○Un Karma justo○

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Tanto su mente como su corazón se habían vuelto un completo desastre, jugando en su contra durante esa situación tan confusa e inimaginable; pudiendo sentir en su pecho un ardor ferviente y punzante, acompañado de una migraña sofocante.

El estrés y la sorpresa se estaban comiendo vivo al pobre muchacho.

Sin embargo poco le importaba esto a la fémina, ya que la sonrisa victoriosa en su rostro denotaba sus crueles intenciones...

Esto tenía que ser una broma de muy mal gusto, era algo tan inquietante que no podía ser real.

Black Hat no podía ser el asesino quien le arrebató a las personas que alguna vez llamó "Mamá" y "hermano".

No podía...

No ahora que pensaba perdonar a su jefe por los altercados del pasado; aunque la lógica le dijera que no, su ingenuo enamoramiento le impedía pesar con claridad, y este hecho solo volvía la situación peor.

~

De inmediato se elogió así misma por lograr ese plan tan peligroso que había estado pensando unas cuantas semanas atrás, aunque todavía no podía creer que de verdad hubiera funcionado; pues como seguramente sabrán, pensar no era el fuerte de ella.

¿Pero que más daba? Si finalmente había logrado su objetivo: separar a Black Hat y Flug.

Si bien todo su plan iba en contra de los deseos del mayor, igualmente fue de gran efectividad. Claro está que el doctor jamás querría volver a ver al villano nunca más.

Y todo gracias a una ventajosa coincidencia. Pero...¿Y cómo pudo pensar en algo tan sagaz como eso?

Bueno, para que mentir; si bien Demencia no era la joven más inteligente de la organización era astuta cuando se lo proponía, pues por algo había llegado hasta donde estaba ahora.

Y es que todo había empezado de la siguiente manera: luego de saber la situación de Flug y su familia fallecida, enseguida algo se activó en su perturbada mente y fue entonces que decidió buscar el resto de información que faltaba por su propia cuenta. No fue para nada fácil a decir verdad, puesto que la fémina tuvo que pasar varias noches en las que el ente no estaba en casa husmeando y jugándose su propia cabeza intentando buscar respuestas en uno de los lugares más peligrosos de toda la mansión, la oficina de Black Hat.

Esto por la sencilla razón de que sabía a la perfección los pequeños atracones que Black Hat se daba cada que sentía hambre o simplemente tenía sed de sangre; más no le temía en lo absoluto, ya que cuando eran algo...incluso hasta lo había acompañado en sus carnicerías, a las cuales les solía llamar "citas"

Que pena que Black Hat no las viera de la misma forma...

Luego de tener todo esto en cuenta, empezó su pesquisa para tener algo con lo que poder hundir la relación del villano y el doctor; para su suerte, todas esas noches en vela averiguando y buscado entre los archivos más confidenciales del Lord dieron resultado, había encontrado algo que no podía ser mejor.

"Pequeños bocadillos"

Black Hat era todo un narcisista y eso se sabía de sobra, pero en esta ocasión eso había jugado a su favor, pues de no ser por aquella evidencia que el Hat había guardado, nunca hubiera podido lograr este plan.

La razón por la que el eldritch guardaba aquella evidencia era por el simple y morboso hecho de que le encantaba ver el terror que causaba a los mortales con tales actos tan salvajes, como devorar almas y a los cuerpos dónde estas recidían. No era fan de ensuciarse las manos, pero de vez en cuando su instinto asesino se mostraba a flor de piel, recalcando una vez más el ser horrido y vil que era. No por nada era el amo y señor de la maldad.

°Destinado a estar juntos° (Paperhat) Where stories live. Discover now