10; Hechos que lo cambian todo.

1.6K 149 58
                                    

—Atención pasajeros —escuché decir a una voz—. El tren llegará en veinticinco minutos.

Todas las personas allí presentes se pusieron de pie, excepto Stiles y yo. Me recosté  sobre mi asiento, cansada de estar en aquel lugar tan deprimente. Cerré los ojos y fue entonces cuando oí a Lydia llamándome. Mire a Stiles y le dije:

—¿Tu también escuchas eso?

—Creí estar alucinando —me dijo—. ¿Qué hacemos?

—Intentemos llegar a ella.

Nos intentamos abrir paso entre toda la gente pero se nos hacia cada vez mas difícil. Fue entonces, cuando oímos un disparo. Instintivamente buscamos con la mirada a la persona responsable de aquello, topándonos con el alguacil. Stiles corrió hacia el y le abrazó.

—Tienen que irse de aquí —nos dijo al notar que los jinetes estaban llegando—, yo los distraeré.

Stiles se rehusó por unos minutos pero finalmente el alguacil terminó convenciéndolo de marcharse. Le eché un último vistazo al lugar y luego nos dirigimos hacia las vías del tren. Corrimos por allí hasta que nos topamos con una grieta. Sin dudarlo dos veces lo atravesamos.

—¿Mora? ¿Stiles? —escuché decir a Lydia—. Los estoy viendo, ¡sigan avanzando!

Hicimos lo que nos indicó pero la grieta nos dirigió hacia el Jeep de Stiles.

—Pero, ¿qué demonios? —susurré.

—Estamos de vuelta —me dijo Stiles, dándose la vuelta para abrazarme.

—Tenemos que ir a buscar a los chicos —le recordé.

Stiles asintió y condujo hasta la casa de Scott, pero no encontramos a nadie allí. Decidimos seguir buscando, por lo que fuimos hasta la comisaria pero tampoco dio resultado.

—Mora —me llamó—. Mira el suelo.

Baje la mirada y me topé con vías del tren. Mire a Stiles y le pregunté:

—¿Esto significa que estamos perdidos?

—Significa que será más complicado de lo que creíamos.

Asentí y me subí al Jeep junto con Stiles y partimos hacia el hospital. De no encontrar nada allí, nos dirigiríamos al Instituto. Stiles tomó su bate de béisbol del asiento trasero del Jeep y corrimos hasta la entrada del hospital. Fue allí donde nos topamos con Liam y Scott siendo atacados por Douglas y Parrish —o el Sabueso del Infierno—. Nos ocultamos detrás de una pared y aguardamos a que Douglas terminara de hablar para atacarlos.

—El tren ya está viniendo y nada detendrá la cacería salvaje —les dijo Douglas—. Serás un buen jinete fantasma, Scott.

»Finalmente tendré un alfa verdadero de mi lado, una mujer coyote, dos banshees...

Stiles me hizo una señal y comprendí que era mi momento de entrar en acción. Me coloqué detrás de el y alcé mis brazos, arrojándolo contra una pared.

—No tendrás ninguna banshee —le aseguré.

Scott y Stiles arrojaron a Parrish al suelo, alejándolo bastante de nosotros.

—Estan de vuelta —dijo Scott, corriendo para abrazarnos.

Liam se unió al abrazo y quedamos los cuatro abrazados por un rato hasta que Parrish y Douglas se pusieron de pie nuevamente, dispuestos a atacarnos. Salimos corriendo de allí lo más rápido que pudimos y comenzamos a buscar un extintor.

—No puedo creer que me marcho por unos días y ustedes arruinan todo —les dije.

—Fueron tres meses —me corrigió Scott.

Mora's Ghost | Teen WolfUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum