Oliver

358 77 15
                                    

Ni Everett ni Arthur le dirigían la palabra desde anoche. John estaba en una relación complicada con él y Arthur, así que tampoco intercambiaban palabras. Estaba solo en su propia casa, junto a su amigo,claro, pero solo. Gary nisiquiera estaba allí, cumplía su palabra de que solo necesitaba donde dormir, el resto del día nadie oía de él. Esa mañana, Oliver estaba listo para ir al trabajo. Everett pasó a su lado en la entrada y subió a su auto sin siquiera despedirse. No es que sea algo fuera de lo común, pero en ese momento le echó una mirada fría que decía mas que su silencio.

Suspiró triste. Una llamada interrumpió su momento personal, atendió desde su auricular

-Oliver Chamberlaine al habla-. Incluso su apellido era diferente al de su familia, se sentía tan apartado de ellos. -¿Cómo dice?

Revisó su reloj. La pareja que atendía en ese momento apareció en las escaleras de la casa, se acercó a ellos con una sonrisa

-¿Qué les parece el segundo piso?

-Me encantó el baño superior- comentó emocionada la mujer mas baja

-La vista al jardín es fantastica. Me parece que será una buena inversion- dijo su compañera con una sonrisa amable

-Fantástico. Aquí les dejo mi tarjeta, conversen entre ustedes y luego me llaman para concretar la compra o por cualquier duda

Le dio un apretón de manos a las dos y las acompañó fuera de la residencia. Cuando estuvieron fuera de su vista, corrió a pedir un taxi, subió y regresó la llamada

-Señor,tomaré ese trabajo. Muchas gracias por la oportunidad

Sacó su teléfono para revisar el mail que le había llegado. Era la copia de un mensaje que la Agencia había recibido, alguien pedía que Oliver se ocupara de venderle una propiedad y estaba dispuesto a pagar el doble por ella si conseguía la casa de sus sueños. Junto al mensaje habían adjuntas características de todo lo que la casa debía contener. Las revisó una por una, de su maletín sacó la lista de residencias en venta con detalles especificados de ellas. Sus ojos viajaban entre la hoja y el móvil, intentando encontrar la casa perfecta. Una fuerte frenada lo tiró hacia adelante, su maletín abierto cayó del asiento y todas sus hojas se mezclaron

-No,no,no

Recogió todo lo que pudo entre sus manos, revisaba espantado el desorden y las hojas. Veía numeros, estadisticas, gráficos, listas con diversos nombres de ciudades y clientes. Acomodó todo lo mejor que pudo, cuando estaba forzando los papeles a entrar en el maletín recibió una llamada. Tocó al auricular para responder y siguió con lo suyo

-¿Hola?... Si, señor. En eso estoy. Vamos, maldita sea... No,no se lo decía a usted. ¿Me espera un momento, por favor?

Tomó otra llamada entrante. Golpeó varias veces su maletín para cerrarlo y suspiró cansado

-¿Si?...No creo poder hacer las compras, John. Estoy muy ocupado... Si,esta bien. ¿Jamón era?.. Bien, adiós

Se quitó el saco acalorado y volvió a la llamada anterior

-Lo lamento. ¿Qué decía?... ¡¿Alemania?!

-¿Quiere que lo lleve al aeropuerto, señor?

-No,no. Sigua conduciendo. Señor, no puedo vender una casa en Alemania aun si los residentes son alemanes.... Oh, una casa de vacaciones para viajar desde Alemania. Tengo la lista de las características que desean pero será dificil encontrarlas todas en un mismo sitio... No estoy diciendo que no pueda, es que es casi imposible.. No, claro que no quiero perder mi puesto.... Entiendo, no lo defraudaré, Señor

Cortó la llamada y se cubrió la cara. Eso no sería sencillo. Una ultima llamada le hizo perder toda la fe y confianza en sí mismo

-Julian, me alegra que hayas llamado... ¿Salir? ¡Me encantaría! Oh, rayos. Lo siento, no estaré libre estos días... ¡No! No es una excusa para no verte, realmente disfruté esa noche y estaría dispuesto a repetirlo, pero me llegó una propuesta inesperada y no debo perder la oportunidad... Julian, por favor. Confía en mí. Te prometo que en cuanto termine con esto te llevaré a un bar. Adios

Revolvió su cabello con frustración y soltó un quejido. Su perfecta vida parecía estar decayendo poco a poco. Primero su familia, luego su trabajo y ahora quizas perdería la oportunidad con Julian. Lo que no sabía era que, del otro lado de la llamada, aquel muchacho sonreía mientras fingía estar dolido. Su plan iba a la perfección.

Altos y Bajos (Freebatch Crossover)Where stories live. Discover now