Nuestro Destino ( Sasusaku)

Me Preocupas *

Sasuke mantenía su sharingan profundamente rojo, siendo incapaz de revertirlo sin antes fulminar con sus ojos asesinos al hombre que estaba a punto de golpear a Sakura.

El aludido al percatarse del inminente peligro que sus ojos amenazaban, decidió alejarse dando tres pasos temblorosos hacia atrás.

Sentía temor al verlo. El sharingan de color rojo sangre le provocaba pavor (muy justificable) y el vello que se colocaba de punta... por supuesto no era el único. Tanto él como sus secuaces inclinaron sus cabezas pidiendo piedad.

- lo siento señor. Me disculpo, por favor no nos haga daño. - decía el hombre robusto mientras mantenía su rostro inclinado.

- Sasuke-kun... Tranquilo no es para tanto.

Sakura agitaba sus manos en un ademán con una sonrisa nerviosa. Le preocupaban las palabras de Sasuke y la mirada implacable que tenía, supo que no estaba jugando; consideraba que no era una situación demasiado grave como para iniciar una pelea.

- no es conmigo con quien debes disculparte - espetó el joven Uchiha, desactivó su sharingan mientras abría paso a Sakura quien estaba detrás muy apenada.

- discúlpenos señorita. - los hombres bajaron sus cabezas hablando al unísono. - nos equivocamos, por favor acepte nuestras disculpas.

Sakura los miraba condescendencia. Ella no era una persona rencorosa, normalmente los problemas se le olvidaban muy rápido. Perdonaba todo casi siempre, para no decir que lo hacía siempre.

- Esta bien. Ya dejen por favor de inclinar sus cabezas. - exclamaba nerviosa por la situación.

Los hombres se debatían entre la cobardía y el miedo; para ellos la presencia de Sasuke seguía siendo intimidante, además de esos ojos de piedra que te daban escalofríos, con o sin su poder.

Los tres hombres sintieron la necesidad de irse del local siendo acorralados por la presencia de Sasuke y, sin importarles cuanto fuese un acto de cobardía, se giraron y tan rápido como pudieron, se abrieron paso entre las mesas del lugar hasta salir por la pequeña y rechinante puerta del local.

-hmph.- musitó Sasuke.

- no puede ser...

Sakura había recuperado su mochila pero esta se encontraba impregnada de tierra, y por si fuera poco, se había roto por un lado dejando salir algunas de sus pertenencias esparcidas por el suelo.

Sasuke se acercó hacia ella observando la situación con molestia. Se arrepintió profundamente de no haberle dado su merecido a el maleante, al menos hasta que pudiese comprarle una mochila nueva.

- ¿ y ahora? ¿ Que voy hacer? Sin mi mochila no podré llevar mis cosas y todas son importantes.

Decía mientras intentaba recoger sus pertenencias con una facha llena de frustración, se sentía agobiada por todas las situaciones que se habían estado presentado hasta ahora, parecía que el mundo la tenía en su contra.

- déjalo. - interrumpió Sasuke. - cerca de aquí están otros negocios. Te compraras otra - hablaba sin preocupaciones, intentando ocultar su disgusto.

Sasuke tenía razón y ella solemne asintió. Recogió su bolso roto y sus cosas regadas por el suelo. Quiso salir del local para ir a un pequeño negocio que le había llamado su atención desde que llegó al pueblo.

Este pequeño local a pesar de ser pequeño, vendía tantas cosas, desde lo más innecesario a las cosas más primordiales. Pudo observar : ropa, calzado, mochilas, accesorios. Absolutamente estaba muy bien abastecido.