03/I

34K 1.3K 236
                                    

Londres

Una semana después Lauren se dirigía al Club de Keaton, su amigo de la universidad y quien le había enseñado el mundo de la dominación y sumisión. La diferencia entre ellos era que, Lauren tenía encuentros con mujeres por una o dos noches y, Keaton les ofrecía hasta tres meses de sus prácticas.

Lauren creía sí pasaba más tiempo con ellas formarían una especie de conexión y eso la llevaría a cuidar y velar por su sumisa. Ella solo se preocupaba de si misma y le importaba poco lo que sentían las mujeres cuando las hacia suyas. Nada mas le interesaba su placer. Keaton no le había podido convencer de lo contrario, pero respetaba su decisión.

Detuvo al chófer, pagó y bajó del taxi privado ya que esa noche no le apetencia conducir. Ya en la entrada, el vigilante le reconoció de inmediato y la dejó pasar.

Dentro, buscó con la mirada a su amigo entre la multitud, al no hallarlo se dirigío hacia barra y pidió un whisky doble. Llevaba una semana sin sexo y la tensión se le percibía en el rostro.

Cuando sintió una mano en el hombro su instinto fue cogerla y doblarla, pero se detuvo de inmediato cuando la mano que estaba lastimando era la de su amigo.

—¿¡Pero qué  mierda!? ¿podrías soltarse?—dijo el rubio con una mueca de dolor.

Acto seguido, Lauren le soltó.

—La próxima vez avisa. No vaya hacer que te parta el brazo.—Advirtió volviéndose.

—Demonios, sí que necesitas un polvo. Amiga mia.—dijo Keaton a modo de sugerencia.

—Acepto sugerencias—replicó Lauren que bebió y añadió—, pero no olvides ya me he cogido a todas las mujeres que frecuentan éste bar.—concluyó ella.

—Mi culpa.—admitió el rubio con un deje burlón.—Ellas lo piden, yo las complazco.

—¿A quien debo complacer esta noche?—preguntó siguiendo la corriente.

—A decir verdad, nadie en la pista vale la pena.—expresó Keaton—A excepción de...

Lauren elevó una ceja. Una mujer de estatura media, piel olivo, cabello negro como la noche y de ojos igual de oscuros, apareció detrás de las espaldas de los dos hombres guardaespaldas de Keaton.

—Ella es Selena. Mi sumisa desde un mes.—reveló él.

—¿Me ofreces a tu sumisa? Creí no podías llegar más lejos.—Lauren sonrió—¿Qué planes tienes para esta noche? Te aviso no me gustan los tríos y creo a ti tampoco.Amigo mío.—le recordó copiando el apodo.

Los dos hablaban de la mujer como si de mercancía se tratase. De hecho, a Keaton le excitaba compartir a sus mujeres, disfrutaba y observaba cuando otros las hacían suyas.

—Primero, he traído a Selena porque le encanta bailar. Segundo; efectivamente no me gustan los tríos y tercero; no te la estoy ofreciendo. Sólo es para que liberes tensión, me lo agradeceras después.—afirmó.

—Soy toda oídos.—declaró Lauren dejando la copa en la barra. Se mostraba dispuesta.

—Quiero bailes con ella. De hecho, los tres bailarán con ella.—informó señalando a sus guardaespaldas.—Harry, Liam; Lauren Jauregui—los presentó Keaton.

Los tres asistieron entre sí. A continuación, Lauren se incorporó y junto con los demás, se colocó delante de la chica.

—Bailarás con ellos—ordenó Keaton a su sumisa–Confio en los tres, te protegerán y no te tocarán.—tranquilizó y le regaló un beso. La chica solo pudo asentir.

Desnuda Tú Alma (Camren G!P)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora