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El joven pelirrojo no sabía cuántas veces había rechazado a las mujeres que se le prendían al brazo, como tampoco recordaba las veces que tuvo que impedir que otros sujetos sacaran a Temari bailar.

No lo hacía por ser un hermano celoso, o sobre protector. Todo lo contrario, estaba librando a los hombres que sus pies estén bien.

Eso hacia, hasta que Temari se excuso con que iría al baño, desde ese momento no la vuelto haber.

Y como olvidar las veces que Kankuro le quitó su copa de sake de las manos, el hermano mayor termino en la mesa de tragos.

Cuando Gaara trato de sacarlo con la escusa de ir a buscar Temari, se negó tal cual ebrio.

"La vi con el Nara y la rubia esa, por allá, despreocúpate ya es grandecita para estarla cuidando Kazekage-sama". Fue su argumento para que lo dejara tranquilo bebiendo junto a Kiba y Shino.

Y así lo hizo, a su modo. Perdido en sus pensamientos.

Con todo lo que había pasado en Suna casi olvida viajar para la boda, si no fuera por Lee, no lo hubiera recordado y tampoco llegado a tiempo.

Si, tan solo horas atrás había llegado, su mejor escusa fue el clima, la tormenta de arena que por esos meses azota el desierto.

¿Soy el único que siente calor aquí? —pensó mirando por los lados del gran salón otra salida que no fuera la puerta central.

Todavía quedaba un buen rato para que la fiesta llegue a su fin y por más aburrido que este, no podía irse sin hablar con la Quinta Hokage.

Nadie notara mi ausencia.

Siendo sigiloso se escabulló lejos del gran salón con dirección al jardín, que se encontraba vacío.

La noche se estaba acercando, el cielo estaba despejado, sol poco a poco comenzaba a darle pase a la luna.

Que pacifico lugar —piensa.

Mirá hacia el horizonte, hasta perderse en el atardecer.

No había nada mejor para él, que sentir el viento chocar contra tu rostro mientras observa un hermoso paisaje en total tranquilidad.

O eso creíamos.

¿Cuánto tiempo gozaré de esta libertad? —se pregunto angustiado.

En su mente confundida apareció una cara conocida.

Otra vez, esa sensación —llevo su mano al pecho, sus mejillas estaban levemente sonrojadas.

Solo pensar en la enorme sonrisa de quien creía, tenía sentimientos de fraternidad.

"Una aldea entera depende ante todo lo que sientes"esas palabras se lo recordaban una y otra vez.

En ese tiempo no lo pensaba demasiado, porque no entendió lo que realmente significaba ese consejo. Y ahora las cosas dieron un giro de 380°.

Y las palabras antes dichas con las intenciones de persuadirlo de no aceptar tales peticiones, comenzaban a dar valor, por más que lo negará.

The Cure [тємρσяα∂α ɪɪ]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن