7. Una pregunta.

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Si alguien le hubiera dicho que una tarde estaría comiendo con su esposo que creía muerto y con su nueva pareja se habría reído hasta desmayarse, pero ahora mismo quería solo sentarse en un rincón del comedor a llorar por ver como Jungkook le daba de comer en la boca muy meloso a la hermosa omega.

Y es que no podía ni levantar la mirada pues allí estaba el tocando su mano o sonriendole con amor. Estaba harto parecía que no podía comer nada ese día, prefería estar en la cocina comiendo solo caldo de lentejas que allí.

Había pasado toda la semana desde que fue invitado pero el no había asistido ningún día, y justo ese dia los guardias lo había obligado a entrar justo cuando Jungkook le retiraba la silla a su esposa para que se sentara. Se había sentido tan enojado que había entrado totalmente enojado, perfecto si lo que quería es que el se sintiera mal no lo iba a lograr.

Media hora había pasado cuando se dio cuenta que no era demasiado fuerte como el creía.

Su lobo interior estaba arañando furioso queriendo matar a la omega que se restregaba en su alfa, pero por el otro lado se sentía tan insignificante, Jungkook en verdad estaba enamorado de ella, lo podía ver en su mirada, el jamás lo vio de esa manera, el jamás le dio de comer en la boca, el jamás le sonrió en confidencia.

Jungkook era todo lo que él y su lobo amaban, pero el estaba casado y enamorado de otra...

Dejo lo cubiertos y se levantó.

Durante toda la comida había guardado silencio..

- Me retiro

- Pero no has terminado - Dijo la omega con su voz angelical.

Él miro su plato era un desperdicio de comida tan deliciosa pero en verdad lo único que quería era irse y llorar unas tres eternidades.

- ¡Sientate! ¡Termina tu comida!

Escucho la voz de alfa proveniente de Jungkook, hizo una mueca y regreso se sentó y le dedico una mirada de odio, que fue contestada por una igual de cargada.

- Calmados.

Jimin miro como la chica ponía su mano encima de la su alfa, su lobo quería tirar de sus cabellos y estamparla contra la pared.

- ¿Por que no me cuentan como es que ustedes terminaron? Digo no es común que un alfa y un omega se divorcien.

- Eso no es de tu incumbencia.

- Déjala - Contesto Jimin. - Él y yo nunca fuimos verdaderos esposos.

La chica quedó impactada.

- Pero Sunoh...

Jimin tomo los palillos y tomo un bocado grande.

- El acostumbraba violarme en mis celos.

Se metió la comida en su boca.

- ¡¿Que?!

- Preguntale a él.

Jimin señaló a Jungkook que lo veía encolerizado.

- ¿Kook eso es cierto?

Jimin lo vio dudar pero luego también optó por jugar sucio.

- Era las únicas ocaciones en las que lo soportaba su asquerosa compañía.

Su lobo se echó hacia atrás, lloraba dolido, y Jimin no estaba mejor, se sentía la más estupida basura. Pero eso ya lo sabia. Solo bajo la vista y comió otro bocado tratando de deshacer el nudo de la garganta.

- Allí lo tienes - le dijo a la omega con media sonrisa.

Ojalá que la estupida chica se quedara callada de una jodida vez.

- Pero entonces como ¿terminaron casados?

Jimin vio con odio a Jungkook que mantenía su mano encima que la de ella. Dios que nada le apetecía más que dejarse llevar por sus impulsos.

- Nuestros padres eran amigos desde siempre y nos comprometieron desde que eramos niños.

Jimin solo lo dijo ya fastidiado de esa situación.

- Entonces tu no lo marcaste.

Jimin alzo la mirada ante la pregunta de la omega hacia Jungkook, ese solo lo miro despectivo.

- Nunca lo pensé.

Jimin solo se levantó, su lobo estaba despedazado.

- Provecho - fue lo único que alcanzó a decir antes de salir rápidamente de la estancia.

Jungkook estaba enojado por todo lo que Yuri se le había ocurrido preguntar, pero por otro lado su lobo estaba preocupado por el omega que acababa de salir de allí, una mirada había bastado para saber que lo había lastimado una vez más.

- ¿Como te atreviste a meterte donde no te incumbe?

Pero la omega estaba aún impactada viendo hacia donde Jimin había desaparecido.

- ¡Oh por dios!

- Te lo advierto Yuri si no haces caso tendrás que irte del castillo.

Jungkook salió del comedor detrás de Jimin. Corrio y siguio el aroma a miel.

Salió del castillo y lo vio que iba caminando totalmente furioso.

- ¡Jimin!

El volteó y solo siguió su camino. Lo alcanzó y lo tomó por el hombro.

-¡Jimin te estoy hablando!

No lo miro,  solo volteó su rostro.

- ¡Que demonios quieres! ¿Por qué no vas con tu esposa y me dejas en paz?

Pero Jungkook lo solto al instante, él lo había visto rápidamente y pudo ver sus lágrimas, en cuanto su mano lo liberó el siguió caminando sin voltear dejándolo allí sin saber que hacer.

Había sido la misma sensación de impotencia por calmar su llanto que había sentido el día que había firmado el divorcio.

Se dio la vuelta abriendo y cerrando las manos en un intento de liberarse de las intensas ganas de abrazarlo.

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Yo creo que no lo marco por que tenía miedo al éxito 😌

Gracias por leer 🥰🥰

Cuando el amor espera.Where stories live. Discover now