Prólogo.

5.5K 324 37
                                    

—Creí que habíamos acordado ser solo amigos —le dije a Liam—. Esto parece una cita.

—Nunca estuve completamente de acuerdo con esa decisión.

—Hemos hablado de esto millones de veces —me quejé—. Si de verdad me amas, ¿por qué sigues con Hayden?

—No puedo romperle el corazón —respondió.

—¿Pero a mí sí? —se me quebró la voz.

—No te romperé el corazón —me aseguró—. Estas equivocada.

—Creo que en lo único en lo que me equivoque fue en pensar más en ti que en mí —le dije—. Fuiste demasiado egoísta al usar a Hayden para olvidarte de mí.

—No estoy usando a Hayden, ni mucho menos a ti.

—Quiero volver a enamorarme Liam —le confesé—. No es para olvidarte porque se nunca lo haré.

—¿Me estas pidiendo que renuncie a ti? —preguntó.

—Te estoy pidiendo que seas feliz, aunque esa felicidad no me incluya.

—¿Por qué no te incluiría a ti? Podemos ser amigos y esta vez hablo de amigos de verdad.

—Me parece bien.

Nos subimos a la "nueva" camioneta de Liam, pero cuando encendió el motor las luces de la carretera comenzaron a parpadear. Cuando las luces se estabilizaron notamos que la camioneta tenia una rueda pinchada, por lo que nos vimos obligados a cambiarla por la rueda de repuesto.

Cuando terminamos de cambiar la rueda las luces comenzaron a parpadear nuevamente hasta que finalmente se apagaron por completo. Fue entonces cuando la carretera se vio iluminada por un auto que parecía no tener conductor y se detuvo frente a nosotros.

—Creo que estoy asustado —admitió Liam.

—Debemos revisarlo.

Liam asintió y nos dirigimos hasta aquel auto. Cuando abrimos la puerta nos encontramos con un niño totalmente asustado y desesperado por encontrar a sus padres extraviados.

—Debemos salir de aquí —nos pidió el niño.

—Liam conduce hasta la comisaria, yo me encargaré de reunir a la manada allí —le indiqué—. Te prometo que encontraremos a tus padres y descubriremos lo que está sucediendo.

—¿Con quien estas hablando? —me preguntó Liam.

—¿Dónde está el niño? —le pregunté.

—Nunca hubo nadie allí —dijo—. Creo que es hora de volver a casa, estas alucinando.

Asentí y me obligué a creer que había imaginado todo aquello, pero cuando unos días mas tarde recibí una llamada que me confirmó lo contrario, comprendí que la persona que se encontraba equivocada no era yo.

—Morana necesito que me escuches —reclamó mi madre del otro lado del teléfono.

—¿Qué quieres? —pregunté—. No estoy de ánimo para peleas.

—Ellos vienen a por mí —dijo exaltada.

—¿De quién estás hablando?

—Ya están aquí —gritó.

—Necesito que me digas de quien estás hablando.

—La cacería ya comenzó y no se detendrá hasta convertirnos en un pueblo fantasma.

—Iré a por ti —le dije—. Dime donde estas.

—Nunca olvides que te amo y que lamento todo lo que te hice —sollozó—. Eres la única que puede derrotarlos, eres el águila. 

Mora's Ghost | Teen WolfWhere stories live. Discover now