Vacaciones.

784 116 33
                                    

Mina

Ya pasaron 5 días de eso 15:47

c i n c o 15:47

¿y me estás diciendo que no
han hablado de ello? 15:48

No sé 15:48

Quizá pensó que estaba tan ebrio
que no lo recordaría 15:48

MENCIONALO TÚ 15:50

ME DA MIEDO 15:50

PERO KIRISHIMA 15:50

NO PUEDOOOOOO 15:50

QUÉ GANAR DE IR
Y PEGARTE 15:51

YA DEJA DE GRITAR 15:51

CUANDO HABLES
C L A R A M E N T E CON
BAKUGO 15:51

— Tienes negro.

Siente una ligera presión sobre su cabeza, bloquea su celular y mira hacia el respaldo del sillón topándose con su hermanita.

— Ya tengo que retocar las raíces, lo sé.

Suelta un suspiro y se deja caer hacia atrás, mirando hacia el techo.

— Te acompaño a comprar la tintura si me compras un chocolate.

— Me sale más barato ir solo.

— No seas tacaño.

— Está bien.— se ríe, va a su habitación por algo de dinero y vuelve a bajar.— Vamos.

Salen juntos de su hogar, dejan con llave y caminan al paradero más cercano tomados de la mano. Dado que era día de semana, martes para ser exactos, los hermanos se mantenían solos en casa hasta las siete de la tarde, ya que su madre salía de vacaciones un poco más tarde que ellos. Por este hecho era que tenía la excusa perfecta para evitar reunirse con Bakugo en estos días, eso le daría tiempo de buscar las palabras correctas antes de enfrentarse a él.

Al llegar al supermercado, pasan primero al pasillo de las galletas, golosinas y chocolates; la menor va directo por su objeto de deseo, regresando con una gran sonrisa en el rostro. Así mismo estuvo su hermano tras ir al pasillo de las tinturas de pelo, encontrando la que usualmente compraba en una oferta de dos por uno, qué buen día. Hacen la fila por menos de cinco minutos, pagan y van de vuelta a su hogar.

— ¡Es Bakugo! — grita la pequeña, quien iba a caballito sobre los hombros de su hermano, apuntando al susodicho.— ¡Hola!

— Hola, mocosos.

— Bro, ¿qué haces aquí?

— Tuve problema en casa, te hablé para ver si me alojabas pero no contestaste WhatsApp así que vine pensando que dormías o algo.

— Oh, lo siento.

— ¡Bakugo tú puedes ayudar a mi hermano a teñirse!

— Así que en eso andaban.

— No es necesario que me ayudes.- avergonzado abre para seguir la plática dentro de su hogar.- Solo pasa.

— Mamá siempre lo ayuda.

— Puedo hacerlo, ¿de qué color te vas a teñir?

— Tiene las raíces negras, se las quiere pintar rojas.

— Me gustaría a ver a un Kiribebé con pelito negro, ¿no tienes fotos, monstruo menor?

— ¿Kiribebé? — pregunta levemente sonrojado, atajando a su hermana por el brazo antes de que partiera por el álbum familiar.— Nada de fotos de pasado oscuro, anda a leer el libro que te dieron para vacaciones.

Pixel Heart || KiriBakuWhere stories live. Discover now