Dos en uno.

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— En el tiempo en que lo mandé a la playa... — comenzó a contar antes de ser interrumpido.

— ¿Lo alejaste de ti mandándolo a la playa? ¿Qué clase de sugar friends eres? ¿Cuándo me compras algo a mí o me das un viaje?

— Cállate, sólo gastaría así con Kirishima, en ustedes máximo gasto con los ingredientes del almuerzo.

— Está bien, está bien, qué aburrido, prosigue.

En este punto de la vida, toda la clase se encontraba en la parcela de Mina con el motivo de celebrar su cumpleaños y el de Sero a la vez, aprovechando que estaban cerca y ya el lunes regresarían a clases.

Bordeaban las una de la mañana cuando ya todos estaban ebrios, bailando, besuqueandose, haciendo retos y, por último, hablando, tal como lo hacían este par algo apartado del bullicio, recostados sobre un sillón tipo columpio al interperie, balanceándose con sus pies de a poquito, en el límite para no causar mareos. Bakugo relataba su última semana, apoyado el hombro de la contraria, dando más suspiros de los que nunca creyó la chica oír.

— Cuando se fue pude despejarme más, yo no quiero hacerle daño, ¿sabes? Él apareció como un maldito sol a iluminarme la existencia cuando yo sólo me quería hundir en la desgracia.

— ¿Y por qué no dejes que esté a tu lado?

— Qué impaciente, Jirou, te estás pareciendo al Pikachu, déjame terminar.— mira su vaso, vacío y toma el adverso sin preguntar, ingiriendo todo el alcohol que quedaba de un tirón.— Pasa que aún tengo dramas sin resolver y no lo quiero arrastrar a eso, quiero estar estable antes de iniciar algo.

— Por eso te hiciste el desentendido al inicio y lo trataste como un imbécil.

— Exacto, el día de la fiesta en tu casa no me arrepiento de besarlo.

— ¡¿Lo besaste?!

Le cubre la boca por su alarido mirándole mal.

— Practicamente él a mi, pero yo lo incité. —rueda los ojos y deja de cubrirle.— El tema es que creí que no recordaría nada al día siguiente de lo ebrio que estaba, pero lo hizo, entonces eso aceleró todo y bueno, ya sabes cómo terminó.

— Ahí fue cuando luego le dijiste que te gustaba pero no podías estar con él, entiendo. Eres algo cruel, ¿lo sabes?

— ¿Por decirle que aún lo quería como amigo? Lo sé, pero es que siento que si dejamos de serlo, para cuando ya aclare mis problemas, porque lo pienso hacer por él, si dejamos de hablarnos puede que deje de gustarle, ¿entiendes?

— Eso suena algo manipulador y tóxico.

— Hago lo que puedo para no hacerlo tanto.

— Entonces Kirishima llegó el miércoles, pero desde entonces no hablan, hasta hoy que apenas se saludaron, ¿te das cuenta que así no se ve como una buena relación de amistad? ¿Por qué no sigues presente en pequeños detalles? Como cuando lo abrazaste igual mientras dormían después de "eso".

De pronto, la chica abre la boca en forma de o, al presentarse una idea en su mente, se acerca a él y le murmura en el oído.

— ¿Y si le incomoda o no le gusta? 

— Solo hazme caso y ve.

— Sólo me quieres echar para ir a coquetear con tu crush.

— Bakugo, te he estado escuchando por más de media hora y llegó la hora de dar el consejo, ahí es cuando se dividen los caminos,— se encoge de hombros y se pone de pie.— Tú a lo tuyo y yo a lo mío.

Pixel Heart || KiriBakuWhere stories live. Discover now