23. No desistirá

47.6K 4.1K 742
                                    

Jungkook se acomodó a un lado de su omega, casi era media noche, había estado en una reunión con sus primos acerca de cómo proceder con Hoseok, Jungkook había buscado de sus consejos. No quería cometer más equivocaciones, a su lado estaba la consecuencia de sus malas ideas. El omega se alejó de él cuanto lo sintió.

Su lobo había estado molesto con el todo el día, le recriminaba su mal actuar y lo torpe que había sido al cuidado de su omega.

"Primero debes ganarte su confianza"

Pero no sabía como hacerlo. No debía acercarse si él no quería, pero necesitaba su toque. Ahora que ya había probado sus labios quería besarlo todos los días, a todas horas.

Su aroma a miel fresca llenaba la habitación, suspiró llenándose de su esencia y su lobo pareció desmayarse de placer. Se acercó a él lentamente y pasó una mano por su cintura, justo allí en su cintura parecía tener permiso de tocar. Metió la mano valiente por debajo de su camisa y sintió la calidez de su piel, era muy suave, no dejaba de imaginarlo con su vientre abultado.

El tiempo parecía haberlo favorecido, aunque en el pasado su cuerpo no era algo en lo que el hubiera reparado, tenía que admitir que era atractivo, torneado, con músculos un poco pronunciados y la curva de sus glúteos era peligrosa. En el presente éste había cambiado, ahora su cuerpo era estilizado y delgado, parecía frágil bajo su toque, allí mismo con su mano cubría parte de su costado y su ombligo, si no lo viera comer todos los días desconfiaria que no se alimentaba bien.

Movió su mano lentamente, su nariz fue a dar al inicio del cabello en su espalda, suspiró llenándose de su fresco aroma. Él había dicho que intentaba ocultar su aroma, pero eso era imposible, todo el castillo tenía su aroma, Sunoh tenía impregnado el aroma de él y eso a su lobo le hacía feliz.

Había estado separado de su esencia muchos años, percibirlo le hacía sentirse vivo. Ahora mismo se sentía completamente tranquilo con tan solo tenerlo a su lado.

Deseaba más por supuesto, el hubiese esperado más, pero dado las condiciones del pequeño omega lastimado por el mismo, lo único que aspiraba era que lo dejara estar a su lado.

Él se retorcio, se dio la vuelta alejándolo con sus manos sobre su pecho, su tacto era caliente y su mano estaba justo encima de su corazón, su lobo se recargó en ellas deseando ser acariciado.

- ¿Dormirás otra vez aquí?

Eso le dolía. No quería tener que imponerse, le debía dar su espacio. Se alejó de él instintivamente.

- Solo vine a desearte buenas noches.

Alejó sus manos de su cuerpo y su lobo se mostró reacio a irse pero aún así se levantó.

- Bien, que duermas bien.

Caminó hacia la puerta con pesadez pero, se detuvo al notar su tristeza. Se volteó, la luz de la vela alumbraba tenuemente su rostro atento a sus movimientos.

- ¿Qué pasa?

Jimin se tapó el rostro con la manta.

"Regresa con él"

Por lo regular su lobo siempre tenía razón asi que se agachó y destapó su rostro.

- ¿Me quedo?

El dolor menguo un poco.

- ¿No?

- Si

- Mmm, voy a pensarlo.

"¿Qué haces tonto? Ya dijo que sí ¡Aprovecha!"

Pero Jungkook quería entenderlo, su lazo le ayudaba a saber por dónde no ir pero... como podía obtener algo más de él.

Cuando el amor espera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora