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Gerard estaba cómodamente relajado sobre el pecho de Frank, hacía poco se habían retirado los padres del castaño, junto a Mikey y Ray con sus parejas, también los amigos de Frank, los padres de Gee no pudieron asistir, pero al igual que los demás estaban contentos por la noticia.

Habían decidido hacer una pequeña reunión en casa para darles a todos la buena nueva, a todos excepto al tío oficial, quien le había llevado un peluchito de unicornio a su sobrino, era blanquito con lila y el cuernito amarillo, a Gerard le pareció tan tierno, que decidió que cuando compraran la cuna sería lo primero que acomodaría para su pequeño bebé, según las propias palabras de Mikey tenía que marcar territorio antes que Ray.

Ray era el mejor amigo de Gerard, se conocían desde la secundaria, fue quien encontró a Gerard sangrante en el piso de su apartamento luego que Adam lo golpeara y lo hiciera perder a la bebé, Ray fue quién se encargó de dejar pudriéndose en la cárcel al desdichado ese. Él había hecho pasar a Frank cientos de test y pruebas para darle su aprobación. Él fue uno de los pilares que ayudó a Gee a poder superar esa triste y dura etapa que le tocó vivir. Gerard no podía estar menos agradecido por tenerlo en su vida.

Durante toda la noche la atención estuvo puesta en el pelinegro, todos acariciando su vientre aún plano, sacándose fotos con él  y preguntándole cómo había sido todo, claro que Gerard compartió encantado su experiencia hasta el momento con sus amigos y familia.

Hasta el momento las cosas iban de maravilla, sin malestares, lo único que no le gustaba al bebé eran los mariscos, no podía sentirlos ni a 3 kilómetros de distancia porque empezaba a devolver todo y vaya que Frankie podía dar fe de ese odio, Christa la novia de Ray le dijo que lo envidiaba y si ella llegaba a estar embarazada quería que fuese un embarazo tan tranquilo como el suyo.

Luego de un día agotador ambos cayeron rendidos en los brazos de Morfeo.

*

Frank no había podido entrar a acompañar a su pareja al cuarto de gineco-obstetricia puesto que la doctora desconocida que estaba ahí se lo impidió alegando que no podía entrar nadie más que no fuese el gestante dada la privacidad para los exámenes que le practicaria.

Sin mediar muchas palabras le indicó a Gerard que se sacara la ropa y que se recostara para hacer una ecografía, a él le pareció extraña esa mujer, Amber sería la encargada de llevar su control, no ella que ni siquiera sabía su nombre, además hacia menos de una semana se hizo su primer ultrasonido era muy pronto para un segundo, pero no hizo preguntas y obedeció, todo era por el bienestar de su bebé.

—Bien Way, veremos que tal va esto.

Aquella mujer lo trataba con frialdad, tanta que lo hizo dudar en quedarse en ese lugar.

Ella comenzó a mover el aparato de un lado a otro, haciendo caras muy feas y eso lo alarmó.

—¿Qué pasa doctora? ¿Todo está bien con mi bebé?

—No —fue lo único que le dijo e inmediatamente él se desesperó, lágrimas corrían por su rostro sin parar.

De pronto ella lo aseguró a la camilla con unas fajas que la misma tenía pero que él no había notado antes.

—No es normal y no debe nacer, mejor dicho no nacerá —se alejó a una esquina donde estaba una mesa con cosas que él no lograba ver, y regresó con una aguja.

—¡NO! no me toque —Gerard gritaba y trataba de moverse pero no podía, su cuerpo estaba inmóvil—. No toque a mi bebé.

—Te dije infeliz que no ibas a ser feliz —de un momento a otro era Adam quien estaba con él en la habitación hablándole muy cerca del rostro.

—Aléjate ¡¡Frank!! ¡FRANKIE! —gritaba lo más que su garganta podía.

—Cállate —lo abofeteó.

—Frankie ayúdanos...

—Gee mi amor... —Frank desesperado sacudía suavemente a Gerard para que se despertara, tenía rato de estar sudando y diciendo incoherencias entre sueños—. Amor despierta.

Segundos después Gerard despertó y se sentó de golpe en la cama palpando su vientre desesperadamente, luego dejó que las lágrimas siguieran su curso y se abrazó a Frank que estaba sentado en la cama a un lado suyo.

—Calma amor, solo fue una pesadilla —besó su cabeza.

—Me quería quitar a mi bebé Frankie.

—Escúchame Gerard —lo tomó del mentón e hizo que lo viera directamente a los ojos—. Por nada en el mundo permitiré que alguien los dañe ¿si? Te lo juro amor.

Lentamente asintió, confiado, porque Frank le transmitía siempre la paz, seguridad y confort que necesitaba.

Cuando estuvo más calmado Frank lo dejó solo en la habitación para ir en busca de un poco de leche tibia con canela, para que se relajará y volviese a dormir.

Antes de ingresar a la habitación pasó por el balcón, sonrió para sí y fue hasta su objetivo, la cortó delicadamente y la colocó a un lado del platito donde reposaba la taza que llevaba en sus manos.

Le cedió a Gerard aquel plato junto a la delicada flor, él la tomó y la acercó a su rostro para aspirar su aroma.

Le cedió a Gerard aquel plato junto a la delicada flor, él la tomó y la acercó a su rostro para aspirar su aroma

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—Es el Azafrán Dorado significa felicidad y optimismo —besó suavemente sus labios—. Además simboliza la promesa que acabo de hacerles mi amor —depositó también un beso sobre su vientre.

La calidez y la calma volvió al cuerpo de Gee, estando seguro que en los brazos de Frank no habría nada por que temer.

~𝙻𝙸𝚁𝙸𝚄𝙼~ ➛FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora