Ｔｈｅ Ｃｕｒｅ [тємρσяα∂α ɪɪ]

05

-Kisame -ella lo llamo.

El Akatsuki apretó su mano para darle entender que lo escuchaba.

-¿Sa-sabes algo de Itachi? -pregunto con temor.

-¿Uchiha Itachi?...-hizo un pausa. -Esta mejor aun, si, está en un lugar mejor -contesto con resentimiento, en la punta de su lengua está las filosas palabras que muerde para no soltarlas.

Yin frunce el ceño confundida, por el tono de su amigo al dar su respuesta.

-Eso ya no importa, trata de descansar para retomar fuerza y comas algo antes de viajar.

-¿Cuánto...cuanto tiempo?.

-Algunos años, cinco para ser exactos -responde, apartando la cabellera descuidada de su rostro.

-Si que fueron unos cuantos -susurra triste. -¿Como me encontraste?¿Sabes algo de Konoha? -pregunta, tanteando el terreno para la verdadera pregunta.

-Te lo contaré una vez estés mejor, te lo prometo -besa los nudillos.

-Estado sin contacto del exterior por cinco largos años Kisame, lo que sea que haya pasado...por más grave o insignificante, por favor quiero saberlo -suplica.

El se aparta, incapaz de seguir retenido sus palabras de odio al que una vez fue su compañero y esposo de su mejor amiga, que no está seguro si realmente siente algo tan fuerte por quién la retuvo contra su voluntad en ese pequeño armario.

-Creo que debería... Estare fuera -salio huyendo.

Dejando una confundida y a la vez, desconcertada Uzumaki Yin.

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【T】【h】【e】 【C】【u】【r】【e】

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Silenció, lloro en silencio.

Su cuerpo tembló negando una y otra vez lo que sus ojos veían.

-Te lo dije, algo bueno paso hahahaha -solto en burla una voz en su cabeza. —Cállate, esto solo es una iluminación, un genjutsu -murmura cogiendo su cabeza.

Kisame escuchaba todo fuera de la habitación tentado a entrar y decirle que no valía la pena llorar por un ser que le hizo daño. Sin embrago, tuvo que abstenerse cuando su invocación apareció para advertirle de los ninjas que se acercaban.

-Estas contenta, ahí se fueron nuestros cinco años de libertad. No, es Itachi, cállate no es ¡mi Itachi! -levantó su rostro lloroso. -Guarda silencio, esto no es lo que pedí, maldita alma sin corazón -se golpeo una y otra vez así misma. -Míralo Yin, el esta hay frente a ti. Muerto, lo mataste, lo mato Tobi por huir de ahí.

La locura desbordo todo sus limites, la Uzumaki perdió toda la cordura levantándose, abrió la puerta queriendo remendar su error para regresarlo a la vida. Sus planes de huida fueron interrumpidas, por el sub-conciente o lo poco que quedaba de ella.

-No iremos a ningún lado -se dijo entré dientes, logrando controlar su lado irracional de regresar a esa diminuta habitación donde solo la lastiman.

Callo de rodillas en el marco de la puerta, su corazón se estrujó, aun así se arrastro hasta el cuerpo que halló de Itachi. Miro su rostro cansado con unas gotas de sangre, en los lagrimales de sus párpados cerrados.

La espina dolió una vez más, aquél recuerdo de la promesa a los señores Uchiha regresó.

-Salvarlos -le pido una voz diferente en su cabeza.