Cuando el amor espera.

29. Junto a ti.

Ese no era el plan.

Jimin lo empujó con sus manos sin éxito, sus brazos abrazaban su torso y lo pegaban a su cuerpo cálido, sus labios eran acariciados íntimamente por los suyos, estaban respirando el mismo aliento, quería gritar que lo soltara, en verdad quería pero, su lobo había sido liberado y estaba derritiéndose en su tacto.

Jungkook lo besaba con pasión desenfrenada, él trataba de respirar pero, era casi imposible, su cuerpo se rendía en la sensación de alivio de volver de nuevo a sus brazos.

- ¿Creías que yo aceptaría perderte tan fácilmente?

- No hagas esto más difícil, por favor no.

Pero la corta pausa fue sólo la antesala para lo que se vendría, pues sintió como fue llevado a la cama rápidamente, Jungkook lo incitaba a que se perdiera en el placer que le estaba ofreciendo pero, no podía solo dejarse llevar, no podía dejar todos sus ideales tirados tan fácilmente.

Lo recostó en la cama y su cuerpo lo cubrió totalmente, su ligera camisa de manta se subió dejando su vientre al descubierto. Se percató del áspero tacto de su elegante traje, ese día Jungkook se veía más guapo de lo normal y más aún con esa mirada perversa y su sonrisa altanera.

Su lobo se estaba dando un festín con su fuerte aroma a mango, era un omega sin control y hacía todo lo contrario de lo que él le decía, por supuesto, ese día no era la excepción.

- Tus besos no se comparan a nada Jimin, ella jamás me ha hecho sentir nada, siempre has sido tu.

Un segundo después, Jungkook besaba su cuello con demasiada necesidad.

- Jungkook, suéltame, esto no funcionará.

- No lo haré Jimin, tengo miedo de perderte.

De nuevo lo besó, Jimin contestó su beso con recelo, su aroma se hizo más dulce empujándolo de nuevo a perderse en él.

- Dime que tú también me necesitas.

Una ansiedad lo empezó a alterar, esa era la razón por la cual él había tomado la decisión de alejarse, no podía lidiar con ello, en el momento en que su cuerpo empezó a reaccionar ante él, todas sus inseguridades salieron, su cuerpo se derretía en su toque mientras que en su mente luchaba contra la bruma de preocupaciones, él no podía ceder, su lobo aullo molestó.

- ¿Qué pasa?

El hastío por su propio cuerpo lo estaba lastimando de nuevo. Podría dejar que su lobo omega tomará el control para que todo aquello en su mente se apagara y disfrutara de sus caricias pero, ¿resolvería algo?

Vio el deseo en sus ojos, en su plan jamás previó su reacción, él lo obligaría a estar a su lado, así eran los alfas, posesivos y territoriales. Jamás aceptaría su pedimento, que le quedaba entonces ¿callarse y aceptar su destino?

Él lo tomaría de igual manera, era más fuerte y su omega le pertenecía.

- Adelante - Jimin dejó de alejarlo - ¿De eso se trata no?  Adelante, soy tu omega.

Estaba dolido, no sabía en qué momento había pasado de la inseguridad al enojo, lo único que sabía es que Jungkook tenía el completo control ahora y eso le molestaba.

Jungkook lo miro incrédulo, unos instantes después comenzó a reír, Jimin admiró su hermosa sonrisa aún enojado.

- ¿Creés qué me aprovecharé de ti?

- ¡Ya lo has hecho antes!

- Sabes que eso no es verdad.

Estúpida bonita sonrisa. Jimin alzó los hombros, volteó los ojos, no le apetecía revivir sus errores del pasado.