○Errores Familiares○

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Aquél joven que antes estaba muy desesperado, se calmó después de hablar con su primo, el cual se encontraba a un continente de distancia.

Slug dio un suspiro, intentando que todos aquellos malos pensamientos se alejaran de su mente de una vez por todas. Ya tenía una preocupación menos por la que agobiarse.

Pese a que estaba muy determinado a lograr sus ideales de vivir una nueva vida por si sólo, se sentía aterrorizado por la enorme cantidad de contratiempos que podrían pasarle  en el transcurso de sus actos.

Lo que acababa de hacer no era algo para tomar a la ligera; básicamente estaba abandonando su casa, y su país, viajando a otro lugar completamente desconocido para si mismo. Pero fue su decisión, y ya no podía echarse atrás.

Estaba hasta la coronilla, de tanto vivir, escuchar y sentir los malos tratos de su familia. Para su padre no era más que un bueno para nada, y para sus hermanos, simplemente era un estorbo.

Ya no iba a soportar más eso...

Lo supo desde la última pelea que tuvieron, él y su padre.

"Eres un inútil, ¡¿Por qué no puedes ser como tus hermanos?!...cada día eres peor..."

Esas y más cosas eran las que solía escuchar casi a diario, desde hace mucho. Ya se había convertido en un ámbito que le insultara y reprochara constantemente el que no cumpliera con sus expectativa de ser exitoso.

Esto ya había  hartado Slug.

Desde que decidió estudiar desde casa, aislándose así mismo de socializar, las constantes críticas por parte de su padre y sus hermanos se habían vuelto más frecuentes. A los ojos de sus hermanos y del mayor, Slug no era más que un antisocial y raro.

Obviamente, esto llegó a afectarle emocionalmente; no es que Slug fuera muy emotivo que digamos, pero, la falta de confianza y el odio hacía sí mismo, habían creado una nueva y extraña costumbre en su actuar; que era llevar una bolsa de papel en la cabeza, cubriéndole el rostro junto con todas sus inseguridades.

De ese modo nadie podría descifrar exactamente que era lo que en realidad sentía o quería expresar verdaderamente. En palabras simples, la bolsa le ayudaba a ahorrarse el tener que exponerse ante los demás.

Él había optado por ello, ya que de cierta forma era innecesario y molesto para él...creía que no necesitaba de compañía para ser bueno en esta vida.

Prefería pasar su tiempo metido en su habitación, trabajando en pequeños proyectos personales que tenía. Como lo eran los estudios y sus  pequeños inventos; no eran la gran cosa, sólo algunos artefactos que el mismo había construido, los cuales funcionaban a la perfección, y podrían ser de gran utilidad.

El joven aspiraba a ser un científico profesional. Desde que era niño siempre le apasiono la ciencia y la mecánica en general. Tenía un don para crear ese tipo de cosas. Sin embargo, era una pena que su familia no valorara ese talento.

Dio un suspiro, alejando todos esos amargos pensamientos. Intentando concentrarse en lo que haría a continuación. Salió de la cabina telefónica por donde había llamado, para luego comenzar a vagar por la ciudad lluviosa, donde la atmósfera era gélida y gris.

Le estaba empezando  dar hambre por lo que fue al primer local de comida que vio abierto, para saciar su creciente apetito.

Debía emprender un largo viaje si quería lograr algo relevante en lo que iba de su corta existencia; por suerte, está vez tendría el apoyo de su primo, Flug, el único al que alguna vez considero su amigo.

○●○●○●○

- ¡¿Cómo que vas a venir a Hat Island?!.- El tono en la voz del de sombrero era hostil y grosera, recargada con bastante furia. 

- Si, eso mismo. Decidí mudarme a la misma ciudad donde estas tu, hermanito.- La felicidad de aquella respuesta parecía totalmente ajena al enojo del otro lado de la llamada.- Creo que sería bueno que hablemos después de tanto tiempo. Han pasado unos cuantos años desde la ultima vez que nos vimos.

- ¡White Hat, no!.- Se negó rotundamente el lord  tras del teléfono, se podía notar a distancia el odio que el del sombrero le tenía a su hermano.- Ya tengo suficientes problemas como para que también vengas tú a molestarme.- Reprochó sin un solo gramo de empatía.

- Lo siento, pero ya está decidido. No soló iré a Hat Island, sino que también voy a vivir allí desde ahora, hermanito.- Aseguró con un tono no enojado, sino más bien indiferente, al ver que su hermano no cambiaba esa actitud tan amargada.- Y no soló eso...también compré una mansión muy similar a la tuya.

Ese comentario fue el que hizo acabar por completo la paciencia del villano.

- ¡PUES VETE AL DIABLO!.-  Gritó de forma colérica, dándole fin a esa llamada tan tensa entre ambos hermanos.

Al momento después de que el otro colgó, White dio un suspiro melancólico, colocando el teléfono nuevamente en su base, para luego levantarse de su escritorio, y mirar el ventanal en la habitación; sintiéndose terriblemente triste por la actitud tan tosca de su única familia, su hermano Black Hat.

Desde que eran pequeños el menor siempre le había guardado rencor, puesto que sus padres siempre lo preferían a el ante que a Black. ¿La razón de eso?...pues en realidad no era muy especifica, tal vez era porque siempre de alguna forma White lograba opacar al de sombrero negro, llamando y ganándose más el amor y la atención de sus padres.

White Hat en medio de su feliz infancia y adolescencia jamás se percato de esto, pues estaba más al pendiente de su propio éxito, que el daño que le había causado a su hermano menor. y fue ahora que él se dio cuenta de todo el mal que había hecho, por lo que quería arreglar las cosas con su hermano.

Pero ahora era Black quien le ignoraba, y hasta le repudiaba; No quería ni verle en pintura. Esto le hacia sentir todavía más culpable a White.

Y se podría decir que en cierta manera esta disputa llegó a afectar el destino de ambos seres, puesto que ahora tenían actitudes muy diferentes a las de antes, y representaban conceptos muy distintos.

White Hat era un héroe mientras que Black Hat era un villano.

En parte, ellos seguían siendo iguales pero a la vez tan distintos...era algo difícil de explicar.

Ahora, que veía las cosas claramente y de manera más madura, tenía las esperanzas de que podría arreglar las cosas. Sin embargo, Black parecía no querer colaborar con nada de ello, pero no lo culpaba, todos esos años bajo su sombra debieron ser muy feos y terribles de pasar.

Intento no pesar más en ello durante ese rato, su vista no se despegaba de la ventana y el lindo paisaje que esta le proporcionaba; actualmente tenía muchas cosas de las que encargarse por lo que era mejor tomarse un tiempo antes de emprender su gran mudanza a Hatville.

°Destinado a estar juntos° (Paperhat) Where stories live. Discover now