¿Que onda tu amiga? ; wos

Treinta y uno

Ya pasó una semana de la charla con Mauro, en estos días nos ignoro completamente y estuvo todo el tiempo atrás de Cata como un perrito.

Más que bronca ya me da pena por el, es obvio que Cata lo está usando y se aprovecha de que el haría todo por ella. Con los chicos queremos hacerlo entrar en razón pero ni siquiera nos deja acercarnos. Nacho, quien es el más cercano a el se acercó a hablar pero dijo que parece no ceder. Quiero gritarle en la cara "¡Date cuenta!".

Pero la semana no fue solo tristeza y bronca, también la pasé re bien. Me junte con Wawa y, ¡Que mujer! Es lo mejor. Le propuse que conozca a Lena y acepto sin problemas. Quiero ver como serían las dos juntas, no podría aburrirme nunca así que tengo que arreglar para juntarnos las tres.

Con Valen las cosas van más que bien. Ya estoy perdiendo la vergüenza y cada vez me ánimo más a ser un poco más cariñosa o ser yo quien lo invita a hacer algo. De siete días que tiene la semana se quedó a dormir tres, si es por el se queda los siete pero lo obligue a que vea a su familia. Estamos pasando mucho tiempo juntos y es re loco, pase de estar todos los días sola a tener un intenso que me viene a molestar... pero no me quejo.

Ahora mismo estoy yendo a la casa de Lena, un profesor nos dio un trabajo en grupos de a cuatro y lo hacemos ella, Nacho, Valen y yo. Quedamos de acuerdo en juntarnos en la casa de Helena. Cuando llego a la dirección que me pasó veo una casa re grande, me sorprendo y verifico si estoy en el lugar correcto.

Al darme que cuenta que si, entro despacio viendo para todos lados. Es una casa hermosa y tiene un patio enorme y re cuidado. Llego a la puerta y toco timbre, enseguida me abre una Lena emocionada. Me saluda con un abrazo y me invita a pasar.

-¿Te fue fácil llegar Mai? No sabes lo emocionada que estoy porque vengan, ¡Hice galletitas, una torta y bizcochitos salados por si no les gusta lo dulce!- dice muy feliz, yo le sonrio.

-Si, llegue bien. Tremenda casa tenes Lena, nunca había venido.- le comento.

-No, es que nunca viene nadie por eso me emociono cuando viene alguien.- dice hablando muy rápido, me siento un poco mal por ella.

-Ah, bueno, ya quiero probar todo lo que cocinaste.- le digo amable y reimos.

Pasamos al living enorme que tiene y me siento en el sillon, hablamos de cualquier cosa mientras esperamos a los chicos. Cuando estos llegan pasamos a una habitación que Lena la llamó: "Sala de estudios". Ni sabia que existía eso pero bueno, es grande, tiene bibliotecas con muchos libros y una mesa gigante en el medio. Nos sentamos los cuatro cerca y los invitados miramos alrededor sorprendidos.

-Che Helena, alta casa tenes.- suelta Nacho, ella sonríe vergonzosa.

-Si...- responde y baja la mirada.

-Podes hacer altas juntadas acá.- le dice Valen y ella rie.

-Ni loca, mis papás me matarían.

-Pero tus papás no se tienen que enterar, si quedas sola un fin de semana haces tremenda juntada y ellos ni lo saben.- le dice Nacho seguro.

-No, seguro se enterarían aunque no están nunca...- yo frunzo el ceño.

-¿De que trabajan tus papás Lena?- pregunto curiosa.

-Son arqueólogos así que están viajando todo el tiempo.- wow.

-¡¿Que?! ¿Son los que buscan dinosaurios?- pregunta Nacho re sorprendido, Lena asiente.- ¡Re cheto boluda! ¿Alguna vez encontraron alguno?

-Si...- dice y la noto un poco incomoda así que decido cambiar de tema.

-Bueno, empecemos el trabajo que se va a hacer tarde.- Lena me da una media sonrisa mientras que Nacho queda con la palabra en la boca, Valen mira la escena confundido.