16

541 54 5
                                    


Un mes después

Todos los ninjas del fuego, fueron reclutados para la guerra que se avecinaba.

Konoha estaba siendo construida una vez más después del ataque de Pein, que cobro algunas vidas inocentes junto a venganzas consumidas y algunas declaraciones de amor, pero lo que de verdad debía importarnos ahora es la insistencia de un azabache con coleta.

—¡¡DÉJENME IR!! —los gritos del Uchiha mayor provocaban dolor en cierto rubio que se culpaba una y otra vez lo sucedido en su misión. —¡DEBO ENCONTRARLA, NO LO ENTIENDEN, ¡KISAME DIME QUE NO ME MINTIÓ!. ¡NO SE ATREVIÓ OTRO VEZ!.

Shizune que es la ninja medico a cargó de su condición trata de suministrarle calmantes junto a Ino, así lo habían logrado mantenerlo por un mes, pero ahora la cosa era totalmente diferente.

—Shizune-sensei debemos pedirle ayuda a Sakura o a Lady Tsunade, no creo que podamos esta vez nosotras solas —sugirió la rubia.

—No —negó con la cabeza mientras hacia un par de sellos. —Ellas están muy ocupadas para esto, además nunca me a gustado que me subestimen Ino —rápidamente miro de reojo Kisame.

—Jhmp —bufo como respuesta.

Aquella escena no paso desapercibida para la Yamanaka, estaba segura que algo se traían ese par, y ella pronto lo descubriría aun que ya tenga una ligera sospecha de que se trataba.

Porque era como ver a su antiguo sensei que paz descanse, eso le trajo nostalgia nunca sospecho de una relación secreta entre Asuma y Kurenai la genio del genjutsu.

—Lista —aun que eso lo pensaría luego, ahora sería mejor concentrarse en su objetivo.

Mantener dormido a Itachi.

—Más que en mis segundos exámenes chunin —comento.

Los tres presentes asintieron para luego entrar en acción, el rubio que tenia sujetado al azabache lo soltó, dejado a Kisame que lo encerrarse en su prisión de agua.

Shizune e Ino suministraron los calmantes en ambos brazos heridos de tanto forcejeo. Todo sonaba fácil de hacer, aunque la realidad fuera otra.

Conocen ese dicho que la mentira siempre tiene patas cortas. La mentira de Yin termino al tercer día, dando paso a un Itachi descontrolado y necio, había perdido la confianza en todos aquellos que les brindo un poco de su confianza.

La Hokage fue una de esas personas.

Solo quedo dormir lo por un día, y luego dejarle despierto por otro, así no dañaría su salud ya afectada.

La parte mala de aquella decisión, lo tenía que pasar Shizune e Ino. Lo que estaban haciendo no es de médicos ejemplares como ellas, mantener medio muerto a su paciente va contra su código de ninja medico.

Y lo peor de todo, ellas ya no podían quedarse para mantenerlo estable.

—Bien estará dormido asta mañana, aun así no hay que bajar la guardia, ya van catorce veces que hacemos esto y su corazón podría fallar —diagnóstica Shizune preocupada.

—Es lo mínimo que podemos hacer, no te preocupes mujer, Itachi nos lo agradecerá cuando todo esto acabé — mínimoso el asunto.

Sacando de su prisión de agua al Uchiha, Ino y Naruto cogieron al inconsciente paciente.

—No te culpes por esto cabeza de chorlito —la rubia se dirigió al Uzumaki.

—Fue mi culpa, no debí ser tan impulsivo, debí esperar una orden. Oh, al menos que ella dijera lo demas, pero no lo hice — los ojos azules se opacaron, aquel brillo que siempre tenían se desvaneció.

—El rubio tiene razón, todo fue su culpa —le dio la razón Kisame.

—¡¿Que tonterías estas diciendo Kisame-chan, a caso quieres que la Lady Tsunade te haga lo mismo que el otro día?! —lo reprendió muy enfadada Shizune.

