Alcancé a estudiar Comercio Internacional en México durante un año, el mismo en el que no resalté salvo por la cantidad de conocidos y amigos que acumulé. La verdad no me gustaba, pero ese hombre que pagaba mis cuentas dijo que debía entrar ya a la carrera o retiraría mi mesada, así que me monté en lo primero que se me cruzó. Pero eso no me convierte en una mujer que no pueda ser madre.

—¿Algo? Deja los acertijos. No los tolero —le recuerdo. Sonríe seguramente evocando aquellas veces en nuestro corto noviazgo cuando se lo hice ver enfurruñada y es que de verdad, no los aguanto.

­—Estás muy joven, podemos esperar, eso es todo —murmura dando por zanjada la conversación pues entra al baño y cierra la puerta, así, nada más.

Rabiosa voy hasta ahí y tocó, nada. De nuevo, y ya solo escucho el agua cayendo. Gruño. Eso hace cuando no desea continuar una conversación, cosa recurrente de un tiempo acá. Funcionamos bien, o eso creo, a pesar de la forma alocada en que se dio todo, cuestión atípica en él, que nada deja al azar o sin comandar.

...

Estaba de vacaciones en Chicago, la hermana de mi madre se había vuelto a casar 4 años atrás y se mudó con su marido, americano, a Estados Unidos. Mi prima y yo crecimos juntas prácticamente, fue super duro aprender a pasar los días sin mi cómplice de fechorías y travesuras, y todo lo que se nos ocurriera.

Soy la de en medio de tres hermanos. Mi vida ha transcurrido de forma extraña y es que siendo los tres hijos de diferentes padres, no fue fácil. Mi hermano mayor, Graco, es hijo de un griego por el que mi madre perdió la cabeza en su juventud, lo conozco por fotos que mi hermano tiene en su habitación y porque algunas veces, cuando está en México, viene por él y desaparecen semanas enteras. Mi hermano no se mudaba con él por mí, decía, porque sí, él era autoridad también en casa aunque es divertido igual. Ahora ya vive en Grecia y trabaja con su padre.

Yo soy hija de otro hombre, uno que usó a mamá y viceversa, ya se imaginan cómo ¿no? Ella despechada por lo del padre de mi hermano se enredó con este personaje y explicar lo demás es absurdo, pero de ahí surgí yo así que aunque sé quién es mi padre, a qué se dedica y que me mantiene, en secreto, pues era casado, no lo estimo, no me interesa y no tenemos ninguno de los dos ni la menor intención de hacer más por ello, aunque la realidad es que dirigía gran parte de mi vida.

Mi hermana menor es otra historia, ella tiene 3 años menos que yo. Mi madre sostiene una relación "libre" dice, con su padre. Así que Magno, el papá de Alena, va y viene sin ton ni son desde hace 17 años, que son los que mi hermana tenía aquel verano en que conocí a Riah. Nos llevamos bien, pero muy por encima. Entre mi mamá y su papá tienen una empresa exitosa de cuestiones ecológicas que evidentemente debíamos llevar a cabo en casa sin fallo, porque no importaba reprobar matemáticas, no, pero que ni se nos ocurriera mezclar plástico con vidrio, o comprar un producto enemigo del ambiente, eso era como tentar al mismísimo Satanás.

A simple vista esto parece sencillo, quizá con sus ángulos extraños, obtusos y rugosos, pero decente, lo cierto es que en lo personal me ha hecho sentir parte de todo y nada. No logré por mucho tiempo sentirme arraigada, importante, solo parte de algo que ocurrió y ya, listo. Mi madre, Iris, suele decirme que voy rebotando por la vida, que no adopto posturas, que soy tibia y que lo único que me interesa es ver qué ocurrirá el siguiente fin de semana, y quizá sea cierto pero es que no he encontrado qué más hay para mí. Cuando entré a esa carrera, mi madre se quejó hasta que se hartó diciendo que eso no tenía nada que ver conmigo, que yo era para otra cosa, pero cuando le pregunté que para cuál sí me veía pintas, se quedó mirándome y no pudo contestarme.

Siento que soy un cúmulo de cosas sin convicción, sin brújula, sin dirección, porque aunque la guitarra la manejo de forma decente, sino me siento con ganas, o con una relativa paz, o completamente alejada de las personas, no puedo ni tocarla, menos componer algo... Sí, eso lo aprendí gracias a un maestro en secundaria que se obstinó conmigo y me mostró cómo hacerlo, pero nunca le dije a mamá, solo sabe que toco un poco, más un hobby que algo importante y la verdad es que es así.

Más de ti • LIBRO I, BILOGÍA MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora