No, claro que no —dijo en su lugar entre una baja risa nerviosa—. Adelante —agregó, haciéndose a un lado.

Liam entró y Malik cerró detrás de él.
—Que linda casa —dijo, mirándolo todo—. Y ¿en dónde están tus papás? —cuestionó girandose para verlo.

—Ambos trabajan y vuelven hasta la noche —respondió.

—Oh, eso no me lo dijiste.

—No me lo preguntaste —se excusó—. ¿Te molesta que estemos solos?

El rizado negó.
—Para nada. Solo me sorprendió.

—Bien —Sonrió aliviado. Por un instante temió que quisiera irse—. Y... ¿Qué quieres hacer?

—El proyecto estaría bien —respondió entre una pequeña risa.

«Por supuesto, para eso vino. Que idiota soy», se reprochó mentalmente.
—Cierto —dijo—. ¿Quieres que lo hagamos aquí o en mi habitación?

—En tu habitación —respondió—, quiero conocer tu espacio.

—De acuerdo —concedió sonriente. No supo si sería una buena a idea o no, pero quería hacerlo. Se armó de valor y lo tomó de la mano para dirigirlo con él.

Liam ni se inmutó ante tal acción, pero Zayn podía sentir como su corazón se aceleraba considerablemente.

Dejó la puerta de su habitación abierta, por lo que tan solo subieron por las escaleras y entraron sin más.
—Bueno, aquí es —dijo lo obvio—. Bienvenido a mi pequeño refugio.

Liam miró todo por todos lados.
Era una habitación pequeña, pero de buen tamaño tomando en cuenta que era solo para Zayn. Las paredes estaban pintadas del mismo color que todas en el interior de esa casa: tinto, y el techo en un color blanco. El piso era de madera oscura y brillante.
Su cama –tamaño matrimonial– estaba el medio de esa pared (justo frente a la de la puerta) debajo de una amplia ventana por la que un chorro de luz entraba iluminandola; estaba cubierta con una colcha negra con el logo de una banda que Liam desconocía, la base era de madera en –casi– el mismo color que el suelo. A sus lados habían pequeños burós con una lámpara sobre uno y un libro sobre otro. En la esquina derecha a la cama había un gran librero repleto; se apreciaban libros de todos los grosores y portadas de diversos colores, además de varios discos en la parte más baja. Al entrar, al lado de la puerta, estaba un pequeño escritorio con varios cuadernos, hojas apiladas, un botecito con varios lápices y lapicera dentro, una laptop y una lámpara sobre este. Y en la esquina izquierda de la cama, se encontraba en la pared un amplio armario de puertas igualmente en madera barnizada de color oscuro. Había varios posters, dibujos, recortes, poemas y fotos pegadas por todas las paredes sin llegar a verse desordenado.
La habitación (y la casa entera en sí) era pequeña, pero definitivamente era hermosa.
—Refleja bien tu personalidad. Me encanta.

Rosas: El reflejo del amor || Ziam Where stories live. Discover now