Sentimientos inesperados

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Cookie estaba en su cuarto, había corrido asustado hasta ahí, como cuando se enfermaba de gripe sentía calor y frío al mismo tiempo, miró con curiosidad dentro de sus pantalones y por primera vez estaba tocándose, sus ojos se abrían sorprendidos al mirar cómo su miembro ganaba tamaño y se erguía, una pequeña corriente corría por toda su columna mientras se tocaba y recordaba a Tae, su rostro, su boca moviéndose, como lo sostenía el mayor, y lo hacía ver pequeño entre sus brazos.

Tae era el más alto de los tres y verlo así sumiso y pequeño entre los brazos de un alpha encendía  a Cookie, se vino jadeando suavemente y observó por un momento ese líquido espeso blanquesino, olía extraño, nunca antes lo había visto ni se había sentido así, le gustaba, y quería, quería derramarse encima de su amigo Tae y besarlo igual y sentir su piel y sus labios, envidiaba terriblemente a ese alpha, quería ser él para tomar entre sus brazos a su amigo y sentirlo moverse debajo de él, sentía deseos de verlo desnudo y besarlo y acariciarlo, se quitó toda la ropa y la puso en el cesto de la ropa, y tomó una ducha sin olvidar del todo el asunto, no sabía ni le importaba mucho como se sentía sobre sus amigos, para él era simplemente natural quererlos posesivamente porque siempre había sido así.

Jimin detuvo a Tae en un parque que quedaba a mitad del camino y dónde tantas veces jugaron de niños, se sentaron en los columpios y se mecían perezosamente, la mirada de Tae parecía lejana y su sonrisa boba aún no se borraba, Jimin sentía celos de que se pudieran llevar a Tae de su lado, sabía que era una posibilidad y lo había deseado porque quería la felicidad para su amigo, esa felicidad que él no podía darle pero ahora que era una posibilidad tangible le hacía sentir triste y celoso, por otra parte también estaba aliviado y feliz de ver a su amigo así, sabía que esa locura de quedarse juntos siendo dos Omegas y teniendo él su alpha destinado seguramente les traería tristeza con el paso del tiempo.

Aún no sabía si Tae era o no un Omega pero por su reacción con el Alpha todo parecía indicarlo, Tae aún no presentaba un celo ni nada parecido y jamás había captado una esencia diferente en él.

- Tae, te gusta Hoseok? - preguntó tímidamente rompiendo el silencio del momento - s-sí, aún no lo entiendo pero me hace sentir cosas...  Tal vez si soy un Omega, y-yo quería gritarle y odiarlo por como te mira Jiminie pero no p-puedo, ahora lo veo y quiero obedecerlo y seguirlo de la mano, me siento confundido p-por que aún siento que te quiero con todo el corazón y quiero quedarme a tu lado, pero con Él es diferente, siento está ansiedad, y como si todo mi cuerpo me arrastrará hacia sus manos... ¿Así se s-síente estar con tu alpha? Esté dolor y ansiedad en cada poro por estar cerca - miró hacia el frente sin sentirse capaz de encontrar la mirada por primera vez con Jimin, éste lo miraba con tristeza y le contestó - s-sí Tae, es como una urgencia de todo tu cuerpo y sólo se calma con sentir la piel y las caricias de tu alpha, su olor y su voz te resultan relajantes y todo deja de importarte mientras estés cerca de él, ahora entiendes que no porque necesite estar con Yoongi dejaré de quererte y que siempre tendrás un lugar en mi corazón? - y puso su mano sobre la de Tae.

Tae asintió mientras miraba reflexivo sin ver un punto en específico, le dijo  - entonces te ayudaré a buscar a tu alpha paliducho y tendrás que compartirme con Hobi - Jimin sonrió, aún ahora denotaba celos en su amigo al referirse despectivamente a su alpha y quería reír pensando - ¿y cuando pasamos del "despreciable abusivo de Hoseok" al mote cariñoso de Hobi? su amigo era tan tierno y protector que era imposible no querer abrazarlo y mimarlo.

Hoseok sentía una batalla de sentimientos encontrados, se reprendía a sí mismo por dejarse llevar por el impulso de besar a ese Omega de mirada profunda y voz grave, creyó que sería como con los otros, algo divertido y que podía frenarlo cuando quisiera, pero ahora lo dudaba, un beso y había revuelto todo su plan, sus emociones, su auto control, ahora tampoco quería dejarlo ir, quería hacerlo suyo, probarlo y quizá hasta llevárselo y marcarlo, no debía hacerlo, era muy pequeño aún y él tenía planes en la capital, quería ser bailarín profesional, seguir en los concursos de rap con sus amigos, quería hacer muchas cosas antes de vivir en pareja, aún si estaban destinados.

Cuando salió del baño hecho un desastre trató de sostener una sonrisa para no ser tan obvio, notó entonces que todos sus compañeros ya se habían marchado, sintió alivio.

Al meter sus manos en las bolsas y caminar a la salida, recordó la dirección del pequeño y su compromiso de ir, todo su cuerpo le urgía cumplir la promesa pero aún temía la batalla en su cabeza, había abrazado con pretexto de los pasos de baile al otro niño de labios tentadores, había sentido su cuerpo cuando lo acercaba a él y casi le había robado algunas veces un beso, pero con su amigo era diferente, diablos, ni siquiera recordaba el nombre del niño, el otro le decía algo como té, llamó a su hermana - Oye ¿cómo se llaman esos pequeños que llevaste con los chicos del baile? Los que siempre andan juntos de la mano, ¿qué? No, no pienso hacerles nada,  quiero proponerlos en la escuela de artes - mintió - no, no te estoy mintiendo, ¿de qué me serviría saber el nombre de un par de chiquillos?, jajaja ¡no! No soy así, no jugaré con ellos por ser omegas aún inocentes, ¡ya dime!, Si, lo prometo, no haré nada que te avergüence, aunque no deberías avergonzarte de tu familia hermanita - sonrió maliciosamente - Jimin, sí y ¿el otro? Taehyung, 《¡Tae!》 ya lo tengo, gracias hermanita, te quiero - colgó, ya sabía el nombre del niño, caminó tranquilamente a su casa mientras decidía si sería buena idea o mejor se arrepentía.

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