Abriéndose.

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Rápidamente llegó el mes de abril, yendo a clases el tiempo realmente se iba rápido, en especial para el nuevo par que se había estado forjando últimamente. Todos los trabajos en parejas los hacían juntos, llegaban juntos, se iban juntos, estudiaban juntos; estando con Kirishima eran los únicos momentos en los que veían a Bakugo hablar y ser tan expresivo, incluso llegaban a los gritos entre ellos, pero nada les importaba, porque estaban en sus mundos. Hasta que llegó el día.

— Buenos días, hoy hay cambios de asiento.

— ¿No estamos grandes ya para que nos cambien de puesto?

— Sí, pero si no cierran sus bocas, no me queda de otra.

De esta forma, el par inseparable, se separó, o al menos durante las clases, porque en los recreos Kirishima siempre volvía, ya sea sentándose en frente o al lado, dependiendo de cuál asiento estuviese vacío. Además, dado que iba subiendo sus notas en matemáticas, se le permitió sentarse con Bakugo en esa clase, sólo por su tutoría.

— No tienes mal gusto.

Una voz femenina irrumpe en su burbuja, su nueva compañera de puesto.

— ¿Disculpa?

— Estaba viendo qué música escuchabas, somebody told me, the killers.

— Como sea.

— Soy Jirou.

— Bakugo.

— Iré al grano, el próximo trabajo de música es en grupo, te he estado viendo y noto que cuando escuchas música sabes mantener bien el ritmo con tus manos, tocas en tiempos precisos, sabes llevar el pulso; además, en las clases teóricas parecías ya saber todo, a pesar de no escribir casi nada, respondías bien a las preguntas del profesor, como si supieras de música desde hace tiempo, ¿tocas algún instrumento?

— Ya no.

— ¿Batería?

— Ya no.

— ¿Tocarías para el trabajo?

— No.

— Qué imbécil.

— ¿Tú? Sí.

—  La caja.

— Está bien, pero con Kirishima dentro.

— El grupo es de cuatro, él más Kaminari y estamos.

— El rubio estúpido con el que a veces habla.

— Exacto.

— Ok.

Y así fue como el mejor grupo de música, que se mantuvo durante todo el año, quedó armado.

De esta manera, pasó el día con naturalidad, a excepción de la vuelta a casa, Kirishima en la hora del almuerzo le avisó que no podría acompañarlo hoy, porque tenía que ir al dentista, en respuesta sólo recibió un "no me interesa lo que hagas después de clases, con avisar bastaba", traduciéndolo como "gracias por avisar".

Iba de camino al paradero de la micro cuando es agarrado de un brazo y tirado a un pasaje poco concurrido, en cosa de segundos un golpe por la boca del estómago lo deja sin respiración, instancia en la cual lo adentran más al desolado lugar, detrás de unos botes de basura y ahí es cuando recién logra captar el rostro de tres agresores.

Al día siguiente faltó a clases.

Le avisó previamente que no iría a Kirishima, para evitar que pasara por él en la mañana, sin lujo de detalle.

Pixel Heart || KiriBakuWhere stories live. Discover now