Enciendo la camioneta y me marcho no sin antes fijarme en la hora, necesito volver a escucharlo.

El día pasa entre una clase que tomo con mi prima, después ella continúa con sus citas y yo me voy almorzar con un par de amigas que tengo gracias a Camila, compro un par de chucherías que en realidad no me hacen falta y más tarde termino caminando en un parque grande, muy cerca del zoológico que visité junto a él cuando salíamos y que después yo regresé varias veces, ya perdí la cuenta. Necesito pensar y deambulo por ahí sin percatarme de la hora, al final regreso a casa un poco desaminada. Aún no me recupero del silencio con el que me dejó Riah por la mañana, sin embargo, no lo evitaré por ello, no soy así.

Missy me recibe como siempre, moviendo su colita, ladrando excitada. La elevo sonriendo.

—¿Cómo te portaste, Eh? ¿Cómo? —le pregunto con tono aniñado.

—Mal, no hace en el jardín sus necesidades y mordió un sillón de abajo. Necesita que alguien le enseñe, señora —interviene Awdry, que aparece de pronto. La miro sin gesticular.

—Yo le enseñaré —repito, ya lo he dicho en otras ocasiones pero la verdad es que no lo he hecho, paso mis días afuera y eso desemboca en que Missy esté mucho tiempo sola y haga desastres.

La puerta se abre, ambas giramos. Missy se pone como loca al verlo, la debo dejar en el suelo porque está tan obsesionada con él como yo, esa es una dolorosa realidad. Su traje impecable contrastado con ese pequeñísimo aro en su oreja que siempre me ha alucinado, su gesto serio. La toma en brazos y le hace un par de caricias, no sin antes examinarnos.

—¿Pasa algo? —desea saber. No es el recibimiento habitual, debo aclarar. Cuando llega a casa, yo bajo enseguida y si no me cuelgo de él para besarlo con pasión, aparezco con coquetería y lo estudio de arriba abajo mordiendo mi labio, sabe que lo deseo. Me esmero en estar presentable, siempre una ducha, un lindo atuendo, maquillada. No el desastre que soy hoy.

Lo observo sin moverme, neutralizando mis sentidos pues despiertan con tan solo sentirlo cerca.

—Buenas noches. Le decía a la señora que Missy cada vez se porta peor, no entiende y desde mi parecer le faltan límites —dice con tono relajado, pero evidentemente acusador. No necesito esto hoy, así que tomo a Missy de los brazos de Riah, le doy un beso en la mejilla y subo las escaleras, ¡qué se vaya a la mierda esa mujer!

Dejo a la perrita en el piso de mi habitación mientras busco qué ponerme. Él abre y cierra en silencio, me observa y todo se detiene.

—Ven aquí... —dice con autoridad. Me quedo suspendida, con un vestido en la mano, pero sé que pierdo la batalla cuando su enorme mano se enrosca en mi cintura y soy consciente de cómo absorbe mi aroma, no lo soporto, me giro buscando esos labios que me enloquecen. Enseguida me recibe y me elevo para enredar mis piernas torno a su cintura, envuelta en la pasión que me provoca. Se separa un poco después de unos segundos en los que su lengua y su sabor se enredan en mi voluntad. Me contempla serio, aunque con el mismo deseo que yo—. Este saludo me gusta más —asegura acariciando mi rostro mientras camina rumbo a la cama.

Sonrío y vuelvo a besarlo al tiempo que le desanudo la corbata.

—Entonces digamos "hola" los dos, Riah —lo desafío olvidando todo lo ocurrido las últimas horas. Me deja sobre la cama, de pie, y me quita en un santiamén lo que llevo puesto, enseguida me agacho solo un poco y lo beso de nuevo, lo necesito a pesar de sus palabras, de lo que he venido sintiendo, de lo que se abre dentro de mí.

Me observa alejándose un poco, como suele, de arriba abajo, deteniéndose en algunas zonas. No me amedrento y aguanto su escrutinio con nuestras manos entrelazadas, luego clava sus ojos en los míos, férreo. Se quita la ropa sin aguardar más, ahora es mi turno y lo estudio con mirada atenta. Lo hace lentamente y es que tiene una manera de moverse asombrosamente segura, pausada. Su ancho tórax, su abdomen marcado, sus brazos fuertes, el asombroso tatuaje tribal, y todo él quedan expuestos. Sonrío satisfecha.

Más de ti • LIBRO I, BILOGÍA MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora