Un destino diferente

Capítulo 11: Experiencias en Londres

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Después de regresar al hotel, fueron a sus respectivas habitaciones, a pesar de que todavía era temprano en el día. De alguna manera, ambos querían estar solos por un tiempo.

Gilgamesh deseaba poder negarlo, pero lo había encontrado ... un poco más que interesante ver la tumba del Rey Arturo.

Pensar que una mujer pequeña y de aspecto delicado como Arturia había soportado la carga de un reino entero por su cuenta, y durante tantos años ... admitió a regañadientes que tal vez no había visto realmente cuánta fuerza se había necesitado para tal una hazaña.

Sin embargo, no podía tener más dudas después de ese día.

Solo alguien como ella era realmente digno de su amor.

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En su habitación, la mente de Arturia todavía estaba concentrada en la abadía de Glastonbury. Comenzó a realizar sus ejercicios físicos diarios, tratando de relajar su mente y meditar ... pero los ojos rojos de Gilgamesh seguían encontrando su camino de regreso a sus pensamientos.

Mientras usaba Excalibur para defenderse por el aire, el Rey de los Caballeros decidió reflexionar sobre lo que había sucedido.

Por primera vez, consideró la idea de que Gilgamesh podría tener un interés genuino en ella. No como una simple forma de diversión, como siempre había pensado, sino tal vez como algo ... diferente. Siempre había estado firmemente convencida de que cuando él "propuso", o mejor dicho, hizo esa declaración completamente irracional a la que llamó una propuesta, solo quería agregarla a su tesoro ... y probablemente era cierto.

Sin embargo, no podía negar que Gilgamesh había cambiado durante los últimos años ... y ella también había cambiado. Lo que acababa de suceder entre ellos, esa extraña conexión y comprensión mutua ... Era algo que nunca habría sucedido en el pasado.

Sin embargo, había que acaba de pasar.

¿Qué podría significar eso? Gilgamesh, en contra de todo lo que podía y hubiera esperado de él, había mostrado su respeto por ella ... como rey y persona por igual.

Eso fue ... extraño. Y ... asombroso.

Arturia nunca había conocido a nadie que pudiera comenzar a entenderla y ver cómo había sido su vida. Él ... bueno, probablemente él tampoco podría, pero de alguna manera ... podría , después de todo.

El Rey de los Caballeros reflexionó, mientras su espada invisible bailaba con ella a través de los movimientos que conocía mejor que nadie. Otras personas también habían compartido algunos de sus puntos de vista ... Irisviel, el deseo de ayudar a los demás ... Lancer, el código de honor de los caballeros ... Illya, el deseo de mejorar ... Pero todos ellos eran personas muy diferentes a ella, y ninguno de ellos ellos sabían algo más que eso sobre ella.

Gilgamesh, en cambio ... estaba bastante segura de que tenían muy poco en común, aparte del hecho de que ambos habían sido reyes en sus vidas anteriores. Y, sin embargo, parecía haber sido capaz de entenderla mejor que otras personas ... personas que le importaban.

Eso hizo que sus movimientos se detuvieran de repente. Las personas que le importaban y por las que se había preocupado no podían ver su interior ... pero alguien como Gilgamesh, a quien no le importaba, ¿no podía ?

Estaba a punto de reanudar su entrenamiento cuando su mente y cuerpo se detuvieron nuevamente. Ella realmente no se preocupan por el Rey de los Héroes ... ¿verdad?