Si somos destino, sucederemos...

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Ya en casa el padre de Yoongi empezó a hacer llamadas, y su madre lo llevo a su habitación, se sentó a su lado y le pidió que durmiera, su madre que suele ser callada y serena hoy se ve un poco descompuesta, algo triste y comienza a hablarle de la naturaleza y el lugar de los alphas y omegas, Yoongi quiso interrumpirla y decirle que hace un par de años tuvieron en su escuela un curso de varias horas sobre ese tema pero prefirió escuchar a su madre, era muy raro escucharla hablar tanto, cuando salió su madre de la habitación le pidió a una de las mozas de la casa que prepararán el desayuno y dió instrucciones de llevar el de Yoongi hasta su habitación.

La puerta se abrió una vez más, está vez era el hermano quién sonreía de modo burlón desde la entrada pero al ver los ojos llorosos de su hermano menor y verlo tan vulnerable cuando por lo regular es desafiante y sarcástico, sólo camino hacia él y lo abrazó, no lo abrazaba desde que tenía unos 7 años cuando empezaron a competir por el cariño de su padre pero le dolía mucho verlo así, - ¿cómo estás? escuché a nuestros padres discutir antes de ir por ti, algo de que habías encontrado a tu omega en la guardería, aunque por su reacción no fue algo bueno, ¿fue uno de los niñeros suplentes? - Yoongi solo susurró - no, fue uno de los niños - su hermano lo miró sorprendido, ahora entendía porque la reacción de sus padres, los niños de la guardería eran casos especiales o niños de familias poderosas - ¡diablos! ¡¿Qué pasó?! El niño está bien? - Yoongi asintió - Los otros alcanzaron a detenerme, es sólo que tengo miedo de pensar que habría pasado si no lo hubieran logrado y... Duele, duele no estar con él y me hace sentir un tonto porque es sólo un pequeño y siento como si mi mundo se derrumbará por qué no puedo estar con él... Y al mismo tiempo me siento culpable por sentir eso, él es sólo un niño... -

El hermano entendía lo que estaba pasando por la mente de Yoongi, el también conoció a su pareja destinada antes de los trece, fue menos complicado por qué además de que era una chica eran casi de la edad, sólo tuvieron que separarse unos 5 años pero siempre estuvieron en contacto y se enamoraron además del lazo destinado, Yoongi no tendría eso, cumplía apenas once y su pareja destinada era aún más pequeño y quizá de una familia que haría de todo para alejarlos, además no podría enamorarse o seguir en contacto con el pequeño, muchas de las familias poderosas tenían un tabú sobre las parejas destinadas del mismo sexo, a pesar de que era posible por la naturaleza de los Alphas y Omegas, en muchas historias contadas sobre el tema las familias preferían dejar morir al Omega que permitir la unión.

Se quedó con su hermano hasta que fue llamado para desayunar, un par de minutos después entró una moza con una charola que colocó en una mesita al lado de la cama del adolescente.

Yoongi terminó el platillo y se acomodó para tratar de dormir, estaba tan cansado, triste y adolorido que sólo quería quedarse dormido y olvidar todo por un rato.

En la planta baja sus padres discutían su futuro.

Cuando despertó un tenue olor le rodeaba, aún tenía el olor de su Jiminie en sus ropas, era ya muy sutil pero aún podía captarlo, y lo hizo sonreír dulcemente, pensaba seguir así hasta que el olor se disipará pero decidió pararse y buscar una bolsa,cuando la encontró tomo su ropa y la metió en la bolsa esperando con esto poder conservar por más tiempo el olor de su pequeño Omega, lo escondió bajo su cama y se puso otra ropa, bajo las escaleras para saber que estaba pasando y quizá escuchar noticias sobre el pequeño.

Encontró a su madre en la sala sirviéndose un té, su padre estaba recostado en un sillón con la cabeza apoyada en sus piernas, Yoongi no veía esa escena desde que eran niños, su padre siempre estaba ocupado y rara vez lo veían, cuando era así no era especialmente cariñoso con su madre ni con ellos, su mamá lo miró y le hizo una seña de guardar silencio y palmeo el espacio a un lado suyo invitándole a sentarse, miraba dulcemente a su padre mientras acariciaba su cabello, recuerda haber pensado que su padre que siempre era imponente ahora parecía una mascota dormitando en el regazo de su dueño.

- Mamá, que pasará ahora?- susurró, su madre lo miró a los ojos y le sonrió, le peino un poco su cabello pasándolo entre sus dedos y le respondió también susurrando: - no te preocupes, todo estará bien, te irás un tiempo, por tu bien y el de tu pareja destinada, hemos arreglado todo amor, hasta podrás hablar con tu pequeño de vez en cuando y trataremos de mantenerlos al tanto, es tu oportunidad para crecer y buscarte a ti mismo y le dejaras crecer y hacer lo mismo, cuando sea oportuno los volveremos a reunir - Yoongi sintió una mezcla de emociones, le reconfortaba saber que podría seguir en la vida del pequeño, pero le daba miedo irse y separarse de todo lo que conocía, y ya no ver a su familia.

Por la tarde le explicó con más detalles como sería lo que pasaría, y le dió un número, era el teléfono de la familia de su omega.

Terminando el grado que cursaba, se iría a casa de unos tíos, en la ciudad capital, podría volver para vacaciones pero debía avisar el día y la hora correcta para evitar encontrarse con su Omega, podría llamarlo y enviarle fotos y cartas por medio de sus tíos, si así lo quería, la familia estaba de acuerdo, Yoongi lo pensó mucho, decidió que llamaría pero sólo para despedirse y una foto con la promesa escrita de que volvería lo antes posible, no era bueno demostrando sus sentimientos y no sabía si quería que el niño detuviera todo por esperarle, quería que ambos vivieran lo que la vida les ofrecía, si estaban destinados en verdad, aún con la distancia se volverían a encontrar y con suerte enamorarse antes de dejarse llevar por su naturaleza.

La Guardería Where stories live. Discover now