Altos y Bajos (Freebatch Crossover)

Stephen

Practicaba cirugía con la carne. Marcaba y luego hacía el corte, pero no era perfecto. Intentaba cocer la "herida" pero su pulso le fallaba y sus dedos no respondían. Tiró todo al suelo y se revolvió el cabello furioso, su vida había dado un giro de 180 grados y era un total desastre. Su aspecto había decaído al de un vagabundo con abundante barba y cabello, su paciencia bajó a -0 y su personalidad se volvió 30% mas sarcástica aunque no tuviera nada para restragarle a los demás. Lo peor de todo no era su cambio mental y físico, sino emocional, su corazón estaba destrozado. No tenía motivos para levantarse de la cama y arreglarse, no había razón para esperar una llamada y no tenía nadie que lo ayude a superar todo lo que estaba sufriendo.

Caminó hasta la sala y se dejó caer en el sofá con la cabeza sobre el respaldo, Levi intentaba llamar su atención pero no le hacía caso. Stephen dio un suspiro y comenzó a soltar pequeños sollozos que se transformaron en un llanto, bajó la cabeza y se cubrió el rostro con ambas manos, estaba al borde del colapso. Su vida ya no tenía sentido, se sentía inútil y despreciado, sin mencionar sin valor. Sintió a Levi posarse en sus hombros y rodearlo en un abrazo, al menos le importaba a un objeto "innanimado"

-Eso es lo que soy. Un objeto en el juego de un cruel dios. ¿Quién esta jugando conmigo? ¿Por qué de rey me convirtieron a peón? ¿Qué guerra quieren que luche?

Se puso de pie y pateó la mesa de café. Su juicio estaba nublado, no pensaba claramente en sus acciones. Salió de la casa, subió a su auto y con un dolor ardiente en las manos comenzó a conducir. De su mirada brotaba fuego, sus desquiciadas maniobras al volante le costarían mas que las manos si se salían de control. Detuvo el auto cruzado a mitad de la calle, caminó decidido y golpeó insistente la puerta. A quien menos tenía planeado ver le abrió

-¿Strange?

-¿Dónde está Everett?

-Aun no viene. ¿Esta bien?

-Estoy bien, Watson. Necesito ver a s hermano

-Si, pero él..-

-Ya llegué

Stephen volteó, Everett tenía cara de pocos amigos. Le dio su maletín a John y arrastró al ex doctor lejos de la casa

-¿Qué haces aquí?

-Tenemos que hablar

-No tenemos nada de que hablar mas que tu aspecto. ¿Por qué estas descalzo?

-Tenía prisa

-¿Y esa barba? ¿Acaso eres brujo ahora? Al menos te hubiera presentado decente

Stephen tomó a Everett de los hombros para verlo a los ojos, pero un fuerte golpe del agente apartó sus manos

-No me toques

-Everett..

-Eres peor que un niño. Primero te pones paranoico sobre que tengo un amante, luego haces una escena en el cumpleaños de Peter alegando que soy tuyo como si fuera un juguete y ahora te presentas en mi casa con estas pintas exigiendo verme. ¿Estas mal de la cabeza?

-Solo quería hablar contigo

-No tengo nada que decirte

-Pero yo sí. Everett, lo lamento. Lamento todo lo que dije, hice y la forma en que actué. Prometo mejorar mi actitud si vuelves conmigo

El agente negó mirando al suelo y levantó la mirada reflejando pena

-No debes hacerlo por mí, sino por ti. Esto te esta haciendo mal porque tú dejas que te afecte

-Yo solo quiero que regreses a mi lado. Everett..-, Stephen se dejó caer de rodillas y se aferró al saco del agente, -por favor, te necesito. Te amo

Dio un paso atras dejando a Stephen caer al suelo derrotado y lo miró con lastima

-No puedo ayudarte si no te ayudas a ti mismo primero. Adios, Strange

El agente entró a su casa sin voltear a verlo. Stephen golpeó la calle con su puño y la mojó con sus lagrimas, era patético. Había caído tan bajo, nisiquiera Everett quería verlo siendo un perdedor. Se arrastró hasta su auto y allí se quedó el resto de la noche, no tenía fuerzas para irse.