𝘽𝙪𝙘𝙠𝙮 𝘽𝙖𝙧𝙣𝙚𝙨 ☰ 𝙎𝙩𝙚𝙫𝙚 𝙍𝙤𝙜𝙚𝙧𝙨
×𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴
×𝘛𝘳𝘢𝘥𝘶𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴
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❝― Estamos aquí los dos solos. Acepta y te seguiré a donde quieras. Olvídate de todo.❞
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El ambiente se llenó de tensión y un silencio bastante incómodo. Todos alternaban sus miradas entre Steve y la nueva pareja de Valerie sin saber qué hacer primero, felicitarla o consolar a Steve que parecía un niño perdido y desolado.
― Bucky ― Bucky se presentó a sí mismo, comenzando una cadena de presentaciones algo forzadas.
― Encantado ― Harry sonreía, sabía lo importante que era para Valerie que él conociera a sus amigos y estaba haciendo su mejor esfuerzo por mostrarse amable y no todo lo incómodo que se sentía. Era como si no fuese bienvenido en aquel lugar y no entendía por qué.
― Steve Rogers ― Steve estiró su mano saludando a Harry con el rostro serio, extremadamente serio. Luego desvió su atención hacia Valerie, con una mirada entre súplica y reproche. ¿De verdad se iba a casar?
― Bueno, creo que alguien nos tiene que poner al día de muchas cosas ― Tony pasó un brazo por los hombros de Valerie caminando junto a ella hacia la cocina, lugar de todos los encuentros familiares. Steve se quedó ahí parado, viendo como todos caminaban animadamente, queriendo saber más de ella y del todo el tiempo que había estado fuera, aunque no pudo evitar concentrarse en un gesto. Valerie caminaba riendo junto a Tony, pero con una de sus manos entrelazada a la de su prometido.
Llegó unos segundos después encontrándose con la mesa llena y Valerie hablando amenamente, con una sonrisa.
Dios, su sonrisa, seguían siendo lo mejor del mundo. Suspiró pesadamente, acercándose lentamente y sentándose al frente de ella.
― Ha sido un año alucinante ― habló con brillo en la mirada, golpeando la conciencia de Steve.
― Siento decirlo, pero te fuiste de imprevisto ― señaló Sam con algo de curiosidad ― ¿Podemos saber por qué? ―preguntó con cuidado. Valerie respiró despacio, sabía que ese momento llegaría y además ellos se merecían una explicación.
― Conseguí trabajo ― aclaró tranquila ― Fue una llamada inesperada y la oferta era muy atractiva, pero era fuera del país. No podía renunciar a esa oferta, no iba a perder otra oportunidad ― habló con algo de rencor, clavando sus palabras en el pecho de Steve.