Ella aun no olvida lo imprudente que fue al decirle a la Hokage en plena batalla con Pein, permiso para cortejar la, aunque eso ya lo había echó sin su consentimiento.

—¡Baka! —simuló que lo  golpeaba en la espalda, más esos golpes era masajes para Kisame.

Entonces estoy en lo cierto, ni siquiera disimulan ante mí, esto es muy conmovedor —penso Yamanaka con ternura.

—Las personas que me rodean no son capaces ser honestos conmigo, se que no quieren que me sienta culpable y aprecio mucho eso dattebayo.

La mano de Kisame se posó en la cabeza del rubio que guardo silencio, mirando la acción del ninja.

—Si bien, tienes la culpa por ser impulsivo. Y a ver a caído ante la trampa del enemigo, no puedes culparte por esto —señalo a Itachi.

La mirada confundida, no sólo del Uzumaki si no también de ambas mujeres presentes no se hicieron esperar.

—Ella le mintió otra vez, por eso el reacciona así —se cruzo de brazos. —Yin sabía el riesgo que corría ayudando en esa misión, me lo dijo y estaba dispuesta a correrlo con tal de ayudarlos —agacho la cabeza.

—Ella no puede morir así ¿verdad? —pregunto en un hilo de voz. —No ahora que volvió a ver la luz, después de tanto tiempo —una mano en su hombro lo reconfortó.

—No hay que pensar en eso —le sugerio Kisame.

En algunas ocasiones puede ser muy emotivo. Vaya compañeros que le toco a la frente de marquesina —pensó Ino, mientras recordaba a su equipo. —Bueno al menos tenemos a Shikamaru, claro que en ocasiones puede ser buen estratega, solo su manía de ver todo un fastidió impide que el vago saque a relucir sus cualidades al 100%, ojalá y logre casarse —se decía así misma, mientras en el exterior colocaba a Itachi en su cama.

—Bueno gracias por el consejo, dattebayo —sonrio nuevamente como si nada.

Asiendo una reverencia a Kisame.

—Me tengo que ir, la abuela Tsunade me advirtió que tenia que ir a verla a la torre a panes acabé de ayudarles, Ino-chan gomen nasai no podré ayudarte con lo demás —pasando una mano a su nuca volvió a sonreír.

Al parecer las palabras de Kisame lograron el efecto querido.

—No te preocupes lo entiendo —sonrió nerviosa, mientras veía de reojo al Uchiha que dormía.

—Bien entonces me voy —comenzó a caminar hacia la salida.

—Oye —llamo Kisame a la pelinegra que escribía algo en un portafolio.

—¿Tengo nombre sabes? —respondió Shizune sin despegar su atención de esos papeles que escribía.

—¿Cuando te iras? —interrogó  Kisame, ignorando la respuesta anterior de la chica.

Esta levanto la mirada avergonzada, sus ojos negros viajaron por toda la habitación encontrándose con la espalda de Ino que seguramente estaba cambiando a Itachi.

Soltando un suspiro cansado, dejo los papeles camino asta Kisame, este realmente era más alto que ella así que con una señal que hizo para que se inclinara un poco. Kisame mantuvo su expresión neutral,pero hizo lo que Shizune le señalaba.

—Te lo diré más tarde —le susurro en su oído, separándose de un confundido Kisame, sonrió tiernamente colocando sus brazos detrás de su espalda. —¿¡Ino ya terminaste!? —pregunto retomando su anterior acción como si nada hubiera pasado.

Jmp, este es él sentimiento que llaman ¿querer?, no. Esto es diferente, un sentimiento peligroso para alguien como yo —miro por última vez a Shizune, para después irse de hay. —¿En que estaba pensando cuando le propuse eso?. Aaah, debería huir antes que este sentimiento se vuelva más fuerte —con la mirada pérdida, camino por los pasillos subterráneos de la prisión. —¿Debo desaparecer? — se cuestiona en voz alta.







CONTINUARA

The Cure [тємρσяα∂α ɪɪ]Where stories live. Discover now