capítulo 52: Acidez.

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Ryuzaki volvió a su asiento mientras yo aún, sentada en la parte de atrás con Watari, trataba de recuperar el aliento, Ryuzaki observaba callado al shinigami, como si analizara algo, y justo cuando Light le quitó la libreta exclamó un estruendoso grito, no lo juzgo, estaba en su misma situación, pero que va, aún estaba aturdida, el zumbido había desaparecido sin embargo las preguntas en mi mente comenzaron a surgir a montones. Mientras estaba perdida en mi aturdimiento y Watari estaba en guardia, logré a penas distinguir que Light estaba corroborando los nombres de las páginas con las muertes, tal parecía real. Y de pronto Higuchi estaba muriendo de un ataque al corazón, no entendíamos cómo, o porqué, pero ahí estaba, en menos de un minuto el hombre que respondía a ser Kira estaba muerto, solo su cuerpo estaba ahí. Sin más, llamaron a los servicios correspondientes y se llevaron el cuerpo mientras nosotros, junto con la libreta, nos dirigimos al edificio.

En el camino Watari se sentó a mi lado aún con el arma en mano.

- Señorita, en cuanto lleguemos al edificio tomará un té para relajarse.

- Sí, papá.- al escuchar esto, el hombre de avanzada edad sonrió.

Cuando llegamos al edificio y entramos de un momento a otro el shinigami apareció.

- ¿Qué hace esto aquí?- decía mi tío un tanto asustado

- Debo de permanecer cerca de la libreta y de quién la posea.- habló ese ente con una voz un tanto demoníaca pero a su vez era aguda.

De nuevo un agudo dolor de cabeza se apoderó de mi junto con un zumbido en mis oídos y me hizo pensar, esa voz, ya la había escuchado, y pronto los recuerdos inundaron mi mente, el día del encarcelamiento de Amane la había escuchado decir " si renunciar solo permanecerá tu amor por Light" o algo similar, luego, horas antes la había escuchado hablar con Higuchi mientras conducía.

- ¿Estás bien?- dijo L a mi oído mientras me sostenía por la cintura.

- Más tarde te cuento.

La noche avanzó extraña, las preguntas a la Shinigami abundaban, entre esas preguntas, L la cuestionaba sobre la credibilidad de las reglas que venían escritas en la libreta, en especial de una que decía que si usabas solo una vez la libreta y luego no la volvías a usar dentro de 13 días el usuario moría, sabía que al igual que yo L no le daba credibilidad, incluso hacía preguntas referentes a Amane y Light, este último siempre argumentaba no ser Kira. También nos cuestionamos sobre la muerte de Higuchi, era posible un suicidio con la death note, que el shinigami lo asesinara o bien exista otro Kira, de ser así la batalla aún no terminaba. En fin, la noche pasó, Ryuzaki y Light ya no estaban esposados, ya todos habían tocado la death note y podían ver al shinigami, Aizawa volvió al equipo y finalmente L y yo los quedamos solos, nos sentamos, como cada uno acostumbra, uno frente al otro en los sillones con mesa de centro.

- ¿Puedes decirme ahora que pasa?- me dijo el chico de grandes ojeras mientras sorbía de su taza de café.

- Es algo muy loco, y sobre todo, muy fuera de lo normal.- bajé mi cabeza para evitar verlo mientras sorbía de mi té.

- Nada puede ser más raro que una death note y un Shinigami.

- Claro que sí, escuchar Shinigamis sin verlos es aún más raro.- escondí mi rostro bajo mi cabello.

-¿Tu...?

- Sí, Ryuzaki, lo escuché, estoy segura.

- ¿Cuándo?- se levantó de su asiento y se sentó a mi lado.

- En dos ocasiones.

- ______, habla con claridad, creo que a este punto nada podría sorprenderme.- tomó mi mano y yo recargué mi cabeza en su brazo para luego ser abrazda sin que soltara mi mano.

Death Note: Todo por una apuesta (L Lawliet y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora