5. Unas pistas.

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Había ya cumplido un mes desde que se había mudado al castillo de su amigo Jungkook.

- ¡Maldicion!

Yuri revisaba una y otra vez su libreta con anotaciones.

- ¿Que pasa?

El obsiso entro a la habitación y se acercó al tocador donde ella estaba recargada.

- aún no tengo mucho, solo lo del nombre del capitán del barco y varias pistas contradictorias de la noche en que te embarcaste.

- Dijiste que eras la mejor.

Yuri lo miro atraves del espejo y le enseño una mueca.

- Soy la mejor detective, tonto, solo que no puedo hacer mi trabajo si tu me prohíbes hablar con los testigos.

- No, no hablarás con Jimin.

- ¡Ves!

Yuri se volteó y pasó las manos por encima de sus hombros rodeando su cuello y pegando su cuerpo completamente hacia el.

- eeehhh mantente alejada - Jungkook se retiró quitando sus manos.

Yuri hizo un puchero y se alejó.

- Me fastidia que todo esto sea una farsa, si fuera por mi ya estuvieras entre mis piernas.

Jungkook volteo los ojos y Yuri sonrio, eso nunca sucedería solo lo decía jugando, constantemente tenía que estar dejando marcas de olor entre ellos para que nadie descubriera su secreto.

- Sunoh tiene exactamente la edad en que pasó todo, eso quiere decir que estabas con tu esposo en esos días.

Jungkook se dio la vuelta.

- Él no está involucrado.

- ¿Como puedes estar tan seguro?

Jungkook se volteó molesto.

- Escuchame bien, quien planeo mi secuestro sabía que yo viajaría esa noche, Jimin nunca se enteraba que es lo que yo hacía, entonces tuvo que ser alguien del palacio, pero él no.

Jungkook salió de la habitación furioso.

Yuri no entendía por qué no quería que ellos interactúaran digo, él había sido su esposo en el pasado y Yuri aunque él creyera que era su esposa, en realidad solo era su amiga ¿que malo podría pasar?

Jungkook estaba harto de encontrarse a Jimin cada dos metros.

No en realidad.

Pero así lo sentía

Él nunca estuvo en sus planes, ni el pasado ni en el presente.

Salió al Jardin caminó hacía la parte trasera, donde había una portezuela que conectaba hacia el bosque, hacia tiempo que hacía lo mismo, todas las tardes sin falta, se devistió y se convirtió en su forma de lobo y comenzó a correr en la orilla.

Durante su cautiverio había anhelado esa libertad, el viento movía su pelo y zumbaba en sus orejas.

Sabía que eso no era seguro, no después de que la investigación cada vez dejaba más en claro que había sido alguien de su confianza el responsable de su secuestro.

Había repasado a todos sus tenientes, Yoongi, Jin, Hoseok, su primo Namjoon y su hermano Tae.

Alguno de ellos podía haber sido el culpable.

Aceleró el ritmo.

Pasados unos minutos se detuvo al sentir un aroma distinto en el ambiente.

- Miel.

Volvió a correr para regresar por donde había venido, y cuando rectificó el camino se dio cuenta que se había acercado a la casa de su ex-esposo.

Odiaba la situación y ala vez le agradaba, él nunca había pensado en tener descendencia pero cuando conoció a Sunoh se habia enamorado del pequeño. Pero por el bien del niño había tenido que traer a Jimin a vivir de nuevo al castillo, no exactamente, pero era más de lo que Jungkook podia soportar.

Y es que lo odiaba.

Siempre lo había odiado.

Era tan insistente, tan cursi, tan empalagoso.

Sabia que Yuri seguiría insistiendo hablar con él pero Jungkook lo quería omitir por completo.

Quería ignorar su presencia, su voz y su aroma.

Joder aborrecía su olor a miel, demasiado dulce, demasiado Jimin.

Así que no quería meterlo en la investigación, al fin y al cabo era una casualidad que estuviera allí en el castillo de nuevo, no tenía por qué opinar en nada.

Llego al jardín de nuevo y vio que Sunoh corría detrás de una mariposa feliz sonriendo alzando las manos, se alegró al verlo, su corazón se enternecio al instante.

Luego de unos minutos se acercó y pudo ver a Jimin que estaba recargado detrás de un Pilar, escondido, eso era lo que hacía el idiota omega, se la pasaba tratandose de ocultárse sin éxito.

Y eso lo enojaba, le enojaba más que el lo ignorara, que no respondiera ante sus provocaciones, el parecía haber aceptado a su nueva esposa como si nada sucediera.

Luego recordó como el había huido del castillo en cuanto supo que el había muerto.

- ¡Carajo! - Su ánimo se volvió agrio.

Odiaba todo, el que el hubiera ido sin quedarse a buscarlo, también odiaba que él hubiera firmado el divorcio tan rapido y por último odiaba que no demostrara celos ante su nueva esposa.

Se acercó pero él no hizo nada, solo lo miró con fastidio.

- ¡Vete! Yo me quedate con Sunoh.

- No tienes por qué ser tan grosero

- ¡Vete! Aquí yo mando.

El omega se enojó.

- Claro Rey - el hizo una reverencia mal actuada - Sunoh, papá Rey se queda contigo, yo tengo.. - Volteo a verlo con asco, y se tapó la nariz con el torzo de la mano - cosas que hacer.

- Deberías a acostumbrarte ahora siempre olere a ella.

Jimin se acercó a él, con una mirada altanera.

- Apestas a sudor.

Se dio la vuelta dejándolo allí de pie lleno de ira.

Sin embargo no dejo de ver el contoneo de su trasero.

- ¡ Papá Rey! ¡Mira! ¡Atrape la mariposa!

Jungkook dejó de ver al omega y miro a su hijo sonriendo cambiando su humor de repente.

No quiso pensar en la noche en que el omega había entrado en celo y él como tonto se había pasado toda la noche en el borde el bosque oliendo su fuerte aroma.

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😠 Yo creo que no odia su aroma a miel.

Gracias por leer 🥰🥰

Cuando el amor espera.Where stories live. Discover now