37. El Amanecer.

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Jungkook miraba dormir a Jimin, estaba refugiado entre sus brazos, justo debajo de su mejilla estaba su corazón lleno de emoción por encontrarse con su hermosa mirada. No podía creer todo lo que había sucedido el día anterior, desde encontrarse con el lobo omega hasta su confesión de amor, todo el tenía aroma a miel.

Habían tomado un baño cálido y terminaron durmiendo en cuanto tocaron la cama exhaustos por el exceso de actividad que tuvieron siendo lobos. No hubo tiempo para disfrutarlo, ahora mismo indagaba en sus sueños mientras escuchaba su corazón y revivía sus palabras.

Acarició su cintura suavemente incapaz de contenerse a tocarlo, su piel era tan suave.

Jimin era del tipo de persona que daría su propia estabilidad por ayudar a los demás y lo había hecho por él, se sentía tan agradecido que él hubiese cedido su orgullo para darle una oportunidad aunque no se la mereciera. Su mano siguió la caricia hasta su hombro y bajó a su cadera, la luz del sol iluminaba su costado haciendo que él brillara ante su mirada.

Repitió la caricia una y otra vez, en verdad anhelaba que despertara, él se movió suspirando, y se estiró pegando más su cuerpo a el, estremeciendose entre sus brazos, Jungkook dejó de pensar.

Poco a poco abrió los ojos y le dedicó una mirada perezosa.

- Lo haz conseguido, ya me despertaste.

- Lo lamento.

- No, en realidad, no lo lamentas.

"Ya te extrañaba"

Él golpeó con su mano suavemente su pecho y volvió a cerrar los ojos para dormir un poco más pero, Jungkook lo tomó de la cintura y lo subió encima de el, solo se quejó pero no se enojó, podía percibir como disfrutaba de su tacto y sus caricias, se recostó en su pecho.

Estaba tranquilo, al parecer se había tomando bastante bien eso de estar conectados mentalmente.

"Shhiittt"

"¿Dormirás de nuevo?"

Él levanto la vista de su pecho y lo miró, analizándolo de cerca, lo estaba elogiando, alzó una mano y acarició su mejilla, disfrutando de su suavidad, luego acarició un mechón de su frente, enredandolo en su dedo, él sonrió y jaló su pelo traviesamente.

- Auch ¿por qué me jalas?

Luego tomó su nariz y la apretó.

- Auch... ¿no me habías dicho que me amabas?

- Y lo hago, pero... la primera fue por meterte en mis sueños y la segunda por despertarme.

Se volvió a acomodar en su pecho haciendo círculos con los dedos, Jungkook sentía su felicidad de todas la maneras posibles, su piel estaba cubierta por una calidez, eso era la maldita gloria, le gustaba sentirlo tan cerca, lo abrazó por el torzo y acarició sus piernas. 

Jimin perdió la respiración y alzó la vista de nuevo conectando con la de él. 

"¿Qué intentas lobo feroz?"

Jungkook sonrió mientras que lo volteaba para ponerlo debajo de el, besando su cuello, empujando su cuerpo firme contra el colchón, dejándole en claro sus duras intensiones.

"No eres nada sutil"

"Daría lo que fuera por hacerte el amor ahora mismo"

"¿Todo?"

"Hujum"

"Que lindo"

Empezó un movimiento de caderas, sobando su erección en él, despertando su cuerpo, tomó sus labios en un ardiente beso, el deseo fluyó por su lazo como polvora, la excitación se elevó haciendo que sus mentes se fusionarán en una, anhelaban amarse con pasión.

"Espera" Jimin lo empujó con sus manos. "Tengo que ir a ver a Sunoh"

Todo paso tan rápido que cuando se dio cuenta Jimin ya se estaba vistiendo mientras que el se había quedado en la cama, suspirando frustrado por no poder saciar sus deseos.

Indagaba en su mente si hubiera otras intensiones por su rechazo, pero en verdad se encontraba preocupado por Sunoh, así que también se levantó. Aún excitado fue tras él para abrazarlo un poco mas, besó su cuello haciendo que él se estirara permitiéndole acariciarlo.

- Mmm para ya, acaso no tienes cosas que hacer.

- Nada es mas importante ahora.

Jimin se volteó y sonrió mirando hacía su pecho desnudo, en sus cabilaciones había un poco de temor de convertirse otra vez en una persona molesta como lo había hecho antes, pero él alzó la vista sonriéndole.

Tomó sus manos y las besó.

- No tienes nada que temer.

- Lo sé.

De repente se había apenado, no estaba acostumbrado a mostrar su verdadero sentir, prefería mostrarse fuerte antes que admitir que se sentía inseguro.

Lo abrazó, protegiéndolo de sus temores.

- Estoy bien - Lo empujó una vez más mostrándole una sonrisa - todo esto es nuevo para mi. supongo que me acostumbrare.

- También lo es para mí.

Jimin se safó de sus brazos, la preocupación por Sunoh en verdad le pesaba.

- Sunoh aún esta durmiendo.

Tomó su mano y la besó, para después juntar su frente con la de él, le mostró la sensación tan hermosa de sentirse importante para él cuando recién se habían casado, lo acostumbrado que estaba a su compañía y presencia que cuando estuvo lejos durante esos cinco años casi se vuelve loco de tanto extrañarlo, que cuando estuvo libre lo primero que hizo fue buscarlo, desesperado por su aroma.

No quizó indagar en todos sus errores, porque eran muchos, y uno peor que el otro, aún así le mostró su arrepentimiento sincero.

Le mostró como empezó a revivir de nuevo con su presencia en el castillo, la tranquilidad que había sentido verlo de nuevo cerca, la forma tan valiente de defenderlo en el bosque y como esa acción lo había hecho darse cuenta que todo aquel tiempo había estado equivocado, lo feliz que se sentía ahora que sabía que su amor lo había esperado y hasta esa mañana lo hermoso que se veía acostado justo encima de su corazón.

Jimin lo miró de nuevo pero, de manera diferente, más ligera y confiada, esa mirada le llegaba hasta el alma.

Se acercó y lo besó, pasando sus manos por su cuello, el atrapó su cuerpo en sus brazos fundiéndose en un abrazo de reconocimiento y pertenencia, marcándose ambos como suyos.

Después, Jimin colocó su mentón en su hombro, Jungkook lo alzó de su cintura y le dio una vuelta tratando de que se olvidara de esos pensamientos que había tenido hacia unos momentos. 

Solo quería que fuera feliz y su omega le regaló una sonrisa sincera, su corazón estaba acelerado pero, sus pensamientos era muy rápidos y difíciles de seguir, pues no previno que él se acercaría mordiendo su oreja, mientras que bajaba sonriente de su regazo.

- Luego te veo, Koo

- Si, mi amor.

El desapareció por la puerta dejándolo allí totalmente enamorado.

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Ya he regresado por fin.

Gracias por leer 😍😍

Cuando el amor espera.Where stories live. Discover now