Next Door ¦ jjk + kth

0.6

Quizás todo esto sea confuso, pero no es difícil de entender, aunque para mí, el hecho de que Jungkook me dijera eso aquella noche no me había dejado concentrarme en la semana. Yoongi no iba a llegar justo esa semana, algo de unos papeles y sus abuelos, si no mal recordaba.

La mañana del lunes era prácticamente negra. Estaba tan nublado que realmente pareciera que eran las siete de la noche. Metí la cuchara a mi cereal mientras veía a un punto muerto en la pared frente a mí, dos golpes en mi puerta me hicieron salir de mi pequeña laguna mental. Dejé la cuchara en la servilleta a mi lado y me encamine a la puerta. En cuanto la abrí, la sonrisa que vi fue como ver salir al sol. Hoseok me fundió en un enorme abrazo el cual terminó con nosotros en el suelo.

-Sé que Yoongi aún no volverá así que te tengo una sorpresa— dijo todo aquello poniéndose de pie, me dejo sentado en el suelo mientras lo veía salir de nuevo, su cabeza se asomó por el marco— ¿listo? Aquí viene...— su tono cantarino me produjo una enorme sonrisa mientras me ponía de pie y lo siguiente que vi fue a un perro corriendo por debajo de mis piernas mientras ladraba y Hoseok cerraba la puerta— ¡Ta-da! ¡Es un regalo adelantado! ¡Mi Taehyungie pronto cumple 23! Es.. Siento que te vi crecer— limpió una lagrima falsa y lo envolvi en mis brazos, me aleje y me acerqué al pequeño perro que olia con ímpetu los cuadros de Yoongi. Acaricie su lomo delicadamente para llamar su atención, lo cual logré, me senté frente a él y rápidamente lo tuve entre mis piernas lamiendo mi mano.

Durante la estancia de Hoseok, no deje de reír hasta que tuve que dejarlo ir. Levante mi mano despidiendome mientras el hacía lo mismo desde el interior del autobús. No me moví de ahí hasta que perdí de vista el mismo. Suspiré mientras me giraba y pasaba mi mano por mi cabello. Camine de regreso a mi apartamento con las manos dentro de las bolsas de la sudadera. Me detuve cuando el semaforo para peatones se coloco en rojo, mientras miraba el suelo, pude darme cuenta de que comenzaba una leve llovizna, pero rápidamente se convirtió en una lluvia, corrí por toda la acera hasta que encontré una tienda abierta, me adentre mientras me abrazaba, salude a la señora con una pequeña sonrisa, hasta que lo vi entrar. Se quito la gorra y sacudió su cabello, volví la mirada a las frituras a mi lado y comencé a caminar entre los pasillos, la lluvia resonaba estruendosamente.

Medite el hecho de que podía irme así, pero lo lógico era que si lo hacía, pescaría una gripe.

-Taehyung— me detuve de golpe, fue inevitable pegar un pequeño brinco debido al tono de su voz, no me gire, seguí caminando entre los estantes mientras oía su voz hasta que me volteo de golpe.

-Hola, un gusto, si me disculpas, la lluvia se detuvo, fue muy lindo verte, adiós— me solté y prácticamente salí corriendo de la tienda.